Obsesionado por los pechos maduros II - Jesusa

Sigue la historia de Jesusa, en esta parte aparece también su marido ausente en la primera

Poco después volví a ver a mi amigo en una zona de copas de Madrid y mientras nos tomábamos algo empezamos a hablar.

  • ¿Que tal el otro día con tu madre, Jesús (así se llamaba)?, cuando me fui le estabas empezando a comer las tetas.
  • Si, y fue lo único que comí, estaba muerto de cansancio y me fui a echar la siesta, si por lo menos hubiese tenido leche.
  • No te quejes, que tu te alimentaste de ellas cuando eras pequeño, ya me hubiese gustado a mi mamarselas todos los días.
  • En eso tienes razón, lo mal...

Obsesionado por los pechos maduros

Una amiga de mi madre con tetas de matrona excita constantemente mi imaginación calenturienta

Oh, las pajas, cuantas “satisfacciones” dan en la vida, como decía un buen amigo mío, una buena paja es mejor que un mal polvo, más razón que un santo tenía.

Yo he debido de ser un chico precoz en esta actividad, un niño vamos, el primer recuerdo que tengo es en una cena familiar, en la que yo, supongo que con unos seis años pensé en sacarme la cola y empezar a tocármela porque supongo que lo había hecho antes y me dio gusto, en mi ignorancia pensé que si mis padres se daban cuenta me daría tiempo a m...