Celda de Castigo (IX)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Novena entrega. Fani sueña con el día en que entró en aquella infame prisión. Al despertar pasa por dos nuevas experiencias sexuales de distinto tipo.

Celda de Castigo (IX)

Duermo, dormito… Noto el cuerpo de Armando desnudo junto al mío. Me rodea con su brazo justo a la altura de los pezones… ¡¡¡Me gusta!!!

Sigo teniendo una mano esposada a la cama… ¡¡¡Eso no me gusta!!!

Mi cabeza, como siempre, viaja al pasado… Vuelvo a estar en los sótanos del juzgado, en una celda colectiva. Entré allí un martes a medio día… a la salida del juicio. Por lo que oí a las demás los traslados eran los viernes a primera hora. Se llevaban a las que...

Celda de Castigo (VIII)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Octava entrega. Fani rememora el día del juicio que la llevó a prisión. Despierta y tiene otra experiencia sexual esposada.

Celda de Castigo (VIII)

Por la mañana Armando se levanta, yo estoy muy dormida, diría que casi en estado semi-inconsciente. Delicadamente, me pone la camiseta y me sube bragas y pantalón. Me despierta el frío metal de las esposas en las muñecas… ¡¡¡Malditas sean!!! Me revuelvo y sigo durmiendo… Él se va, casi no hace ruido, pero sé que se va.

Un rato después viene una guardiana. Una mujer de considerable estatura, pelo rubio rizado y modales severos. Me obliga a levantarme y me lleva a un...

Celda de Castigo (VII)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Séptima entrega. Fani vuelve a tener sexo con Armando y eso la alivia un poco. Después rememora el día que fue llevada al juzgado.

Celda de Castigo (VII)

Despierto sobre la cama. Sin sobresaltos esta vez. ¿Fue la decisión de ir a juicio buena? Yo no me arrepiento. Al menos, dí la cara. Declarándome culpable les daba la llave para hacer lo que les diera la gana y no tener ni que escucharme.

Tengo calambres por todo el cuerpo. Me bajo al suelo y camino entre la puerta y la pared del fondo. Me siento como una presa medieval, una condesa de Montecristo, una mujer de la máscara de hierro.

Entonces, suena la puerta...

Celda de Castigo (VI)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Sexta entrega. Fani descubre que su estancia en la celda de castigo va a ser dura. Después duerme y tiene un sueño retrospectivo.

Celda de Castigo (VI)

Llevo casi una hora tumbada en la cama. La verdad es que, extrañamente, no me agobia el posible castigo severo. Creo que desde que hice el amor con Armando se me ha quedado una sonrisa idiota. Sí, eso se llama enamorarse y es peligroso. ¿Más en esta situación? Eso me llevó a esta situación… y lo sé. ¿Lo de ayer fue hacer el amor o fue un polvo, sólo sexo? Estaba engrilletada de pies y manos, eso lo convierte en un polvo tórrido, salvaje. Yo empecé con la mamada pero después...

Celda de Castigo (V)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Quinta entrega. Estefanía suplica no ser enviada al módulo psiquiátrico. Su conversación con el oficial de guardia acaba en un encuentro explosivo. Después duerme y vuelve a tener sueños retrospectivos.

Celda de Castigo (V)

Sigo suplicando para que el oficial no llame y me denuncie como presa con problemas psiquiátricos. Hablo más de media hora, digo mil excusas, las repito, prometo mil veces que no pasará más… Él iba hacia el teléfono y ahora ha vuelto frente al sofá, me mira con cara dubitativa. Al menos lo he hecho dudar.

Creo que se cansa de oírme, pero se sienta en el sofá a mi lado. Yo dejo de hablar… va a ser lo mejor. Entonces, sin pensarlo, me la juego: apoyo la cabeza sobre su...

Celda de Castigo (IV)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Cuarta entrega. Estefanía es conducida a la temida celda de castigo. Con la mente muy revuelta duerme un poco y tiene un mal sueño recordando sus experiencias cuando fue arrestada y juzgada.

Celda de Castigo (IV)

Ehhh… ¿Qué pasa?

Abro los ojos, me duele un poco el cuello y la espalda, intento estirar… ¡¡¡Ayyy!!! Las esposas. Me hago cargo, sigo esperando en el banco, iba a declarar sobre la “ducha” a la mierdosa de Marga. Me quedé dormida… Acabo de revivir la detención en el aeropuerto, vaya recuerdo feliz.

El oficial me acaba de despertar. Lo debe haber hecho con una mínima suavidad, pero yo no he despertado muy bien. Tengo la cara y el cuello de la camiseta empapado...

Celda de Castigo (III)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Tercera entrega.

Celda de Castigo (III)

Sigo esperando sentada y mirando mis manos veinte minutos después. No puedo parar de agobiarme con preguntas, ¿Cuál será el castigo?, ¿Al volver seré el “punching bag” de todas las guardias, me castigarán a la mínima? Sin llegar a traer a las chicas aquí, a veces nos privaban del patio, a alguna la dejaron toda la tarde y toda la noche esposada a su cama. A ella misma la hicieron trabajar toda una tarde, limpiando los baños. Algunas chicas trabajan limpiando, otras en cocin...

Celda de Castigo (I)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Primera entrega.

Celda de Castigo (I)

Pitido ensordecedor, molesto… Suena el timbre… Es el despertador. Son las siete. No quiero despertar, no quiero levantarme… La cama es dura y estrecha pero al menos estoy caliente bajo las sábanas. Me retuerzo, posición fetal… el pitido sigue sonando.

De mala gana, dormida y bostezando pero me levanto… Sé que si no vendrán a hacerlo a la fuerza y será peor. El resto de chicas del barracón van haciendo lo mismo. Se forman dos colas de chicas en bragas, algunas llevan c...

Celda de Castigo (II)

Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Segunda entrega.

Celda de Castigo (II)

La Nazi continúa llevándome, no sé adonde. Está un paso detrás de mí. Me agarra firmemente el codo derecho, me empuja con fuerza, como quien quiere rendir a un animal rebelde. Duele un poco y eso que no me resisto. Me cuesta seguir su ritmo, anda rápido.

Salimos al patio… es un cuadrado (una plaza) de cincuenta metros de lado. Ahora está desierto, por la tarde está lleno y todas las guardianas vigilan en la acera del borde. Tenemos prohibido pisarla sin permiso.

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