Mediterraneo 3

De noche todos los gatos son pardos

  • Joder, me lo hubiera tirado aquí mismo, delante de todo el mundo. ¡Qué tío más bueno!
  • ¡Gloria!- Sara se hace la escandalizada y yo le saco la lengua - ¿no eres tu la que dice que nunca le harías algo así a Alan?
  • Pero es que el verano me lo pone tan difícil… ¿tu le has visto? Era un dios- Pongo carita de pena
  • La verdad es que estaba "pa mojar pan y no parar", como dice mi tía-

Me parto, Sarita tiene una salidas que me encantan, muchas veces creo que somos tan amigas no solo por la confianz...

Mediterraneo 2

Sigue la fiesta y aparece alguien muy interesante...

Empiezan a hablar. "Aquí ya está el pan amasado" pienso, y sigo bailando mientras les "vigilo" de vez en cuando por el rabillo del ojo. Él tiene un lenguaje corporal totalmente predispuesto al sexo: un pie adelantado hacia ella, una sonrisa a medias, la mirada fija en los ojos de Sara…además, me doy cuenta de que aprovecha cualquier excusa de la conversación que están manteniendo para mantener contacto físico, una caricia en el brazo, un pellizco en la mejilla y ese tipo de carantoñas tontas que hacen...

Mediterraneo

Que bien lo pasamos ella y yo.

En primer lugar, quiero pedir disculpas a todos mis lectores por no continuar con la serie Laila. Con sinceridad, creo que me he estancado en esa historia, pero no desesperéis, algún día la pequeña Laila volverá a mi mente como la musa que es para guiarme en los últimos capítulos de sus romances adolescentes y peligrosos.

En segundo lugar, quiero que quede claro que la historia que voy a relatar a continuación es puramente fruto de la imaginación, no es una historia verídica y cualquier similitu...

Laila, mi obsesión (9-2)

Luz de luna

Laila, mujer de mis noches (IX)

Nos miramos, nuestras narices se rozaban de lo cerca que estábamos y más que ver intuí la dulce sonrisa que me regalaba.

"Me gustas mucho" su extraña voz me hizo vibrar de emoción, pues no esperaba para nada que ella me dijera algo así, y mucho menos tan pronto, pero así era, me daba cuenta de que Laila había sucumbido a mí y me arrepentí de no haberme insinuado mucho antes.

"Tú no te imaginas cuánto me gustas a mí, llevo años detrás de ti" Eso fue...

Laila, mi obsesión (9-1)

El reencuentro con la tentación.

Laila, mujer de mis noches (IX)

Los adolescentes apenas se veían las caras, y las voces se desenvolvían caóticas entre el humo interesante de algún fumador precoz. Olía fuerte, dulce y acre a la vez, el olor de las hormonas revolucionadas en una noche excitante.

¡Shhhst! Hablad más bajo que nos van a pillar.

Marina pásame un cigarro ¿no?

¿Tú fumas? No seas payaso, seguro que ni siquiera las sabes calar.

Vete a la mierda Román, no vaya ser que hables demasiado y se te j...

Laila, mi obsesión (8)

Esta vez he sido yo

Laila, mujer de mis noches: VIII

Habla Laila:

"Desde aquella noche todo es tan raro, no se qué me ha pasado. Me siento mal, bueno, en realidad no se muy bien como me siento, no se cómo mirarla pero a la vez no puedo evitarla, es mi mejor amiga ¿por qué cuando nos hacemos mujeres todo se vuelve tan complicado? Aunque quizá Álvaro tiene razón, yo no soy aún una mujer y esta vida me viene grande. Sí, le mentí, le mentí porque le amo. Joder. Lo único que quiero es dormir y despertar en otro cu...

Laila, mi obsesión (7)

La confusión reina en los corazones de Laila y Alvaro.

Laila, mujer de mis noches (VII)

"Por fin en casa". Abría la puerta de mi apartamento con un profundo suspiro que exhalé dificultosamente de mi pecho oprimido. Aunque por un lado temía aquel momento, desde que había salido de la oficina no tenía otra meta en mente que la quietud de mi lujoso pero solitario hogar. Y ahí estaba, tan callada como siempre, la entrada que no me molesté en iluminar, ahora el salón, allí me esperaba el sofá, majestuoso y en silencio. Sólo el golpeteo casi señorial de m...

Laila, mi obsesión (6)

Un giro inesperado en la historia de amor entre Álvaro y Laila. Muy excitante. (Corregido)

Antes que nada, pido perdón a todos los que seguís esta historia por la tardanza de este episodio, pero no, no me olvido de Laila ni de mis lectores, sólo que las cuestiones del mundanal ruido fatigan mi imaginación y retrasan mis entregas.

Saludos de esta señorita con aspiraciones de escritora.

Laila, mujer de mis noches (VI)

Sentado cómodamente en el butacón de mi despacho admiraba estúpidamente en la pantalla del ordenador cómo las acciones del imperio de mi padre aumentaban s...

Laila, mi obsesión (5-2)

Nosotros, la flauta y el jardín. (Parte 2ª)

Tu música seguía sonando, daba la impresión de que te habías sumergido en una especie de trance melódico, sin embargo, las reacciones de tu cuerpo mientras yo lo invadía te traicionaban. Tu piel estaba despierta, despierta y sensibilizada.

Deslicé las manos por debajo de tus axilas, para acceder a aquellos frutos dorados pero inmaduros que eran tus pechos. Solo un simple roce de mis palmas sobre tus pezones. Una nota de tu canción se alargó más de lo esperado, era tu respiración quebrantan...

Laila, mi obsesión (5)

Nosotros, la flauta y el jardín.(Parte 1ª)

Laila, mujer de mis noches (V)

El martes volví a la rutina, y paradójicamente con ella volvió la emocionante incertidumbre de verte o no verte cada tarde en el autobús 17.

Habías dicho que me llamarías, no necesitaba tomar aquel autobús, pero si no me llamabas aquel mismo día volvería a montarme. Sólo quería volver a verte.

Las horas pasaban con una parsimonia terrible: las doce, las dos, las cinco… y tú no me llamabas. Tampoco me llamaste a la hora de cenar, ni a media noche. Dorm...