La noche del ciego (1/2)

El que iba ciego (de pastis) era él, que yo me había controlado bastante. Por eso mi amiga me pidió que me lo llevara a casa, como si fuera su canguro. Sólo por esta noche, me dijo, y para mí esa noche fue más que suficiente...

Nota del Autor: Este relato va dedicado a Edu, fuente inspiradora, y agraciada espalda y trasero del sur de Madrid. No sé si lo leerá algún día, pero quiero dejar constancia de ello. Para tod@s l@s demás: "Be always semen, my friends".

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Confío en que Carlos nunca lea esto, porque probablemente no le haría mucha gracia saber que voy contando lo que pasó aquella noche a un numeroso grupo de pajilleros (entre los que, por supuesto, me i...

En un Internado

Lo peor que le puede pasar a un par de chavales que pretenden estudiar sin distracciones en un exigente internado, es que les obliguen a compartir habitación con un rebelde muy salido de algún curso superior.

Silo y yo estábamos a nuestra bola, muy tranquilos con nuestros apuntes, yo estudiando sobre la cama, con las bambas pisando la colcha sin problemas y la cabeza del lado de la ventana, para recibir la claridad de la mañana. De vez en cuando le hacía una pregunta a mi compañero de cuarto, y él me la respondía o no, dependiendo de si sabía la respuesta. Silo tenía los codos apoyados sobre el escritorio, tratando de concentrarse para aprender las definiciones casi como si fueran su nombre y apellidos.

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Cumpleaños 2.1: El Armario Móvil.

Un nuevo cumpleaños, en esta ocasión el de Laura Morales, una chica con pinta de mosquita muerta que nos dejó sorprendidos. Igual que Gonzalo, su primo cachas, que nos tuvo algo descolocados a Valero y a mí con sus misterios...

EL ARMARIO MÓVIL.

-¿Cómo se te ocurra proponer otra vez el jueguecito del Armario, y se dé la casualidad de que salga un papelito con tu nombre, Valero, te corto las pelotillas, ¿entendido? -esto se lo dijo Sabina a mi querido amigo en un susurro, cuando apenas habíamos bajado del 4x4 de mis padres, y antes incluso de darle un tierno beso en la mejilla.

Tierno y casto como tenía que ser, dado que un montón de adultos nos rodeaban. El cumpleaños de Laura Morales había sido el 26 de abril, p...

La Mili de mi Primo Cesc.

Estaba a punto de licenciarse, pero antes de eso, él y su uniforme nos hicieron vivir a los dos un momentazo de la ostia. Y es que mi primo Cesc es un tío de puta madre

Cada fin de semana que Cesc, mi primo catalán, pasaba de permiso en mi casa, yo me acababa matando a pajas. Por la mañana, intentando pillarle con la trompa bien dura; después, cuando coincidíamos en el lavabo ‘por casualidad’ (eso parecía siempre) mientras él se duchaba; por la noche, si me hacía el dormido mientras él se la cascaba con una peli porno...

El último fin de semana antes de licenciarse, a principios de julio, nada más llegar ya me avisó de que venía cachondo perdido porque llevaba ...

El Chico de la Moto

Ella apareció en mi vida un día, de repente. Me refiero a la moto, una impresionante Kawasaki. El dueño, el encargado de cabalgar aquella salvaje yegua, el auténtico chico de la moto, fue un misterio para mí hasta que dejó de serlo...

Era una Kawasaki de color azul metalizado. Grande e imponente, con dos relámpagos de fuego tuneados bajo el asiento y siempre la misma pitón (cadena) verde fosforito enganchando su rueda delantera al poste de la señal de tráfico. La vi aparcada frente a mi portal durante un par de semanas hasta que empecé a prestarle más atención.

Vivo en un pequeño edificio de nueva construcción (tiene menos de dos años), en la zona nueva de una micro ciudad en expansión. Los seis apartamentos de que dispone fu...

