El bar

Una nueva situación escatológica sigue a la que ya tuvieron Claudia y Javier en el salón de su casa. De nuevo Claudia se excita y no puede evitar cagarse encima.

Hacía algo más de un mes que sucedió aquel episodio escatológico con Claudia. Aquel dichoso día de aventuras que empezó en el salón, siguió en el supermercado y terminó de nuevo en el salón parecía haberla dejado tranquila. Desde entonces mi vida con Claudia había sido normal. Éramos una pareja normal en todos los aspectos excepto cuando le cogía aquella vena loca que la ponía fuera de sí y porque no decirlo, también a mí. Aquel mes transcurrió como supongo que transcurre para la mayoría de los jóvene...

En el salón

Claudia quiere que Javier se la folle en el salón.

Al llegar a casa colgué la chaqueta en el perchero del recibidor. Venía cansado de trabajar, había sido otro de esos días corrientes pero agotadores. Justo al dejar la chaqueta me acordé que los jueves eran el día de la compra.

Claudia, Claudia... La llamé mientras abría la puerta que daba al salón.

Entonces la vi. Estaba de cuclillas en el centro del salón. Se encontraba sobre una toalla de baño, agachada, con las piernas abiertas, enseñándome la pelambrera de su coño, mirándome con aq...

Una cagona en casa

Javier se da cuenta que tiene una cagona en casa.

Podríamos decir que nuestra amistad se inició en aquel semáforo camino de su casa. A aquel primer encuentro siguieron otros, salidas de marcha, al cine, visitas a su casa, algún polvete delicioso, en fin lo normal entre dos personas adultas. Ella tenía veintiséis años y yo treinta. En aquel periodo lo ocurrido aquel día no se manifestó en absoluto. Poco a poco congeniábamos más. Ella era simpática, bonita, apetecible, inteligente... En fin, todo lo que puede pedirse a una mujer y yo supongo de debía p...

El semáforo

Una situación de incontinencia une a Claudia y Javier y da paso a posibles futuras relaciones.

Me fijé en ella cuando andaba delante de mí por la acera. Era una chica no muy alta, debía medir aproximadamente un metro cincuenta y siete, su melena le llegaba hasta la cintura, una hermosa melena castaña que se movía siguiendo los contoneos de sus caderas y los caprichos de la brisa fresca que soplaba. Iba presurosa con su faldita corta, blanca, que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas y sus sandalias de tacón alto y tiritas. Era un andar elegante a pesar de la prisa que demostraba....

La cita

Conoceremos como se desarrolla el principio de la primera cita con María.

Después del calentón que me pegó Marta, la tarde del sábado transcurrió tranquila. Desde el viernes por la noche era el primer rato que había podido permanecer sin sobresaltos. Era como si ella hubiera decidido que podía darme un descanso. Descanso relativo si pensamos que la historia que me contó por la tarde me había dejado con un fuerte dolor de huevos.

El ritmo al que me había sometido había sido frenético. Mientras mirábamos la tele estuve repasando las situaciones mentalmente: El calentón...

Ya me gustan las pocilgas

Termina la exposición sobre el nuevo cariz que toman las relaciones sexuales entre Marta y Miguel.

María aparcó el coche en un lado del camino y me dio un trapo.

-Quiero que limpies el asiento. Me disgustaría que algo hubiera traspasado y hubieras ensuciado el cuero del asiento. Luego coges los calzoncillos sucios y los guardas en un bolsillo.

Marta ya había bajado y me estaba observando como obedecía las ordenes de María.

Por fin decidieron que era hora de partir. Me cargaron las mochilas y bebimos abundante agua los tres. Debían ser sobre las nueve y media de la mañana y el día...

La Historia

Miguel le pide a Marta que aclare un poco más sus relaciones con María.

Habíamos terminado de comer.

Primero limpió el recibidor para que volviera a quedar inmaculado. No permitió que quedara la más mínima huella del salvaje polvo que habíamos echado justo al llegar a casa. Abrió una ventana de par en par para que desapareciera el olor. Luego preparó la comida, lo hizo con cariño y dedicación. Yo pude ver el telediario y luego me llamó a la mesa. Volvía a ser mi mujercita. Mi modosa mujercita. Estuvimos hablando de problemillas laborales y de lo trabajadores que son...

María

Marta explica a Miguel la relación sexual de su amiga María con su marido y lo que ha influido en ella.

Nos despertamos tarde, alrededor de las once. Mejor dicho, me despertó ella. Se había puesto de cuclillas sobre mi cara, con el coño abierto sobre mi boca.

Buenos días cariñín.

Apenas abrí los ojos y tomé conciencia percibí un intenso olor a coño.

Dime cielo: ¿huele bien?

Muy bien Marta. Huele a dueña de pocilga.

¿Tiene sed mi cerdito?

Ayer noche te ensuciaste el culo de dormida.

Ya lo sé. Me di cuenta en cuanto me desperté.

Estaba muy cerca cuando suced...

La noche

Marta, la protagonista de los dos anteriores relatos, está cambiando la mentalidad de Miguel. Este nos cuenta sus reflexiones cuando llegan a casa después de la cena.

De regreso a casa, después de habérmela follado, apenas hablamos. Ella estaba muy dulce y cariñosa. Apoyó su cabeza en mi hombro durante todo el camino y casi se durmió.

Yo, en cambio, me mantenía bien despierto.

Por fin llegamos. Era una casa unifamiliar, con la planta baja, el primer piso y un jardín razonablemente grande rodeándola. Una casa como correspondía a un matrimonio de clase media acomodada.

Ella era funcionaria y yo daba clases de termodinámica en la universidad.

Ap...

El regreso a casa

El matrimonio de el relato "la mañana" sigue mostrandonos el cambio que ella imprime a sus relaciones sexuales.

La salida del restaurante fue algo digno de verse.

La gente estaba más que atenta a los felinos movimientos de mi mujer.

Ella iba delante de mí, y la falda le marcaba unas nalgas respingonas que hubieran sido la delicia de más de uno de los comensales masculinos que allí se encontraban. Las botas altas casi hasta el inicio de la falda solo dejaban ver un trozo de muslo. ¡Joder! Aquel trozo de muslo de apenas unos centímetros era la atención de todos y porque no decirlo de todas, además, al...