Una visita a la Feria

El morbo de ser vistos.

Habíamos quedado para ir al parque de atracciones, eran las fiestas de la ciudad y habían montado la tradicional feria. Nos gustaba ir a pasear y subirnos en las atracciones, pero siempre con intenciones morbosas, el hecho de que hubiera tanta gente era el aliciente perfecto para dar rienda suelta a nuestras fantasías. Íbamos paseando entre los puestos de chucherías, de vez en cuando le metía mano, la manoseaba y la besaba.

Cuando vimos el barco vikingo nos fuimos hacia él, y al llegar nuestro turno n...