El calor de un prostituto (parte 22)
Buscando información un herrero pega una follada a Aiden.
Llegamos por la tarde al Cruce. Las luces del atardecer se entremezclaban con las tonalidades cálidas de antorchas y lámparas; dándole un aspecto místico a la ciudad. Cosa que se incrementaba ya que Tori nos dejó en una de las vías principales;, las cuales eran tan amplias que cabía hasta diez carros en una de ellas sin problema. A los lados, una tras de otra, se acumulaban los comercios con todo tipo de productos y, entre los espacios, comenzaban las calles que se adentraban en las entrañas de la intrincad...