La Libertad_02
Entre los brazos de mi primo, comprendo que me falta todavía mucho para conseguir una libertad sexual real y, contra todo pronóstico, a punto estoy de alcanzarla de golpe. Solo el sonido de la campana me libra de caer derrotada al primer asalto.
Me di la vuelta. Tenía la cama deshecha. Aparté al suelo las sábanas, y me llevé a la boca la mano que había profanado mi parte mas íntima. Me olí y me bebí (siempre me ha vuelto loca mi sabor, siempre que me hago un dedo acabo chupándomelo, y esa noche el flujo era muy copioso, creo que eyaculé abundantemente). Bajé de nuevo la mano para recoger más y volví a chupármela, una y otra vez, emborrachándome de mi propio sabor. Con la otra mano me aparté la braguita por detrás y me metí un dedo en el culo. Empec...