En la peluqueria

Mi mujer monta una peluqueria. Infielidad consentida y sumisión.

La Peluquería.

Fue ella quien tuvo la idea. Crisis, paro, ruina. Y un marido complaciente y que disfrutaba entregando a su mujer. Bueno más que disfrutar, se resignaba viendo como ella le ponía los cuernos.

Hasta en eso me engaño a mí mismo. Tengo tan poco carácter que ni quiero reconocer la verdad. No me agrada. Desearía que no fuera así, pero me gusta tan solo porque ella me lo manda.

Y si no te gusta, te vas, calzonazos. Y yo, me quedo en casa y no digo nada cuando ella se va con s...