Dominando a Nasha II

Examinando las capacidades de mi nueva trabajadora

Al día siguiente, por la tarde, me llamo mi amigo el doctor.

  • ¿Cómo lo llevas?- me pregunto- oye, la chica que me has mandado, no tiene nada. Esta sana como un tomate. Por cierto, me parece que esta algo asustada por ese hermanastro suyo que lleva.

  • Tranqui doc. Ya conoces a esa gente: cuando esta el hombre, la mujer calla. Como ha de ser. Aquí hace tiempo que hemos perdido las buenas costumbres. – le conteste tranquilamente.- Bueno, pues ya vendrás a cobrar tus honorarios con la chica que qui...

Dominando a Nasha I

Una musulmana es iniciada en la prostitución en mi club

El otro día, trabajando en el club, uno de los porteros me dijo que tenia una visita. Eran una pareja de marroquíes de piel oscura, un chico y una chica bastante mas joven que él. Iba vestido de forma normal, ni muy arreglado ni en harapos y ella llevaba un traje tipo túnica pero sin cubrirle la cara.

Les pregunte que querían y el chico me respondió que buscaba trabajo para su hermanastra. Explique a la pareja que no necesitábamos camareras y que en aquel lugar solo trabajaban chicas dispuestas a acos...

Reconversión III

Tras comprobar que peggy esta sana, empezamos con las modificaciones corporales

Mientras escuchaba el tono de llamada por quinta vez en veinte minutos, pensaba que los de la compañía de telefonía eran una verdadera pasada. Allí estaba yo, en un supermercado de un pequeño pueblecito de la costa, escuchando ya el séptimo tono de llamada a un móvil del pleistoceno que se encontraba en medio de un parque natural, introducido en un condón que lo protegía de los gérmenes que podría tener en el coño una okupa y el muy cabrón seguía teniendo cobertura. Me encanta el siglo XXI.

Cuando alc...

Dominando a Amelia (II)

Un centro comercial es un buen lugar para ver de que pasta esta hecha esta cria y ella demuestra que tiene ganas de aprender, por exigente que uno sea... Dominación, azotes, humillación y sexo con desconocidos

No le dio tiempo a hacer otra cosa que a cerrar los ojos de forma instintiva cuando el marroquí empezó a correrse sobre su cara. Recordaba como el calido liquido la salpicaba y como las arcadas le subían desde la boca del estomago hasta la garganta. Tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por no vomitar allí en medio. Recordaba como se habían empezado a formar preguntas “¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué no estoy en el colegio?” pero todavía recordaba con mas intensidad haber percibido, unos segundos después de la ey...

Dominando a Amelia (I)

Toda pequeña sumisa tiene su inicio en algún momento. Y esta estudiante de tercero de ESO empezó a lo grande, sin darse cuenta que tenía un gran futuro por delante Dominación, humillación y sexo con desconocidos

Había llegado la hora de presentar a Amelia en sociedad. Tras un par de años de duro adiestramiento hoy, en el día de su dieciséis cumpleaños, recibiría su collar de esclava y la marca que la distinguiría como de mi propiedad. Estaba realmente guapa. El corsé de cuero negro realzaba sus operadas tetas mientras las dejaba al aire para que se vieran. Sus pezoncitos agujereados y unidos por un cordón de fino oro se encontraban enhiestos, al contacto con el frió metal. El tamaño de la prenda también dejaba ver...

Reconversión II

Sabrina desaparece y su lugar es ocupado por peggy, quien todavía no acepta su destino

Una de las obligaciones de un amo es cuidar de sus pertenencias y más si todavía no están adiestradas para lo que se pretende.

Cuando Nando termino con los cuarenta correazos que se merecía Sabrina por su desobediencia, la solté de la presa de las botas. Como si fuera un paquete cayó al suelo y con las manos se empezó a frotar su dolorido y rojo trasero

  • No hagas eso, te infectaras las heridas con las manos llenas de tierra que tienes – le comente a la recién iniciada. Me agache y le quite las...

Reconversión (Noche de marcha II)

Al ver a Sabrina preñada y haciendo malabares en la calle, nuestros protagonistas no pueden pasar por alto su deber cívico y deciden apartarla de la calle… a su manera.

No habíamos recorrido  ni diez metros cuando nuestra obligación cívica nos hizo llamar a la policía local. Lo que estaba haciendo aquella preñada iba claramente contra las ordenanzas municipales. Se veía que estaba embarazada, pero aquella cría ya había delinquido al intentar robarle el ordenador a nuestro amigo hacia siete meses y ahora lo seguía haciendo. Afortunadamente, es bueno tener amigos en todas partes y más si son policías. Así pues, saque el móvil, busque el número adecuado y lo marque. Después d...