EL LEGADO (8): Juramento de sumisión.

Para comprender mejor los vericuetos de esta historia, recomiendo que se empiece a leer desde su inicio. Sergio y Rasputín llegan aún más lejos. Bueno, aquí os dejo los Reyes... Jajajaja...

Juramento de sumisión.

La desaparición de Eric trae un espectacular cambio en el carácter de Pamela. Saber que ese hijo de puta no puede ya chantajearla, ni hacerle daño, la convierte en una chica mucho más animada, más alegre y vital, con enormes ganas de divertirse.

Cuando subo al apartamento, Pam ya está en pie, con el desayuno recién hecho, y con un plan de acción para todo el día. Sin querer revelar demasiado, despierta a Maby y cuchichean un buen rato en el dormitorio, antes de unirse...

EL LEGADO (7): Nuevos trucos para follar.

Os recomiendo que leáis los anteriores capítulos ya que esta historia se va complicando cada vez más y leer este capítulo sin conocer los orígenes, puede resultar algo lioso. Gracias.

Trucos nuevos para follar.

El recibimiento de las chicas está lleno de ansiedad y preocupación. No las he llamado ni siquiera, a pesar de que me han dado muchos toques al móvil. Pam y Maby me miran, con los ojos muy abiertos e implorantes, las manos apretadas.

―           ¿Qué pasa? ¿Nos ha tocado la lotería? – bromeo.

Se tiran a mi cuello. Maby llega antes y se cuelga de mí, Pam se aprieta contra mi costado, aferrándome de la cintura. Cierro la puerta con el talón. Menudo espectáculo...

EL LEGADO (6): El primer crimen.

La primera sangre en las manos de Sergio. ¿Siente remordimientos o atracción?

El primer crimen.

Despierto suavemente. Apenas hay ruido en la calle, por lo que tiene que ser aún temprano. Mi brazo izquierdo abraza la cinturita de Maby, quien tiene sus desnudas nalgas contra mi cadera. Pam duerme apoyando su cabeza rojiza sobre mi pecho, con mi otro brazo como almohada. Lo saco con mucho cuidado, pero Pam abre los ojos. Me mira y sonríe, los labios hinchados.

―           ¿Dónde vas?

―           A correr un rato. Sigue durmiendo – y la beso suavemente.

Me hag...

EL LEGADO (5): Sexo en Madrid.

Un lío bien serio en Madrid, con un resultado letal.

Sexo en Madrid.

Apenas son las nueve de la mañana cuando despierto. La verdad, nunca he dormido demasiado. Me visto para salir a correr, aunque, la verdad, sin ganas. Al bajar, me encuentro a madre en la cocina. Está vestida para salir.

―           Tu padre y yo vamos a Urdales, al mercadillo medieval. Nos llevamos a Gaby. En el frigorífico hay de todo, pero si no queréis complicaros la vida, compráis unos pollos asados – me dice. La excelente noticia me acaba de espabilar.

Padre está...

EL LEGADO (4): El trío perfecto.

Como Pamela, Maby y yo consolidamos una relación perfecta a tres bandas.

El trío perfecto.

Me adelanto al amanecer. Siento mi cuerpo rebullir, lleno de energía. Me calzo mis botas y ropa deportiva. Tras revisar las vacas, empiezo a correr, esta vez, campo a través.

Estoy licuando tus reservas de grasa, aunque llevara cierto tiempo, pero te ayudará a perder peso.

“Gracias.” Sigo arrastrando mi corpachón a través de los bosquecillos, cuidando de no pisar los esquejes recién plantados. Tomo aliento al subir la loma. Me tiro al suelo y empiezo a realizar flexi...

EL LEGADO (3): Maby.

Enseñanzas impúdicas por parte de Rasputín y se sientan los cimientos para un proyecto de trío.

Maby.

Despierto a Pamela cuando dan las ocho de la mañana. Nos hemos dormido en mi cama. Le indico que regrese a la suya, antes de que se despierte madre. Estaría bueno que nos pillaran en nuestra primera vez. Se pone la ropa, algo ruborizada, y me da un beso antes de marcharse.

Me quedo pensativo, bajo la manta. Ahora, las cosas se ven de otra perspectiva. Mi polla está calmada, satisfecha, y mi corazón está feliz. No hay espacio para remordimientos, ni falsas preguntas morales. Soy lo que...

EL LEGADO (2): el incesto

El súbito interés de Pamela por su renovado hermano

El incesto.

¿Qué puedo decir? Estoy alucinado con el cacharro que ha crecido entre mis piernas, en unos pocos días. Nada tiene lógica alguna. Casi parece una manguera desde mi perspectiva. Grueso y morcillón, con el prepucio retirado sin necesidad de circuncisión, como si a esa tremenda polla le faltara piel para cubrirla por completo. Incluso en reposo, se notan algunas venas azulonas recorriendo el tronco. De verdad, es una pasada, y, lo bueno, es que ha dejado de dolerme o de picarme.

Me...

LA AGENCIA MILTON (4 y final)

Regreso a casa

Día cuatro.

El aroma a café la despertó y le resultó delicioso. Se estirazó en la cama, algo cansada y embargada de una sensual laxitud. Gimió al tensar las nalgas. Su culito aún pulsaba, obligado a mantenerse dilatado. Estuvo a un tris de llamar a sus guardianes, pero recordó a tiempo cuanto sucedió el día anterior. ¡No tenía derechos! ¡Era una esclava!

Se sentó en la cama, dispuesta a orinar en el dichoso cubo, cuando la puerta se abrió. Rómulo la miró, tan sonriente como siempre.

― ...

EL LEGADO: los sueños.

Un legado sobrenatural se adhiere al destino de un adolescente desgraciado y enamorado de su hermana. todo cambiará para él cuando Rasputín renazca de sus cenizas.

EL LEGADO.

El sueño.

Miro la noche. Sentado sobre mi cama, a oscuras, en silencio. Miro por la ventana, hacia la oscuridad que se extiende plácidamente.

Me encanta esa sensación, contemplar el cielo jaspeado de rutilantes estrellas, de encendidas brasas desperdigadas. Me gusta esa peculiar brisa nocturna que eriza la piel de los amantes furtivos, que seca el sudor del ladrón tras su escalada. Diría que soy una criatura nocturna por placer y no por naturaleza.

A través de los c...

La agencia milton (3)

Un nuevo y terrible día para la marquesa

Día tres.-

Su recto, lleno de líquido, la despertó un par de veces durante la noche. Era algo a lo que no se acostumbraba. No era relativamente doloroso, solo molesto. Sentía la presión del agua sobre sus paredes intestinales, permanente, obsesiva. Soñó con ella, en supurantes y cortas pesadillas que le parecieron totalmente reales y que, finalmente, la despertaron en un completo estado de confusión.

Cerca del amanecer, cuando posó sus manos sobre su vientre hinchado, el irresistible deseo d...