María, mi querida perra VI
¿Una iniciación?... ¿Un premio para la sumisa?
Capítulo quinto
Unos días después
Después de una larga jornada de trabajo en el despacho, Alejandro regresaba a su casa un poco antes de la hora habitual, sabiendo que allí le esperaba una esclava que estaría encantada de satisfacer todos sus deseos, y él, secretamente, disfrutaba sometiéndola, viendo cómo ella se comportaba como un perrillo faldero, feliz de satisfacer a su Amo y sin provocar situaciones desagradables como sí le había ocurrido con otras esclavas que había adiestrado ant...