El sobrino Kike III
Fué en el mismo garaje. Salir del coche y acercarse a mi. Ponerme aquel collar recién adquirido, notar el cuero en mi cuello y sentir como la piel de mi cuerpo se erizaba, fue todo uno.
Fué en el mismo garaje. Salir del coche y acercarse a mi. Ponerme aquel collar recién adquirido, notar el cuero en mi cuello y sentir como la piel de mi cuerpo se erizaba, fué todo uno.
A partir de ahora lo llevarás puesto en todo momento dentro de casa, solo te lo podrás quitar cuando tengas visitas ignorantes de lo perra que eres. Este collar y debajo de la ropa los sujetadores que hemos comprado y que dejan al descubierto tus pezones.
No puedes pedirme esto, Esto no. Está la sirvienta.
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