Renacimiento

El renacimiento de la profesión a través de un encuentro casual con una antigua amistad.

“Me he quedado sin argumentos, no tengo inspiración, se han acabado las historias y las fantasías en mi cabeza”.

Todos los temas le parecían repetidos, manidos, sobreexplotados.

El escritor daba vueltas en el pequeño salón de su estudio, con una taza de té en la mano, preocupado porque la esencia de su vida, la herramienta que hasta entonces le había dado de comer, se le había fundido y esfumado como el humo de un petardo lanzado al aire.

“¿Qué haré ahora? ¿Copiar formatos de otros escrito...

El Cazador cazado (y 2)

La ladrona sorprendida, no tiene más remedio que someterse a los deseos de su "víctima"

Tras esto, y notando que mi erección no bajaba del todo, procedí a terminar de desnudar a la chica. Levanté su camiseta y ella me ayudó alzando sus brazos. Su espalda quedó frente a mí. La acaricié suavemente y la nena se relajó poco a poco. La giré, colocándola frente a mí. Puse mis manos en sus tetas y las masajeé con suavidad. Ella entornó los ojos y se dejó hacer, comenzando a disfrutar sin disimulos, de aquella situación.

Mientras disfrutaba con el masaje de sus pechos, retomó la labor en mi...

El cazador cazado (1)

Cómo un robo se convierte en una oportunidad inmejorable para el sexo.

Era uno de esos días cercanos a las Navidades. Para introducir un poco la situación: Yo, 34 años, casado recientemente con mi mujer, Sara. No es una top-model, pero ha sabido conservarse con el paso de los años. Su fuerte no es la estética, sino la simpatía y el carácter. Ella siempre dice que como no me va a dar todo el sexo que necesito, que me puedo buscar otras fuentes, siempre que ella no se entere.

Nos va bien, trabajamos ambos y procuramos pasarlo bien en los ratos que nos quedan libres e...

Iniciación bisex

Primeros escarceos sexuales con otro hombre.

Había conocido la página de contactos hacía algún tiempo, y había tenido ya alguna experiencia (gang-bang, cita con un gay que quería chupármela y ser enculado) con algún contacto. Pero eso son otras historias.

Cierto día y milagrosamente, porque no suele ocurrir, me llegó un mensaje de una pareja bisex que buscaba un chico para montarse un trío. Buscaban a alguien decidido, sin malos rollos,… lo que suelen pedir cuando buscan a un bisex.

Decidido, les respondí comentándoles que había probad...

La compañera de trabajo

Tras algún tiempo de trabajar juntos y aumentar el deseo mutuo, al fin se dio la ocasión y todo sucedió solo.

Era un viernes. Trabajo en una empresa situada en una zona de polígonos en el cinturón industrial de Madrid. No acostumbraba a sobrepasar mis horarios los viernes (en los que hay jornada más corta, hasta las 14,30). Aunque me gusta la juerga más que a un tonto un lápiz, los viernes disfrutaba llegando a casa, preparando la comida y comiendo algo sano, después de una semana comiendo aquí o allá y destrozándome el estómago.

Llevaba ya unos tres años en la empresa y no había entablado una amistad co...

Un gran descubrimiento

A traves de una vieja amiga descubro nuevos campos en el sexo en trío.

Mi amiga Montse era una chica bastante maja. Simpática, abierta, liberal,… A mí siempre me hablaba con gran sinceridad, sin esconder ningún pensamiento, por raro que pudiese parecer. Quizás eso fue lo que hizo que nuestra amistad se afianzase tan rápido y de manera tan especial.

Nos habíamos conocido en los últimos años de universidad. Nos gustábamos; no para una relación formal, pero sí para muchas otras cosas; pero por una u otra razón, lo que tenía que pasar no pasó nunca. Tampoco descartábam...

Mi primera sesión de dominaciónsumisión

Cómo el morbo me fue introduciendo en el mundo de la dominación. Inicio con una sesión de sexo dminando a una sumisa.

Esperaba su llamada.

Tenía cierto reparo, casi miedo. Miedo a lo desconocido. Pero deseaba su llamada.

Sonó el teléfono cuando comenzaba a despistarme. Descolgué consciente de quién sería:

¿Sí?

¿Alberto?

Sí, soy yo. – dije con voz decidida, escondiendo los nervios que comenzaban a invadir mi cuerpo.

Hola, soy Manuel, te llamaba para quedar.

Ah, perfecto, pues dime dónde y cómo te viene mejor.

Concretamos la hora y el lugar. Habían alquilado una habita...

Mi nuevo vecindario (5)

Lidia me propone por fin llegar al culmen de la liberación sexual.

Pasaron unos meses y llegó el frío.

Los encuentros se espaciaban un poco más, pero no perdían el tono de complicidad que habían logrado a través de nuestras experiencias conjuntas.

Tomábamos café, comíamos juntos si coincidíamos por la zona, etc. Hubo muy pocos encuentros sexuales, pero se mantenía la relación.

Cierto día, tomando un café, Lidia comentó:

¿Recuerdas lo que te comenté acerca de los tríos?

Has dicho muchas cosas – respondí yo – pero de lo fundamental creo q...

Eva, mi primera sumisa

Tras diversas experiencias sexuales, me decidí a probar el tema de ser Amo. Contacté con un amo que me prestó a su esclava para el primer contacto.

Esperaba su llamada.

Tenía cierto reparo, casi miedo. Miedo a lo desconocido. Pero deseaba su llamada.

Sonó el teléfono cuando comenzaba a despistarme. Descolgué consciente de quién sería:

¿Sí?

¿Alberto?

Sí, soy yo. – dije con voz decidida, escondiendo los nervios que comenzaban a invadir mi cuerpo.

Hola, soy Manuel, te llamaba para quedar.

Ah, perfecto, pues dime dónde y cómo te viene mejor.

Concretamos la hora y el lugar. Habían alquilado una habita...

Mi nuevo vecindario (3)

Se cumple la gran fantasía erótica que me rondaba la cabeza durante todo el verano: Lidia y Marta se lo montan conmigo.

Durante esa semana estuvimos pensando en los preparativos para el trío. Buscamos fecha y lugar, y a Lidia se le ocurrió meterle alguna temática, para romper el hielo con algo.

Podríamos darle un toque de dominación – sugirió mientras nos hacíamos unos largos en la piscina.

No es mala idea – dije yo.

A las dos nos gusta que mandes, que nos exijas y que incluso nos utilices.

Lo sé. Y si os apetece, podemos hacerlo así el jueves.

Tras esto Lidia se quedó callada. Pude...