Fin del mundo IV
Antes de la cita con Pedro y Eva, nos calentamos un poco entre nosotros
El fin del mundo IV
Llegué a casa con una mezcla de excitación y sentimiento de culpa. Por suerte no había nadie.
Llamé a Mario.
-¿Ya estás en casa? – me dijo.
-Sí, ¿dónde andáis?
-Estamos dando una vuelta con Luis y su hijo. Luego tenía pensado dejar a las niñas en casa de tu madre. ¿Qué tal con Eva?
-Bien, muy bien, ya te contaré.
-Entonces, ¿esta noche quedamos con ellos?
-Sí, claro.
-Vale, vale. Luego nos vemos.
Mientras se llenaba la bañer...