La primera de Héctor
Héctor ya siente la necesidad de sacudir el polvo. Y para ello va a acudir a una aplicación de citas por Internet.
Héctor entró por la puerta del bar disimulando su nerviosismo a flor de piel. Era la primera vez que entraba a ese bar, en un barrio completamente distinto a aquel en el que vivía. A pesar de sus veinte años bien cumplidos, era la primera vez que iba a reunirse con una potencial cita. Una que apenas conocía mucho.
No sabía mucho de él. Tan solo que se llamaba Pablo. Durante los últimos días había estado hablando con él a través de una aplicación de citas. Habían entablado buenas migas y compartían alg...