Una historia real
Esta no es una historia unicamente de sexo.
Era un día soleado del mes de Marzo en Barcelona e iba yo con mi moto por la Vía Augusta, he de decir que vivo fuera de la ciudad, que bajo a diario en moto y que soy un gran aficionado a los coches, las motos y la velocidad, por lo cual de una forma inconsciente siempre que veo un coche que me gusta acelero hasta que lo alcanzo aunque solo sea por verlo de cerca, aquel día así lo hice un mercedes SLK azul eléctrico con unas llantas AMG preciosas, aceleré y para no perderlo me pase el semáforo en ámba...