De lenguas y amores
De vez en cuando, uno intenta recorrer a la amada únicamente con un sentido. Raramente se consigue, todo hay que decirlo... pero, de vez en cuando, sí.
La lengua es una serpiente, húmeda siempre, que repta y busca y recorre tu piel hasta en sus últimos rincones. Es y debe ser así, puesto que la lengua, en este caso, es mía y tú eres tú. Cambia a cualquiera de los dos y ya no te diré que debe ser así. Pero si ambos nos mantenemos, estoy seguro que debo hablar de obligación, de deber... de necesidad moral, casi.
En todo caso, te lo aclaro, es una obligación con la que no cuesta esfuerzo cumplir. Tu piel sabe a ti, a mezcla de perfume y calor, sala...