¡No me seas loco!
El autor refiere un suceso morboso ocurrido en la mañana de hoy
ALGO COMPLETAMENTE INESPERADO (b)
¡No me seas loco!
Esta misma mañana tuve que reírme de mí mismo. Peor hubiera sido sonrojarme, no hay duda. De haberlo hecho me habría delatado, sin querer, obviamente; pues hubiese dado a sospecha que, quien esto anónimamente escribe, tras su apariencia de ordinaria formalidad, también pertenece -en oculto- a ese grupo de gentes que, en el siglo, se entretienen, se masturban, se relacionan y se corren en solitario, sin contacto carnal alguno, eso sí: exaltados...