Una mami necesitada llamada Silvia
Las hembras, cuando tienen hambre son capaces de salir a cazar incluso sin acordarse de cómo se hace y encuentran casi siempre lo que buscan, en ocasiones con aquel menos esperado.
Silvia era una de las muchísimas madres del colegio. Recién alcanzados los 40 era una rubia de bote con el pelo largo y la cara permanentemente pintada con un maquillaje ligero, el justo para no denotar sus incipientes arrugas de expresión. De complexión normal, sus tetas eran acordes con su cuerpo, es decir, no más de una talla 85 de sujetador y en ocasiones, según qué modelo elegía, se notaba que la edad y la gravedad estaban haciendo efecto en su busto. Era la típica mami de pantalón tejano permanente pe...