Mi amiguita la bibliotecaria

Una "amiga" peculiar.

Mi amiguita la bibliotecaria

La había visto un par de veces, sin reparar realmente en ella. La primera vez que la traté fue un día que tuve que ir a la biblioteca a consultar varios libros, y me quedé toda la mañana ahí.

Eficientemente puso a mi alcance cuanto ejemplar solicité; e incluso me orientó respecto al contenido de tal o cual libro, lo cual, en una biblioteca que cuenta con más de quince mil volúmenes, me pareció extraordinario. Sin embargo, había algo en su modo de mirar a hurtadi...

La bailarina

Las manos de ella acariciaron con suavidad las nalgas masculinas, enervando aún más la sensibilidad del hombre que a pesar de su musculatura y carácter, se derretía ante el cuerpo femenino.

La bailarina "Los diablos del desierto", pensó sobresaltado. Su mano se dirigió a su pecho, de donde entre la ropa extrajo un ojo, amuleto egipcio de protección. El ruido era ahora distante, y se sintió mejor. No importaba que el sayid blanco dijera que era producido cuando las piedras calentadas por el candente sol del desierto explotaban al enfriarse al bajar la temperatura bruscamente por la noche. Él estaba seguro que los diablos del desierto andarían por ahí, sorprendiendo a quienes no estuvie...

Una rival formidable

De estatura similar a la mía (1.55) su complexión hace meses no me habría impresionado...

En cuanto nuestras miradas se cruzaron supe que iba a ser una rival formidable.

De estatura similar a la mía (1.55) la primera impresión que me dio fue que era un monstruo de tremendos brazos, espalda inmensa y poderosas piernas.

Su cara, de boca entreabierta debido al protector bucal, estaba rematada por dos bovinos ojos, que me veían sin expresión. Alguno de sus amigos le comentó algo que hizo que riera, volteándose de perfil, lo que me dio oportunidad de ver su inmenso vientre subir y b...

Se la debía...

¡de qué manera se cobró conmigo todos los desprecios y las veces que lo rechacé...!

Se la debía

"Regreso a Barcelona. Me gustaría que comiéramos juntos para podernos despedir como es debido. Es de gentes de razón, no puedes negarte. Por otra parte, no pienses que vas a pasar un mal rato. Por el contrario, puede que el hecho de despedirnos como se debe te deje un grato sabor de boca"

No me negué. Ha sido tan noble, tan generoso, tan majo… y yo he sido una malvada con él. Bueno. Sigan leyendo y verán como todo se paga en esta vida.

El viernes pasó por mí a la oficina....

Tú me has abandonado

No puedo dejar de notar La sedosa suavidad de mi piel La dureza de mis nalgas, La generosidad de mis muslos, Y el olor de mi sexo Que te ansía tener

Cruzo los brazos y camino

Y luego desando mis pasos

Enciendo un cigarro; lo apago.

Enciendo otro y ya estoy

Soñando entre tus brazos.

Y luego de un manotazo destruyo el ensueño

Al recordar que me has abandonado

Sabrá Dios si serás feliz

O si la penitencia la lleves en el pecado

Quiero respirar; abrir la ventana,

Ponerme en marcha,

No quiero dar cabida a sentirme triste

Y luego una vocecilla perniciosa

Me recuerda:

¡tú me has...

En tu silencioso despacho

Y no puedo resistirme Mis rodillas se doblan lentamente; te amo

En tu silencioso despacho

Tienes tantas cosas en qué pensar

Asuntos que resolver

Y te observo

atenta y quieta

Mientras con el ceño fruncido

Lees tantos papeles sobre tu escritorio

Me levanto

Silenciosamente

Paso la mano como al descuido

Por el lomo de tus amados libros

Y recorro con el dedo, despacito

La bruñida superficie de los muebles

¡te ves tan guapo!

Con esa boca de labios menudos

Y tu mentón prominente

Con...

Un amigo sensacional

Mis amigas solían decirme que lo traigo por la calle de la amargura y que bebe los vientos por mí...

Un amigo sensacional

Tengo un amigo fuera de serie. Es un hombre cuyo trabajo lo trae por todo el mundo, y a pesar de todo lo que es y todo lo que sabe, es un perfecto caballero.

Mis amigas solían decirme que lo traigo por la calle de la amargura. Que bebe los vientos por mí, y que soy una tonta al no hacerle caso.

Un día se tiró a fondo, y sin haber sido siquiera novios, simple y llanamente me pidió que me casara con él.

En ese entonces yo amaba a alguien más, de modo que sinti...

La papelerita

Y ella con sus periódicos bajo el brazo los ofrecía a los transeúntes: “Compren el periódico, lleven el Diario”

Sus zapatitos rotos estaban llenos de lodo y estaban húmedos, duros. Hasta sabía de qué sabor eran los chicles que pisaba.

Con afán iba calle arriba y calle abajo. Tenía que vender sus periódicos. Era urgente, desesperantemente urgente. La tarde estaba cayendo y sabía que la noticia de este día es historia mañana.

Si no terminaba de venderlos, ¡triste su calavera chillona!, la de andarriazos que le iban a acomodar entre su madre y su padrastro.

"Diario, Diario, compren el Diario" Era i...

El esposo de mi madre

Una venganza muy satisfactoria...

Yo adoraba a mi padre. Le recuerdo con sus cabellos canosos revueltos por el aire, y su figura juvenil, la mañana de mi cumpleaños número 16.

Su regalo para mi fue un auto convertible, pero eso no era lo que hacía que lo quisiera tanto. Yo era su princesa, y él para mí, un rey bondadoso y comprensivo.

Siempre que podíamos, estábamos juntos, cuando mi colegio o sus negocios no interferían. Mi madre… de ella sería mejor no hablar. Ella le era infiel con su socio, hombre traidor y viperino qu...

Por fin salí con él

Los amigos mutuos organizaron un pequeño complot para obligarme a salir con él...

Por fin, salí con él.

Digamos que los amigos mutuos organizaron un complot para ponerme en una situación en la que ya no pude decir que no.

De modo que, a regañadientes y sin ganas, me vi una noche forzada a salir con alguien que no me atrae, no me interesa, no me gusta, no me ¡nada!, con una cara de funeral que ni Libertad Lamarque hubiera podido superar.

Mi Romeo llegó puntual, con el consabido ramo de flores, que yo recibí con una medio sonrisa y agradecí casi sin despegar los labio...