Las tetas de mamá y 4
Ahora si se pone fin a este relato, el de las tetas de Pilas, ¿mi madre?
Pilar solo veía una manera de poner fin a esta situación, hablaría con Jesús, su marido, era un hombre comprensivo y aunque al principio se enfadase estaba segura de que acabaría perdonandola.
Se oyó la puerta, era él, Pilar estaba en la cocina cuándo llegó.
Hola querida ¿Qué haces?
Preparándote la comida, estoy haciendo estofado, tu plato favorito.
Jesús se acercó a ella, le dió la vuelta y la agarró por el culo, la aprisionó contra la pared de la cocina para que notase su polla...