La terapeuta: comienzo de la verdad (II)

Marta, más tranquila, comienza a relatar su relación con una mujer

Hacía mucho tiempo que Marta no dormía tan plácidamente, sin pesadillas que la atormentasen, sin angustias que la despertasen en medio de la noche. Estaba despierta sobre la cama cuando sonó un golpe en la puerta y se abrió, apareció una joven enfermera

que le traía una bandeja para desayunar: un zumo de naranja natural, un poco de café con leche y una tostada con mermelada de fresa.

No tenía mucho tiempo, en apenas media hora tenía que ir de nuevo al despacho de Carmen, una lástima pensó, la...

La terapeuta: comienzo de la verdad

Marta es internada por sus padres en el psiquiátrico privado de una amiga después de que se intentara quitar la vida, la búsqueda de las razones destapa toda una serie de secretos familiares que permanecían ocultos.

Sentada en un diván azul, agotada y todavía algo mareada, Marta , una joven de 22 años delgada y bajita, escucha la voz de sus padres hablando con una mujer desconocida al otro lado de la puerta. Ella tiene la mirada fija en la pared de enfrente de aquel minúsculo despacho, con apenas una gran mesa, con su silla y una estantería detrás llena de libros de psicología. Hablan de ella, nota como sus padres están alterados al contrario que aquella mujer que se nota tranquila, lo único que sabe es que es íntima a...

El placer del engaño

Carlos nunca imaginó que los engaños les serían tan placenteros

Aquella mañana en el hospital la vida de Carlos parecía volver a la normalidad, hasta hace unos días siempre había disfrutado de una familia feliz, pero desde el accidente de Ana, la hermana de su mujer, la vida se había transformado en una pesadilla. Aquel accidente parecía cambiarlo todo y a los que más quería, principalmente su mujer que estaba hundida. Era su hermana pequeña, apenas se llevaban dos años de diferencia y se parecían mucho, hasta el punto de que la gente las confundía a simple vista. Ambas...

La decisión

Majo se encuentra en una lucha dentro de si misma por un hecho casual y único que le hará tomar extrañas decisiones.

Soy una mujer corriente de 30 años, estaba felizmente casada y mi vida no era diferente a cualquier mujer. Desde hacia unos años, mi trabajo en un colegio me había permitido vivir junto a mi marido, al que amo sobre todas las cosas. Desde hace unos años, Simón y Marta, compañeros de trabajo, se habían convertido en mi más íntimo grupo de amistades; en especial Simón, con el que había surgido una química especial, aunque lejos de lo que se pueda pensar.

Aquel día Simón no vino a trabajar, se había pedi...

La necesidad abrió sus piernas

Una situación complicada puede desembocar en situaciones inimaginables, eso lo aprendió Marta cuando la crisis llegó a su bar y conoció a Juanjo.

Juanjo era un joven de 23 años de una familia adinerada, en la vida nunca había tenido que hacer nada que no fuese gastarse su cuantiosa paga semanal; por eso, siempre pensaba que unos cuantos euros eran suficientes para conseguir todo lo que quería. Además de dinero, Juanjo era un hombre bastante atractivo, lo que le había servido para aumentar su éxito entre las mujeres, enamoradas de su metro noventa y cuerpo atlético. Solía ir todos las mañanas al despacho de un abogado amigo de sus padres, un par de ho...

Atrapada en el engaño

Cuando engañó a su marido, no imaginaba quel final que el destino le tenía preparado.

Me casé muy joven con el amor de mi vida, nos conocimos en el instituto del pueblo y desde aquel instante nuestras vidas quedaron unidas para siempre. Vivíamos felices en el pueblo, con el negocio familiar de piezas de coches. Hace medio año nos trasladamos a vivir a Madrid, la empresa iba tan bien que se había expandido a nivel nacional y mi marido se hizo cargo de ella. Era la vida que habíamos soñado y disfrutábamos a nuestros cuarenta años del fruto de todo nuestro esfuerzo. Además yo entré a trabajar e...

La Gestoría (2ª parte)

Peter sigue su venganza con la complicidad y ayuda de Alisa.

La noche estaba en calma, nada dejaba entrever lo que hace pocos minutos acababa de suceder en aquel apartamento. Después de ducharnos, nos habíamos puesto a cenar, una sencilla ensalada de pasta. Incluso Alisa parecía distinta, estaba relajada y contenta, lejos de la seriedad y distancia que trasmitía en el trabajo. Ese clima de tranquilidad nos dio confianza para hablar de nuestras vidas. Empecé contándole mi vida, casi des del comienzo, hasta como había acabado en el apartamento esa noche, Alisa bajó la...

La Gestoría (1ª parte)

“Era la oportunidad de mi vida”, no dejaba de sonar en mi cabeza desde lo más oscuro de aquella sucia celda, cinco años sin dejar de pensar porqué ella me había arruinado la vida sin ningún motivo. Mañana saldría de allí, decidido a vengarme de esos años perdidos en la cárcel.

Todo había empezado el último curso de la facultad, ese año estaba siendo una locura, había conocido a una chica maravillosa y preciosa, era alta y esbelta, se notaba que iba al gimnasio, siempre vestía elegante con grandes escotes en pico, apretando sus pequeños pechos, no era de extrañar que llamara la atención, la verdad es que yo tenía la misma complexión;  ambos éramos huérfanos y conectamos al instante, en apenas un par de meses nos habíamos casado.

Pero fue en la fiesta de graduación cuando tod...

Del odio a la envidia 5 (Fin)

Cuando acabo el diario empieza una nueva vida para mi

Mi madre no dejaba de sorprenderme, podría creerme todo pero el que tuviera sexo con una mujer era algo que jamás lo hubiera pensado de ella. Lo más extraño es que leyendo, yo misma me había imaginado en las escenas y me resultaban excitante.

Al pasar la página, el diario estaba en blanco, fue una pequeña desilusión pues me lo estaba pasando bien, aunque realmente no tuve mucho tiempo para lamentarme ya que sonó el timbre del apartamento; coloqué rápidamente el diario en su sitio y me apresuré a abrir...

Del odio a la envidia 4

Cuarto capítulo de este diario.

Había acabado de leer cuando me sobresaltó el sonido del reloj que adornaba la pared del salón, sin darme cuenta el tiempo había volado y el último autobús había pasado hace un buen rato; no me quedó más remedio que llamar a mi novio para que viniera a buscarme, aunque debió ser de las pocas veces que me había alegrado de un olvido así.

Sin perder tiempo cogí el móvil y le escribí un mensaje lo más caliente que se me ocurrió, al que adjunté una foto de mi pezón desnudo, así seguro que se daría más pri...