Zorreando con su prima I

Mi cabeza empezó a imaginar aquel pedazo de coño, pensando cómo debía ser meter la polla entre esos dos grandes labios, sentir como se abrían alrededor de mi miembro y lo aprisionaban, comenzando a rondar un gran deseo de follármela.

Era principios de verano, yo regrese después de casi dos semanas de viaje por cuestiones de trabajo, cuando llegue a Madrid como a las 11:30 de la mañana del sábado, deje la bolsa y llame a María a casa, se puso su madre y me dijo que no estaba, que había salido con su prima y que se quedo a dormir en casa de esta. Colgué y me fui a dar una ducha mientras esperaba que me llamase, pues habíamos quedado para ir a comer, yo no tenía el teléfono de la casa de la prima y tampoco quise pedírselo a la madre de María, pues no tenía mucha confianza con ella, puesto que llevábamos saliendo apenas un año y medio.

A eso de las 12:30 me telefoneo, contándome que había salido con su prima por el barrio de esta, se le hizo tarde y  prefirió quedarse a dormir allí, puesto que los padres de esta no estaban y así  aprovechar para hablar de sus cosas, pues llevaban un par de meses sin verse. Ellas se llevaban muy bien y solían quedar bastante para salir, tenían casi la misma edad e incluso parecían hermanas por el parecido físico,  son las dos morenas, delgadas y con un par de tetas de quitar el sentido ambas dos, aunque la prima más exagerada, usara una 120 o 130

Me dio las señas de la casa de ella y fui a recogerla, la dije que se diera prisa porque íbamos a salir fuera de Madrid a comer, por lo que en 20 minutos me presente en la casa de la prima, llame al telefonillo y la dije que bajase.

A los pocos minutos se abrió el portal y salió María. Por la cara que traía se la veía que había dormido poco y bebido mucho. Entro en el coche me beso y arranque, me fije que llevaba una falda con una apertura delante y esta estaba como desgarrada. Dejaba ver su muslo por completo.

La empecé a preguntar socarronamente,

¿Qué habéis zorreado mucho ayer?

Señalando y haciendo alusión a la falda, se rio y me comento que se le había abierto la raja, porque era muy estrecha y le quedaba muy ceñida y como habían estado bailando hasta tarde, con el movimiento se le había ido descosiendo. Se recostó en el asiento y echo el culo hacia delante dejándome ver todas sus piernas y casi hasta las ingles por el roto. Note que estaba caliente y me puso a mí también abriendo y cerrando sus piernas y pasando sus manos por ellas.

Lleve mi mano hacia su muslo  y cuando pose esta, soltó un suspiro. Empecé a acariciarla por el interior de sus muslo y ella abrió las piernas todo le permitía la falda, fui subiendo mi mano hacia su entrepierna y fueron incrementándose sus suspiros a la vez que retorcía despacio su culo en el asiento muy sensualmente.

Me dijo que porque no íbamos mejor a un motel a pasar el día en vez de a comer por ahí, pues me comento que estaba muy cachonda y le apetecía pasar la tarde follando. Seguí el ascenso de mi mano, mientras conducía, hasta llegar a su braga, pase un dedo por sus labios por encima de la tela y note que las llevaba húmedas, la aparte la costura hacia un lado, volví a pasar mis dedos por los labios de su vulva y efectivamente estaba totalmente encharcada. Introduje los dedos en su mojada raja, soltó un gemido y cerró los ojos, mientras se mordía su labio inferior y rozaba suavemente con sus dedos los pechos a través de la abertura de su blusa. La dije que se soltase algún botón más para poderla verla mejor y así lo hizo, se desabrocho un par de botones, dejándome ver parte de su pecho y como introducía sus dedos por dentro del sujetador y rozaba su pezón.

Seguí camino del motel masturbándola con una mano mientras conducía. Me di cuenta de la exagerada cantidad de líquido que tenía en el interior de su vagina, era mucho y bastante espeso, saque los dedos, me los mire y exclame:

¡Tú has estado follando, pedazo de  zorra!, esto es una corrida.

Enseñándole mis dedos pringosos y con grumos blancuzcos, se puso nerviosa, soltó un “ahii” como de remordimiento y me conto:

Que su prima le había llamado diciendo que estaba sola en casa y que si se venía a pasar el día y comer allí. Después de comer se pusieron a hablar de sus cosas y decidieron retocarse el tema de los pelillos sobrantes en sus cuerpos.  Se fueron para el baño y quedaron las dos en braguitas y sujetador, comenzaron con sus piernas y axilas y luego se pusieron con sus ingles, se quitaron sus bragas quedando las dos con sus sexos expuestos. María le dijo a su prima –¿vaya pelambrera que llevas no?. Esta tenía un pronunciado monte de Venus, lleno de pelos por el cual sobresalían sus labios interiores marrones y bastante grandes.

