¡No me seas loco!

El autor refiere un suceso morboso ocurrido en la mañana de hoy

ALGO COMPLETAMENTE INESPERADO (b)

¡No me seas loco!

Esta misma mañana tuve que reírme de mí mismo. Peor hubiera sido sonrojarme, no hay duda. De haberlo hecho me habría delatado, sin querer, obviamente; pues hubiese dado a sospecha que, quien esto anónimamente escribe, tras su apariencia de ordinaria formalidad, también pertenece  -en oculto- a ese grupo de gentes que, en el siglo, se entretienen, se masturban, se relacionan y se corren en solitario, sin contacto carnal alguno, eso sí: exaltados...

La flor de Jalisco

El autor refiere comportamientos tópicos de habituales en los chats de sexo.

ALGO COMPLETAMENTE INESPERADO (a)

La flor de Jalisco

Quienes tengan el vicio de navegar en internet al través de los chats del sexo, y acostumbren a embarcarse con frecuencia en ellos, por cualquiera de sus categorías o salas de encuentro, y que, en su soledad y o aburrimiento, se enganchen cual posesos, en platicar con unos y con otros, en ese enorme suburbio universal, tan poblado de compulsivos maniacos masturbacionistas, febrilmente poseídos de onanismo perpetuo, eso que el vulgo llama pajil...

Vete a chuparla

Un lector mu cabreado escribe al autor...

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 13

“Vete a Chuparla”

Remitido. Transcribo carta recibida hoy mismo. Me la envía un lector que, habiendo visitado mi último relato aquí, “necesito que me folles, Javi”; ha tenido a bien enviarme una carta de protesta, en toda la regla, con la rúbrica final de “Vete a Chuparla”, la cual quiero dar a conocer, y dice así:

“Señor cornudo y confeso, aprovecho que su email aparece en la cabecera de los cuentos suyos, para poder, permítame la expresión y e...

Necesito que me folles, Javi

Nueva confesión y ya van unas cuantas abriendo camino al polvo de la guagua

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 11

Necesito que me folles, Javi

Tras la dialéctica batalla verbal que, con su propio aparato de silencioso acaloramiento, mantuvimos del modo que pudieron ver, en la crónica anterior, quien esto escribe con el otro yo de uno, a causa del procedimiento narrativo de la cosa; considero oportuno el convenir ya, ahorita mismo, sin dilación sin tregua sin rodeo, sin pérdida de tiempo y menos de interés, urgentes resoluciones, cirugía de hierro, para alcanzar d...

Fóllame Javi, dame fuerte, no pares

A la quinta vez el cornudo desvela el lugar dónde sucedió el polvo maravilloso de su amante, y poco más

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 10

Fóllame Javi, dame fuerte, no pares…

Obviamente, y ya por segunda vez, debo pedir excusas por la demora que el relato lleva en satisfacer según debe, hasta la última gota de sudores, de flujos y de lefa, su propósito divulgativo, o sea: recordar y contar un polvo fantástico, que mi amante Rosa había echado, por los años en que estuvimos separados, con un conductor de autobús, según ella apoteósico, y que disfrutaron ambos, en la soledad del campo, los...

Su coño pidiendo guerra

El cornudo confeso avanza, aunque poco, en la narración de preliminares del polvo fabuloso de su Rosa en el autobús

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 9

Su coño pidiendo guerra (1)

Sí, por supuesto que sí, se lo dije casi sin pensarlo, sin que mi cerebro lo procesara al completo, se lo advertí con la mirada y señas lascivas de los labios míos, en un arranque de turbulencia súbita que tampoco yo había previsto ni fantaseado así. Se lo comuniqué sin especulación, sin el más mínimo rodeo, exenta de vergüenza, con todo mi deseo vivo de mujer adicta al sexo, como una gata en celo refregando su chichi por lo...

El triángulo negro de mi chocho (2)

El cornudo, auxiliado por la zorra, continúa acercándose al polvo del siglo en el autobús de ñínea

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 8

El triángulo negro de mi chocho (2)

Esta mañana me ha despertado el zumbido del móvil anunciando mensaje. He mirado de quién era y, para gozo del morbo mío, es Rosa. Lo leo: ¡Eres un cabrón! Si, yo lo sé bien, la clase de cornudo que tú eres, cariño, pero le das muchos rodeos a las cosas que cuentas y la gente se cansa, me canso yo siendo la puta protagonista… Así que espabila. O mejor, deja que yo termine de una vez y descubra cómo fue aquel polvo ino...

El triángulo negro de mi chocho

El cornudo continua relatando la confesión de su amante quien le cuenta un polvo fabuloso, en sus principios

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 7

El triángulo negro de mi chocho

Lo más probable, hasta seguro incluso, es que, alguno o bastantes de los lectores que soléis visitar estas confesiones, quién sabe si también alguna lectora intrépida o furtiva; podréis recapacitar, haberlo hecho y, por ejemplo, a propósito de la anterior entrega (¡Qué polvo tienes, viajera!), preguntaros y preguntarme: ¿Cómo es que apenas comienzas la historia pareces estar al borde de un ataque de placer, después lo ob...

¡Qué polvo tienes, viajera!

De como la Rosa le empieza a contar a su ex una historia de vicio, haciéndole una paja.

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 6

¡Qué polvo tienes, viajera!

En efecto, y como era de esperar, en el momento en que Rosa, recostada en mi hombro, con sus tetas maravillosas encima de mi pecho, y en su mano diestra mi polla, empezó a contarme: Cariño, cabrón mío, el conductor de un autobús que me ligué… di un resoplido enorme y no tuve más remedio que decirle: Para, para cariño, puta, calla; y es que me sentía venir la corrida como una catarata de leche imparable, del gusto que tenía t...

Su puta, como tú me enseñaste a ser (1)

El cornudo recuerda a una mujer que lo corneó, y otras historias

CONFESIONES DE CORNUDO CONVICTO Y CONFESO 5

Su puta, como tú me enseñaste a ser (1)

Mi segunda pareja, concubina Rosa, con quien compartí tantísimos sudores follando a solas, o con otras personas, casi cinco años en que vivimos juntos; se apartó de mí, nos separamos de modo turbulento al cabo de ese tiempo, y a la muy puta, faltándole y necesitando la seguridad que le daba un compañero hombre, a los tres o cuatro meses de la ruptura se vistió de blanco y fue al altar, así fuese virgen, cuando ha...