Visitas a mi vecino (El padre de Oscar)

¡Ahí va la madre que me parió!. Ahora resulta que también le gusto a los niñatos.

Después de estar un buen rato contemplando la pequeña orgía que se habían montado Hugo y el “Gordo” con el Rafa. No podía evitar desear follarse a ese macarra.

  • ¡Joder!, es que me gusta mogollón. Tengo que seducirle como sea.

Volvió a su habitación y se vistió para salir a la calle. Solo eran las 21:55.

  • ¿Donde coño estará mi abuelo?…

Bajó a la puerta de la calle para vigilar la salida de Rafa de la casa de Eladio.

Y, por fin, apareció Fermín

  • ¡...

Emilio (El Rufián - 1ª parte)

¡Precioso!... te vamos a follar hasta que pidas socorro.

Entre sueños, Emilio escuchó a su tata Dolores hablando con otra mujer. También volvió a oírla en la cocina, hablando con Marcos, antes de irse a Almería de compras con su hermana. Luego, percibió el olor a limpio de la ropa tendida en el pequeño patio que había junto a su habitación y también sintió las manos de su abuelo abriéndole las nalgas para humedecer su agujerito.

  • ¡Ahy!… abuelo, ¿eres tu?… dijo, sin apenas fuerzas.

Todavía no tenía fuerzas ni para abrir los ojos, pero sentía l...

Visitas a mi vecino (El mirón)

Se quedó quieto, mirando, sin atreverse a nada. No podía moverse.

Esa noche Diego soñó con Rogelio; y por la mañana, su abuelo le encontró acariciando la almohada. Tuvo que despertarle, porque ya eran las ocho y cuarto; y todavía no le había preparado el desayuno.

Le tocó en el hombro

  • ¡Diego!...¡Dieguito, hijo!... despierta, ¡que vamos tarde!...

Y le zarandeó un poco…

Somnoliento; y haciendo un gran esfuerzo Dieguito contestó...

  • Hola, “abu”, ¡buenos días!

  • ¡Mira!, vete levantando, que voy a bajar a por unas...

Emilio (Tarde-Noche)

Sin que Emilio se lo propusiera, había llegado puntual a la cita nocturna.

Al terminar de comer, salieron al porche y se sentaron en la mesita de mimbre.

Marcos rebosaba de alegría viendo a su nieto hecho todo un galán; no podía dejar de mirarle mientras se tomaban el café que les había servido Dolores.

Pero, procuró no estar mucho tiempo; no fuera que su nieto se diera cuenta de que lo miraba demasiado. Y se disculpó con él, pretextando que estaba muy cansado.

Cuando Dolores terminó de arreglar la cocina, salió al porche

  • ¿Y Marcos?

...

Emilio (En la playa)

Al llegar a la playa, vio a Santiago con sus amigos, que estaban sentados en la arena y protegidos del sol por una sombrilla bastante grande.

No es que hiciera frío, pero apetecía meterse en la cama; y se fueron a la pensión a dormir.

A las 6:30 sonó el despertador de Tobías. Se levantó y se metió en la ducha.

Emilio, se despertó y estirándose le miró con una leve sonrisa y cara de sueño.

-¿Que hora es?

  • Todavía no son las siete

  • ¡Bff!... ¿ya nos vamos?

  • Tengo que estar en Motril a las 11:30

Se levantó; y se metió el pantalón del chándal, que realzaba su culo, aún más que el...

Visitas a mi vecino (Una pequeña fiesta)

¡Toma, precioso!, que te voy a dar de comer para todo el mes.

Después del entreno, se encontró con Edu en la entrada del vestuario.

  • No ha venido Loren, ¿que raro?... ¿sabes algo?

  • ¡No!

Y movió la cabeza de un lado a otro.

  • ¡Bueno!, entonces... ¿quieres que te de un masaje?

  • Me vendría fenomenal, Edu. Pero, ha venido mi abuelo a decirme que tengo que ir a casa a ayudarle con un tema y no voy a poder quedarme esta tarde.

  • ¡Que pena!…

¡bueno!, otro día será; y se fue a la sala de masajes.

...

Emilio (Una noche en Jaén)

Y así, cenamos de una vez ¿no?

Sin saber porqué, el recuerdo de sus abuelos estaba muy presente últimamente. En especial, el de su abuelo Marcos.

Ahora vivía en un pueblo de Madrid con su madre. Pero eso era algo que no le importaba en absoluto.

Ni le daba... ni le quitaba.

Fue a ver a Agustín, que nunca le negaba nada y le pidió dinero para ir a San José. Y, sin decirle nada a Lola, preparó su mochila y salió a la carretera.

Enseguida le paró un camión que iba a Motril; a Tobías no se le escapaba...

Visitas a mi vecino (el mareo)

Entré en la habitación con él y le ayude a acostarse...

Eran las cinco de la tarde cuando empezamos a comer.

A James, se le antojó comer paella; y no sé, como a esas horas, Pedro consiguió que nos hicieran un par de paellas en un restaurante de carretera.

Luego, volvimos a repartirnos en los coches; y a Chencho y a mi nos dejaron en Príncipe Pío.

Cuando llegué a mi casa, no había nadie; mi abuelo había salido.

Así que, le llamé al móvil.

  • ”Abu” ¿donde estás?

  • ¡Hola, hijo!. ¿Ya has llegado?. Estoy en e...

Leo

Después he sabido que el, por su parte también trabajaba para que nos conociéramos y , por eso voy a relatar esta historia como continúa.

LEO...

Por fin he tomado la decisión de contaros algo que me ocurrió cuando llegué a Tierra. No pude evitarlo. Y creo que debo hacerlo. Fueron unos días de tremenda excitación para mi.

Vivía en el mismo edificio que yo y me había cruzado con él varias veces, sin que me llamara la atención en absoluto, pero hace como un par de meses, un día de los que me levanto temprano, me dio por asomarme a la ventana y ... ¡Zas!… justo enfrente, en una de las ventanas que dan a un patio interior del e...

Visitas a mi vecino (Un día de campo)

Y al darme la vuelta para ver lo que me rodeaba, vi que el rio todavía seguía ahí.

Loren y yo íbamos atrás. Nos entreteníamos escuchando a esos dos loros que son Mario y Chencho, a los que no les faltaba tema de conversación, y mirando por la ventanilla.

Pero, poco a poco, se me fueron los ojos tras esas piernas que marcaba Loren bajo el pantalón del chandal; y sentí ganas de meterle mano.

Casi me lanzo.

Pero me di cuenta que no procedía, así que me conformé con acercarme y apoyar mi cabeza sobre su hombro.

Enseguida me sentí en la gloria. ¡Como me...