Mis infidelidades y sus consecuencias - (12)
Retomé las clases de yoga y cada vez me hundo más. El último cuerno y después
Los últimos días de febrero, hablé con María Pía, mi profesora de yoga, para retomar las clases.
Da las clases en su casa, que queda a seis cuadras de la mía, en una habitación donde solemos ser cuatro o cinco personas.
Los primeros días de marzo arranqué con las clases, los lunes y los jueves de diez a once de la mañana. Al cambiar de horario, no conocía a las personas con las que compartiría las clases.
Fuimos llegando, Pía nos fue presentando y arrancamos las clases. A diferencia de otr...