El jardinero negro y mi madre
A mi madre le gusta que el jardinero le riegue su huerto.
Vivimos en una urbanización de chalets de clase media a las afueras de la capital. Casi todos los vecinos nos conocíamos, y los chismes y rumores corrían como un reguero de pólvora. Lo último que se oía era que unos de los jardineros, un chaval negro de veintitantos años, se estaba follando a alguna de las vecinas de la urbanización.
Claro, nadie pensaba que su mujer, madre o hermana era esa vecina. Mis colegas y yo apostábamos quien sería la guarra que se lo estaba follando.
- Alguna que...