Con mi panadera habitual (2)
Nuestro segundo encuentro fue mejor aún, por fin pude follármela, incluso me dejo que se la metiera por el culo. Esa mujer es una diosa.
Ni que decir tiene que desde que Olga, la panadera me obsequió con aquella colosal mamada en la trastienda de la panadería (narrada en mi anterior relato),cada vez que pasaba cerca de la panadería inmediatamente se me ponía dura como una piedra.
Como es normal no tardé mucho en volver a visitarla, de hecho al día siguiente estaba allí plantado. Pero dado que la visita tuvo que ser por mañana , solo pudimos intercambiar un par de frases, pero suficientes para quedar a cenar esa misma noche.
A...