El Bautismo de la Rubia
Las opciones van aumentando y Luisa no deja de sorprenderme
Nos quedamos adormilados los dos y cuando nos espabilamos ya era tarde para ir a algún sitio. Comer en casa era la mejor opción y cuando le dije que yo preparaba la comida se ofreció a ayudarme. Como le dije que no era necesario y ella insistía la puse a hacer limpieza en casa. Tenerla en pelotas limpiando las lámparas subida a una escalera tenía su punto. Me tocó tener que ir a supervisarla a menudo y que le metiese mano durante las supervisiones le hacía el trabajo un poco más incómodo, pero no protes...