El Experimento 4: El poder del instinto.
Este cuerpo tiene mucho que ofrecer y mucho que enseñar. Estoy viviendo un sueño y siento que el mundo está a mi merced.
"Una, dos... cuatro... seis..."
Seis mujeres completamente desnudas de piel blanca como la leche postradas ante mí en poses sumisas a la par que provocativas. Todas ellas poseían cuerpos despampanantes: con grandes pechos, anchas y perfectas caderas y espesas melenas rubias, castañas y pelirrojas. Ninguna de ellas era morena, todas tenían ojos verdes y azules y todas me miraban muy fíjamente.
Yo me sentía muy cómodo, parecía flotar en una nube. Y al moverme un poco, me dí cuenta de que tenía la...