Las tetas de mamá y 4

Ahora si se pone fin a este relato, el de las tetas de Pilas, ¿mi madre?

Pilar solo veía una manera de poner fin a esta situación, hablaría con Jesús, su marido, era un hombre comprensivo y aunque al principio se enfadase estaba segura de que acabaría perdonandola.

Se oyó la puerta, era él, Pilar estaba en la cocina cuándo llegó.

  • Hola querida ¿Qué haces?

  • Preparándote la comida, estoy haciendo estofado, tu plato favorito.

Jesús se acercó a ella, le dió la vuelta y la agarró por el culo, la aprisionó contra la pared de la cocina para que notase su polla...

Las tetas de mamá y 3

Miguel aparece en casa de su madre con su novia

El tiempo fue pasando, Pilar recordaba lo sucedido como en una neblina, debió de ser un ataque de locura transitoria, pensaba, cosas de la edad.

Miguel tenía novia, Silvia se llamaba, cuando la vio Pilar no pudo reprimir una sonrisa, estaba claro que a su hijo le gustaban pechugonas, Silvia tenía un buen par de tetas, además estaba segura que con la edad que tenía debían de estar duras, su hijo seguro que disfrutaba con ellas, sintió un cosquilleo en la entrepierna y alejó de su mente la imagen de su...

Las tetas de mamá 2

Miguel sigue disfrutando de las tetas de su madre

Pilar salió de la habitación de su hijo y se fue al cuarto de baño, se miró en el espejo y lo que vio le horrorizó, tenía las tetas llenas del semen de su hijo. ¡Dios mío que he hecho!, Pensó.

Se desnudó y se metió en la ducha, se restregó bien el motivo de sus problemas, las tetas, como si quisiera que desaparecieran.

Se puso un albornoz y salió del baño.

En la puerta estaba Miguel con su sonrisa descarada.

  • ¿Te has limpiado bien mamá?, Ten cuidado no se vaya a dar cuenta papá de l...

Las tetas de mamá

Un joven se obsesiona con las tetas de su madre, al final consigue lo que deseaba

Miguel Ángel abrió la puerta y entró en casa.

  • ¿Dónde estás, mamá?

  • Estoy aquí, en la cocina.

Miguel Ángel tenía 14 años, era el menor de tres hermanos, su experiencia sexual era nula, hacía poco que había empezado a masturbarse, eso sí, lo cogió con afición y todos los días se hacía una paja por lo menos. Últimamente el objeto de dichas pajas era su madre, no sabía muy bien porque pero se había obsesionado con ella, sobre todo con sus tetas.

Pilar, su madre era un ama de casa típi...

Obsesionado por los pechos maduros VI - Fin

La relación se va complicando, Javi en un acceso de ira hace que todo se rompa

A la mañana siguiente Jesús llamó a Javi.

  • ¿Qué tal chaval, te follaste a tu tía?

  • Si, ayer.

  • ¿Y?

  • Fue un poco desagradable, me sentía mal, no quería hacerle daño.

  • No me seas moralista.

  • No, es eso, de todas maneras hablamos por la tarde y la cosa se ha arreglado, parece otra, incluso fue a comprarse ropa.

  • Mi madre quiere verla, ponla en antecedentes si quieres.

  • Vale, ahora hablo con ella.

  • Bueno, pues hasta la tarde.

  • Vale, sobre las...

Obsesionado por los pechos maduros V- La plancha

Jesús nos enseña lo que se puede hacer con una plancha y una madre

Jesús se despertó, encendió el móvil y vio el mensaje que le había mandado Javi, que cabrón pensó se la va follar, bueno mejor, nos la vamos a follar todos, abrió luego el vídeo y confirmó lo que había sospechado, la tía de Javi estaba muy buena, no tan buena como su madre, pero muy buena y sus tetas eran una gozada.

Salió del cuarto y fue en busca de la única persona que podía aliviarle, su madre querida, se acercó al salón, la oía canturrear, se asomó a la puerta y allí estaba, planchando, con un ve...

Obsesionado por los pechos maduros IV

Aparece una tía de Javi, es como su madre, le ha criado

La vida sexual de los cuatro en los primeros momentos del embarazo de Jesusa siguió igual, incluso mejoró, a Jesusa el embarazo le sentaba de maravilla, se estaba poniendo incluso más guapas y sus tetas aumentaron su volumen para poder amamantar al ser que tenía dentro, eso hacía que su familia se volviese loca por chupar esas tetas, ella estaba encantada, un día si y otro también, si no era uno era el otro quien le hacía correrse de gusto.

En este aspecto el más salido era Jesús, su hijo, estaba enca...

Las zapatillas de Isabel

Un joven obsesionado con su vecina se obsesiona a su vez con sus zapatillas.

Pepe vivía, en una gran ciudad, en un barrio, en un piso como tantos otros con varios cecinos, tenía 14 años y su vida sexual se reducía a las pajas, como cualquier chico de su edad, la única diferencia es que él no basaba sus fantasías en gente famosa ni en modelos, para él tenía más morbo imaginarse follando con cualquier mujer que viese por la calle y le gustase o con alguna vecina, la verdad es que había varias que en su imaginación estaban dispuestas a hacer cualquier cosa que él ideara, últimamente ha...

Todo paso en el coche

Un viaje anodino al pueblo se puede convertir en algo maravilloso si te acompaña la mujer adecuada

La historia que os paso a comentar pasó a mediados de los años setenta, en España, yo era entoncen un adolescente de unos 14 años sin experiencia sexual, salvo por las típicas pajas para las que me valía de mi imaginación (entonces no había internet), para masturbarme me valía cualquier mujer, basta con que tuviese un buen par de tetas, el resto lo ponía yo.

La mujer de mi primera experiencia tenía por aquel entonces unos cuarenta años y era la típica mujer de la ópoca, bajita, regordeta y con unas te...

Obsesionado por los pechos maduros III - Fin ¿?

Llega al final la historia de Jesusa y su familia, no se por donde seguir, se admiten sugerencias, la pongo ahora en amor filial, porque lo que empezó por mi obsesión con las tetas de la amiga de mi madre ha tomado vida propia y se ha ido por otros derroteros.

Miguel y Jesusa estaban en la cocina, hablando de lo que había sucedido la noche anterior.

Jesusa llevaba la bata que se ponía siempre para estar en casa en verano y estaba preparando café en la cocina de gas, mientras Jesús estaba sentado y pensando en la suerte que había tenido al haberse casado con ella.

Comenzó a mirarla el culo, que respingón lo tenía la desgraciada, solo de pensarlo sintió como su polla crecía, se la acomodó notando un cierto placer al hacerlo.

  • Miguel, tenemos que...