Rompiendo Tópicos: Religiosos (y 2)

La sombra de la Congregación es muy alargada y el arrepentimiento es el peor enemigo de la diversión. Aunque hay una solución satisfactoria para todos y puede que los tres rubitos predicadores acaben desatándose sin complejos...

Volví al salón tras beber dos buenos vasos de agua fresquita y echar una meada interminable. Allí me encontré con una desilusionante sorpresa: los chicos habían vuelto a ponerse sus camisas y corbatas, aunque ya no estaban tan alineados como al principio. Y lo más curioso es que reinaba un silencio casi sepulcral, como si estuvieran camino del purgatorio y se preparasen para llegar bien acicalados.

-¿Qué ha pasado, chicos? ¿No me digais que ya habeis acabado? -era evidente que los tres habían de...

Rompiendo Tópicos: Religiosos (1)

Mitos y Tópicos del imaginario Gay. En esta ocasión, jovencitos predicadores buscando TU salvación, vicio pecaminoso, y sexo entre Hermanos (de congregación)...

(Aviso para lectores: si eres una persona creyente, mucho ó poco, te recomiendo con respeto que inmediatamente evites este relato. El protagonista no es creyente, y sus opiniones pueden resultarle ofensivas a quien lo sea. El Autor no se hace responsable de que este aviso sea ignorado, pero leeré con placer cualquier crítica hacia lo aquí descrito. Be always semen, my friend...)

En los relatos eróticos con temática religiosa, para bien o para mal, los curas, sacerdotes, monjas, monaguillos, etc....

Rober y su Hermano Isaac

¡Quiero follarme a Isaac!, pero sé que es inalcanzable. Rober lleva buscándome desde hace tiempo, y si su hermano Isaac nos pilla echando un polvo en su habitación, pues que cierre la puerta o que se apunte...

Rober y yo teníamos en aquella época quince años, aunque él estaba a punto de cumplir los dieciséis. Él fue mi mejor amigo durante toda la época del instituto: moreno, ojos claritos, tripón, y con un bigotillo muy cutre y rancio del que no se quería desprender. "Afeitarse es como la guerra, tío. Una vez empiezas, ya no hay marcha atrás", ponía siempre como excusa. Yo era sólo unos meses menor, y en general aparentaba ser más crío.

Aquel finde en que sucedió lo que me apetece contar, los padres d...

¿Somos sólo amigos, Mateo? (3)

Santi apenas se puede creer que Mateo le haya puesto en bandeja aquel pedazo de vecino llamado Joaco. Y ya metidos en faena, el propio Mateo se anima, sólo un poco antes de empezar a arrepentirse de haber organizado aquel encuentro.

Por más que miraba a aquel pedazo de bigardo llamado Joaco, no me hacía a la idea de que uno de los motivos por los que estaba en casa de Mateo era para enrollarse conmigo. Yo pensaba:

"A mi amigo se le ha ido a la olla. Mateo no tiene ni puta idea de cómo funcionan las cosas. Ha creído que si su vecino es maricón, y su mejor amigo también... ¡pues que algo tiene que pasar! Como si nos viera a los gays como animales en perpetuo celo. Pero éste tío no tiene pinta de haber venido aquí a enrollarse...

¿Somos sólo amigos, Mateo? (y 4)

Antes de que este intenso sábado llegue a su fin, Santi va a intentar descubrir dónde están los límites de la relación que tiene con Mateo, hasta ahora su mejor amigo...

Joaco se había descargado a gusto sobre mi cara, Mateo parecía estar enfadado con el mundo, y yo le preguntaba a aquel tipo con apariencia de armario ropero si podía llamarle cuando tuviera ganas de comerle la polla otra vez.

El silencio que se hizo tras mi pregunta dejó claro que el ambiente estaba algo más que tenso en aquel salón, pero nada de aquello lo había provocado yo, y la actitud de Mateo se me antojaba como la rabieta de un niño chico. ¿Qué es lo que le había molestado, que Joaco brom...