Microbuseando
Me recosté sobre el cristal del lado de mi asiento pero nunca cerré los ojos. Abrí ligeramente las piernas para mover mi cuerpo y permitir que Pepe me pudiera ver desde atrás.
Hola queridos amigos y contactos:
Antes de comenzar mi relato el día de hoy, quiero enviarles un caluroso y cachondo saludo, esperando que me hayan extrañado mucho. Desgraciadamente y por falta de tiempo, estuve algún tiempo sin relatarles nada. Espero pues, que este sea un buen reinicio y saben bien que para cualquier situación, mi correo así como mi corazón están abiertos para ustedes (aunque bien me imagino que les gustaría que les abriera las piernas verdad? Ja, ja, ja, no por el momento). ...