El vouyeur II
Ante el supuesto chantaje al que se ve sometida por su compañero de trabajo, Begoña intentará jugar sus bazas, pero algo inesperado le hará cambiar de idea.
Begoña se levantó con energías renovadas. Desayunó sus tostadas con mantequilla y su taza de café, a continuación se duchó, se acicaló y salió de casa en dirección al trabajo. Al salir de la portería Sebastián la esperaba como venía siendo habitual. No se acordaba que iba a estar esperándola y ya empezaba a resultarle irritante encontrárselo cada mañana con su sonrisa de hiena hambrienta y su repulsivo aspecto, con su peinado de ralla a la izquierda, sin saber si llevaba gomina en el pelo o era su grasa nat...