La prima la replico diciéndola que lo llevaba así porque la daba un poco de vergüenza de sus desarrollados labios y apartándose con los dedos los pelos de su coño  le enseño estos por completo. Tenían forma de mariposa y eran exageradamente gordos y largos. María la dijo que si eran un poco grandes, pero que los tíos eran todos unos guarros y no creía que no les gustase, así tendrían más carne que chupar, echándose a reír las dos.

Por comodidad y por la confianza que tenían.  María, comenzó a arreglar el pubis de su prima, esta se sentó en  un taburete frente a ella y María se acomodo sobre la tapa del inodoro, abrió sus piernas apoyando un pie sobre el borde de la bañera y el otro al suelo.

María  con delicadeza oprimía sus dedos sobre los labios de la prima y tiraba de ellos hacia la parte contraria a donde pasaba la maquinilla, para así no cortarla y apurar el rasurado, noto de vez en cuando estremecimientos en su prima mientras la manipulaba en su sexo, poco a poco le fue dejando depilada todo alrededor de su raja, asomando obscenamente sus labios desnudos. En la parte de superior la dejo una fina hilera de pelos. Terminó y la paso una toalla pequeña para limpiar los restos de jabón y algunos pelillos que quedaban, le separo los labios con sus dedos, dejándolos abiertos, replegados hacia el exterior de su vulva, permitiendo la visión del orificio de entrada de su vagina brillante y húmedo. La visión del sexo de su prima desnudo y el habérselo estado rozando la había excitado tremendamente.

Mi cabeza empezó a imaginar aquel pedazo de coño, pensando cómo debía ser meter la polla entre esos dos grandes labios, sentir como se abrían alrededor de mi miembro y lo aprisionaban, comenzando a rondar un gran deseo de follármela.

Después la prima procedió a arreglarla el suyo, comenzó a mojárselo y a extender jabón sobre él, cuando noto posar sus dedos contra sus labios, un placentero escalofrió le recorrió todo el cuerpo e hizo que sus pezones se irguiesen. Le vino a la cabeza cuando ellas dos eran más jovencitas y empezaban a experimentar en la pubertad con el sexo, que en varias ocasiones se habían tocado masturbándose o introduciéndose los mangos de cepillos o algún pepino o calabacín la uno a la otra, estos recuerdo y él suave toqueteo de los dedos de su prima por su vagina terminaron de excitarla. La voz de su prima la hizo salir  de entre sus recuerdos – Mari se me fue la mano y te metido un viaje en la hilera de arriba-. Habían hablado de cortárselo las dos dejándose solo una línea fina superior, María miro su coño y dijo –Vaya, que trasquilón, da igual- la prima la pregunto -¿te lo afeito por completo?, María quedo unos segundos pensándoselo y la dijo -voy a parecer una furcia, pero va a ser lo mejor - la prima continuo dejándola por completo pelado su coñito, la limpio al igual los restos con la toalla y mirándoselo la dijo –pues queda muy erótico,- y alargo su mano para tocarlo, María se estremeció con el roce y la prima la dijo –¡cochina si te estás poniéndote cachonda!- pasando sus dedos por su raja.

María rio respondiendo que sí, que había estado acordándose de sus escarceos lésbico-filiales de  la adolescencia vividos entre ellas mientras la depilaba, y que el toqueteo de sus manos junto a los recuerdos la habían puesto caliente, la prima  rio también y asintió, -menudas marranuzas salidas que éramos, nos metíamos de todo en el chocho-poniéndose las dos a recordar entre risas de sus aventuras , la prima la continuaba pasando divertidamente el dedo entre sus labios y observando curiosa el sexo desnudo de María, se acerco más ella, junto sus dedos anular y corazón hundiéndoselos dentro a la vez que la cogía una mano a ella y la guiaba hacia su coño diciéndola –ven vamos a darnos un alivio-.

Estallaron las dos en una sonora carcajada y empezaron a bromear diciéndose obscenidades en tono jocoso, pero con sus manos jugando cada una en el sexo de la otra. Sus palabras fueron acallando transformándose poco a poco en gemidos de placer. Acrecentaron el ritmo de sus manos hasta que casi al unisonó llegaron al éxtasis. Sin dar más importancia a lo ocurrido la prima la dijo –que bien me ha sentado, pero ahora necesito una buena polla- volvieron a reírse, se levantaron y fueron a ducharse para vestirse y salir.

Yo la interrumpí, la había metido los dedos dentro de su coño pero no me había percatado del rasurado total de su sexo, la dije que me lo enseñara, se giro hacia mí, levanto su culo del asiento y se bajo el tanguita hasta medio muslo, alzo su falda, me miro y me pregunto -¿te gusta?- lleve mi mano hasta él y lo agarre entero estrujándoselo con mis dedos.

Continuara...