Mirando desde la ducha
El calor, el cansancio... Con agua y espuma, todo desaparece a los ojos de quien mira.
Llegue a casa sobre las 8, con la mente aun nublada de las horas pasadas en el trabajo, entre tantas cifras y números, una termina pensando que se va a transformar en una maquina como el propio ordenador, pero ya daba igual estaba en casa y hasta mañana, el resto de la noche era mía. Agotada, necesitaba relajar mi cuerpo, disfrutar de mí y de mí tiempo. Tras dar un par de vueltas por al casa, cerveza recién sacada de la nevera en mano, decidí que lo mejor seria deshacerme en un largo y calido baño. Re...