Abusando de la china
Un inspector del gobierno amenaza con cerrar un restaurante si la dueña no acepta tener sexo con él.
Entro al restaurante chino. Como representante del gobierno del área de licencias de funcionamiento de negocios, me gusta intimidar a los extranjeros, quizás por resarcir las humillaciones que recibí por ser afroamericano, como le llaman ahora, o el negro, como me dicen en la oficina. Llegué de inmigrante a este país huyendo del hambre y la miseria que había en el mío. Poco a poco, y más con maña que con inteligencia, fui escalando puestos hasta llegar a donde ahora estoy. Y no es que sea el gran pues...