Oscuras relaciones (2)
Me rodeo con ambos brazos en un apretado abrazo, sus latidos atronaban mis oidos, oh dios aquel olor era más rico e intenso en su pecho, vainilla, coco y algo de pimienta al final. Quise deslizar mis brazos por su cintura y apretarlo más contra mí, hasta que no quedara nada de espacio entre nosotros
-Silencio-
Susurro tan cerca de mi oído que su aliento fresco me hiso cosquillas en la piel. Hacia menos de veinticuatro horas había sido agredida sexualmente y ahora otro maniático me tenía contra la pared con una mano en la boca. Trate de rogarle con los ojos que no me hiciera daño
- no te hare daño si colaboras-
Su voz era suave, melodiosa, te invitaba a cerrar los ojos y dejarte llevar pero luche contra ese impulso
-Ahora entraremos y te quedaras calladita-
Asentí o al meno...