Puta la madre, puta la hija (3ª parte).

"De tal palo, tal astilla: puta la madre, puta la hija", es lo que escuché en el velatorio de mi abuelo de boca de las beatas del pueblo en que nació mi madre. Iba a demostrarles lo que una auténtica puta es capaz de hacer.

DE TAL PALO, TAL ASTILLA: PUTA LA MADRE, PUTA LA HIJA (3ª parte).

Eran las diez de la mañana cuando por fin llegamos a la Iglesia, ubicada en medio de una ancha avenida denominada, según mi madre, “calle grande”. A pesar ser tan temprano, el calor ya se hacía notar. En la puerta de la Iglesia, de estilo románico con un frontal de piedra de color gris, había varios hombres charlando. Mientras caminábamos hacia la entrada, me fijé en que todos ellos portaban brazaletes negros. Algunos llevaban una v...

Puta la madre, puta la hija (2ª parte)

"De tal palo, tal astilla: puta la madre, puta la hija", es lo que escuché en el velatorio de mi abuelo de boca de las beatas del pueblo en que nació mi madre. Iba a demostrarles lo que una auténtica puta es capaz de hacer.

DE TAL PALO TAL ASTILLA: PUTA LA MADRE, PUTA LA HIJA (2ª PARTE).

Después de ducharme, pensé que significaba para mi madre “vestirse con recato”. ¿Una falda larga? ¿Un jersey de cuello de cisne, quizás? Estábamos en pleno mes de Agosto, con temperaturas por encima de los 35 grados, y no era el momento de lucir ese tipo de prendas. Pero, además, es que en mi armario no había ropa “recatada”. Mi madre nos educó en que la mercancía hay que enseñarla, en que una buena puta debe serlo las 24 horas del d...

Saciando mi ninfomanía (2ª parte).

El sex-shop de Joaquín no era muy grande. Tras el vestíbulo que daba acceso a un pequeño mostrador rodeado de vitrinas con juguetes sexuales de todo tipo (bolas chinas, consoladores, muñecas hinchables, etc), había un largo pasillo con ocho cabinas de vídeo a cada lado del mismo. Y al final, otra pequeña sala circular plagada de vitrinas y estanterías donde se mostraban películas porno de todos los géneros.

SACIANDO MI NINFOMANÍA (2ª parte).

El sex-shop de Joaquín no era muy grande. Tras el vestíbulo que daba acceso a un pequeño mostrador rodeado de vitrinas con juguetes sexuales de todo tipo (bolas chinas, consoladores, muñecas hinchables, etc), había un largo pasillo con ocho cabinas de vídeo a cada lado del mismo. Y al final, otra pequeña sala circular plagada de vitrinas y estanterías donde se mostraban películas porno de todos los géneros.

Nada más entrar, vi que estaba bastante concurrido...

Saciando mi ninfomanía (1ª parte).

Siempre he tenido todo lo que he querido, ya que siendo una tierna e ingenua adolescente descubrí que siendo una golfa descarada es fácil triunfar en la vida porque los tíos piensan más con la bragueta que con el cerebro. [...]

SACIANDO MI NINFOMANÍA (1ª parte).

Acabo de cumplir 35 años y al echar la vista atrás me doy cuenta de lo afortunada que soy en la vida. Siempre he tenido todo lo que he querido, ya que siendo una tierna e ingenua adolescente descubrí que siendo una golfa descarada es fácil triunfar en la vida porque los tíos piensan más con la bragueta que con el cerebro. Y así lo he hecho desde hace casi dos décadas. Me he aprovechado de mi físico y de mi talento natural para dar placer tanto a hombres como a mu...

MI SOBRINA (6ª parte).

Continúa el adiestramiento como puta de mi sobrina Bárbara.

MI SOBRINA (6ª parte).

-         Sólo quedan un par de horas para que llegue Mamen y aún vamos muy retrasadas – comenté mientras mi sobrina seguía contemplándose en el espejo y pasando los dedos lentamente por las letras “p-u-t-a” del collar.

-         ¿Qué más nos queda por preparar?

