Carta a mi hermano Yves du Saint-Simon

Así es como le contesto una carta que me envió pidiendo mis consejos acerca del cunnilingulis.

Civitas Orbi, Invierno Anno Domini MMIV

A mi querido hermano Yves du Saint-Simon:

En respuesta a tu angustiada correspondencia en donde me pides consejo acerca de las satisfacciones sexuales que un hombre debe saber dar a la mujer en sus entrepiernas utilizando como instrumento amatorio la lengua, debo decirte que fue de lo mas acertado que te dirigieses a mi solicitando ampliar tus pocos conocimientos al respecto, ya que los míos son muy extensos y sé que de ahora en adelante, después que...

El Saciador Insaciable

Carmel (Puki-Puki) tenía severos problemas con la eyaculación. Por casualidad encontró la manera de saciar y de saciarse.

El Saciador Insaciable

Por César du Saint-Simon

I

¡El que acabe primero se queda con la página del medio! Dijo aquel niño de unos catorce años de edad a sus otros tres compañeros mientras caminaban por las piedras de un riachuelo que exploraban.

¡No! ¡El que lance el chorro más lejos gana! Opinó el larguirucho.

¡Vamos a hacer puntería! Quien le pegue un lechazo en la cara a la mujer de la portada, se queda con toda la revista. Respondió el más grandote de tod...

Virgen y Mártir

Iracema le daba a los hombres todo, menos una cosa.

Virgen y Mártir

Por César du Saint-Simon.

I

Cuando Iracema estaba frente al altar, vestida de blanco, para desposarse en santas nupcias, los amigos de la novia que estaban en la Iglesia le miraban su deseable culo, por el cual todos habían pasado, despidiéndose de él en silencio y evocando aquellos sicalípticos días en que lo calaban groseramente con vicio y depravación. Aquella concurrencia de hombres sabía que su futuro esposo sería "el afortunado" porque había decidido llevarla...

El Noveno Hueco

Los hombres tienen siete orificios naturales en su cuerpo, las mujeres ocho, pero ella tiene El Noveno Hueco.

El Noveno Hueco

Por César du Saint-Simon

I

Después de los bombardeos atómicos sobre aquellas dos ciudades, un grupo multinacional de servicios médicos llegó para ayudar a los sobrevivientes. Los quemados fueron los primeros casos en ser atendidos, luego fueron apareciendo personas con diferentes trastornos en su cuerpo. Mishuchi Takaro presentaba sangramientos por todos sus orificios corporales, los médicos lo único que sabían es que se trataba de algo grave y lo que más podían hacer...

Alsacia, Yo y Lorena

Alsacia y Lorena son hermanas y yo vivo entre las dos.

ALSACIA, YO y LORENA

Por César du Saint-Simon

I

Alsacia es la hermana mayor de Lorena, con solo nueve meses de diferencia, razón por la cual la madre de ambas falleció en el alumbramiento de Lorena. Yo nací entre Alsacia y Lorena en la familia del paraje de al lado. El orden de nuestra llegada a este mundo, es el orden en que hemos andado juntos por la vida. Estamos unidos desde la infancia. Aprendimos a caminar el mismo día, primero se incorporó Alsacia, luego yo y después Lor...

Paró de Llorar

Cuando mi suegra enviudó repentinamente, se mudó a nuestra casa pero no para amargarme la vida.

PARÓ DE LLORAR

Por César du Saint-Simon.

I

Cuando la madre de mi esposa enviudó repentinamente, al día siguiente ella estaba viviendo en nuestra casa y mi vida cambió para siempre. Ella no vino a amargarme la vida, ni mucho menos a facilitármela, simplemente todo cambió para siempre.

Mi suegra es una mujer joven como para tener una hija ya casada conmigo, es decir, empezó temprano: mientras a mí me limpiaban los mocos de la cara, ella ya jugaba con su muñeca de carne y h...

Tratos con El Tiempo

Las cien cosas que un hombre debe hacer antes de cumplir los treinta años.

TRATOS CON EL TIEMPO

Por César du Saint-Simon.

staba de pasajero en un largo y aburrido vuelo diurno sobre el Océano Pacífico, ya no sabía si tenía que almorzar, cenar, tomar una siesta o cuando es que mi organismo me iba a pedir una sentada en el baño del avión.

La línea aérea realmente se esmeraba en hacer que el tiempo transcurriese lo más ameno posible. Nos ofrecían comida a cada rato, las bebidas eran gratis, la sonrisa de las azafatas no desaparecía de sus rostros, había ...

Mi Ama de Llaves

Un joven millonario ayuda a su ama de llaves a enfrentar el mounstroso falo del marido.

MI AMA DE LLAVES

Por César du Saint-Simon.

a gran mayoría de los hombres están en la falsa creencia de que las mujeres se sienten más mujeres y más satisfechas sexualmente cuando son penetradas por un pene con las proporciones de la "Verga de Triana" con protuberancias y venas a punto de estallar y una cabeza que escupe lava, y más aún si el propietario de esa descomunalidad de falo es un negro "Mandinga".

Pongan atención a este relato y créame que lo que aquí se dice que pasó,...