Unas vacaciones distintas
Un extravio, provoca unas vacaciones distintas.
Unas vacaciones distintas.
A mis catorce años, vivíamos en un barrio de Montevideo, donde nos habíamos mudado luego de la separación de mis padres, a mi el cambio no me había sentado bien, y se podría decir que era el muchacho mas revoltoso de la clase, mis notas eras pésimas, sobre todo en matemáticas, y mi conducta peor, mi madre había sido llamada en el transcurso del año unas siete u ocho veces al colegio y me había llevado 9 de 12 materias, las cuales debía rendir en marzo a fin de no repet...