-         Aún tenemos que decidir exactamente tu ropa para recibir a Mamen. Aunque ha dicho que te va a comprar algo, no podemos esperar a que lo traiga. Cuando llegue debemos estar ya preparadas para lo...

Mi sobrina (5).

Continúa el relato de cómo mi sobrina Bárbara se inicio en el mundo de la prostitución; y los planes que tenía para ella.

MI SOBRINA (5ª PARTE).

Era habitual que tras una noche de sexo sin límites durmiese plácidamente hasta las dos o las tres de la tarde del día siguiente. Sin embargo, aquella noche apenas si logré conciliar el sueño, emocionada por el rápido e inesperado giro que habían tomado los acontecimientos en relación a mi  sobrina. Por mi mente pasaban una y otra vez las imágenes de todo lo sucedido la noche anterior. Estaba tan sorprendida con el inesperado comportamiento de mi sobrina, como ilusionada por...

Mi sobrina (4)

Susi y yo atendemos a tres futbolistas extranjeros, ante la atenta mirada de mi sobrina.

MI SOBRINA (4ª parte).

Me encerré en el aseo de la planta inferior, una vez hube recogido la ropa que Susi me había dejado sobre el sofá del salón, para terminar de vestirme. Sabía que aquellas prendas durarían poco sobre mi cuerpo, pero uno de los reclamos de nuestro pequeño burdel casero era recibir a los clientes con lencería, ropa muy sexy o con eróticos disfraces de colegiala, enfermera o policía. Me enfundé las ajustadas medias negras de vinilo, me puse las braguitas de látex, enganché el li...

Mi sobrina (3)

La conversación con mi sobrina se desarrolla positivamente y acabo convenciéndola para que presencie cómo Susi y yo atendemos a tres clientes ...

MI SOBRINA (3ª parte).

  • Pero … ¿cómo puedes decir eso? – preguntó esbozando una mueca de asco - ¿Cómo puedes decir que ser puta es lo mejor del mundo? –añadió escandalizada.

  • Mira, Bárbara … cuando en lo más profundo de tu ser te nace la necesidad de tener sexo a todas horas – traté de explicar –; cuando no concibes tu vida sin hacer cada día esas cosas que nos has visto hacer en esos DVD´s a tu madre y a mí; cuando sientes que sin sexo la vida no tiene sentido …

- ¿Eso es lo que sie...

Mi sobrina (2)

Mis esperanzas de que la tradición familiar continuase estaban depositadas en Bárbara, la hija que mi hermana había parido cuando tenía 19 años, y a la que había ocultado a qué nos dedicábamos en la familia. Antes incluso de nacer, le hice una promesa ...

MI SOBRINA (II).

Dispuesta a saciar mi curiosidad sobre el especial y novedoso regusto del chocho de mi hermana encinta que había detectado al mamar aquella polla que acababa de follarla, me lancé directamente a su entrepierna, deshaciendo de inmediato el trío y empujando a Don Alfredo que, de pié frente a Alicia, follaba sus tetazas rebosantes de leche materna.

- ¡Ábrete bien, hermanita! – exclamé impaciente por meter la lengua en su dilatado chumino - ¡Necesito comerte el coño!

- ¡Tr...

Mi sobrina (1)

Mis esperanzas de que la tradición familiar continuase estaban depositadas en Bárbara, la hija que mi hermana había parido cuando tenía 19 años, y a la que había ocultado a qué nos dedicábamos en la familia. Yo era partidaria de que la niña supiese la verdad desde pequeñita, que fuese asimilando como algo normal que su madre, su tía y su abuela eran putas.

MI SOBRINA (I).

Nunca olvidaré el día de mi trigésimo tercer cumpleaños. Por varias razones. La primera porque mi hermana Alicia, Susi y mi madre me prepararon una fiesta muy especial. Fue mi primer y único cumpleaños, hasta ahora, en que conseguimos reunirnos las cuatro. Después de cenar, soplar las velas de la tarta y brindar con champán francés, comenzó la fiesta de verdad. Mi hermana, que seguía ligada a la industria del porno, aunque llevaba años más centrada en la dirección y producción de p...