Zorra

Nunca se sabe en que puede terminar una reunión de compañeros

Zorra

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Título original: Bitch

Autor: desconocido

Taducido por GGG. Febrero de 2001

Fuiste a la reunión del college sin esperar mucho. Sabías que tu compañera de habitación estaría fuera el fin de semana, pero como no tenías ninguna cita, te imaginabas que sería un fin de semana solitario.

Entonces Dave se acercó y se presentó a sí mismo. Era muy guapo, a la manera de Steve Guttenberg, pelo negro rizado, buenos músculos, y su vaquero ceñido te ofreció una buena vista de su culo. Después de pedirte un baile empieza a atacar duro. Decides, Qué demonios, y mencionas que tienes un apartamento para ti para el fin de semana. Incluso la familia que vive arriba en la casa está fuera visitando a sus parientes.

Los dos llevasteis el coche, de modo que consigue tus señas y dice que recogerá alguna bebida y algo de comer por el camino. Te lanzas a casa y cómo te has sentido cachonda todo el día, decides ponerte algo que resulte sugerente. Vas a tu armario y te pones el sostén rojo que se abre por delante, una blusa blanca que tiene un cuello escotado y un par de vaqueros ceñidos. Ya llevabas tus bragas negras casi transparentes.

Dave toca el timbre mientras te pones la última gota de perfume en el valle entre tus pechos.

Abres la puerta y Dave entra. Cuando empieza a hablar te das cuenta de que lleva un par de copas. Abre la bolsa para enseñar una botella de litro de ron que ya está casi medio vacía. Ya no intenta hacer progresos, habla como si fueras suya y fueras a hacer lo que él quisiera. Va a la cocina y trae un par de vasos.

Echa bebida para los dos y no teniendo que preocuparse de la concurrencia, te agarra el culo. Antes había intentado con todas sus fuerzas ser suave, ahora está borracho. Tú, por otra parte estás terriblemente caliente. De esa forma te cameló y cuando intentas pensar que hacer para salvar la noche él pasa borracho a la fase dos. Se levanta y te agarra el pecho izquierdo como si fuera su dueño. Cuando le retiras tu blusa se rasga desparramando tu pecho a la vista.

Ya es suficiente. Le das en la mandíbula con tu derecha. Aunque el puñetazo no era gran cosa, cae, y cuando vas hacia él está claro que entre tu puñetazo y su borrachera está muerto para el mundo.

Estás realmente enfadada. Con gran esfuerzo consigues levantarlo y arrastrarlo fuera de la sala de estar hasta el dormitorio.

Dave se despierta por la mañana, sorprendido de ser incapaz de moverse. Cuando se sacude un poco las sábanas se da cuenta de que no tiene ropa, está en una habitación extraña, y sus manos y pies están atados con firmeza. Dave lucha un poco, y finalmente llama. Tú estás en la parte de abajo y entras en la habitación llevando un camisón bastante transparente. Dave te ve y exige que le desates. Te ríes y le dices que tiene algunas deudas que pagar primero.

Dave suelta un taco. Tú silbas y entra Rex, tu pastor alemán. Rex parece como si trabajara a tiempo parcial como perro policía. Rex restriega su cabeza contra tu costado, mientras dices a Dave que no le gustará oír que nadie te grita. Le dices a Rex que vaya a la sala de estar y Rex sale obedientemente.

Tratas el comportamiento de Dave de la forma que tu profesor de tercer grado hubiera hecho en el caso de una pelea en el patio. Le dices a Dave que necesita cambiar de actitud, y no actuar como un niño de diez años. Al seguir Dave en plan rebelde, sales y vuelves con una afeitadora y un recipiente de crema de afeitar.

Te subes a la cama, y mientras Dave lucha, le agarras los huevos con una mano y le dices que si se mueve puedes cortarle algo. Al seguir retorciéndose aprietas más hasta que se queda quieto.

Estás enfadada por sus expresiones. Te desabrochas los botones de tu camisón, permitiéndole una buena aunque fugaz visión de ti que demuestra que tu pelo rubio es natural y se lo metes en la boca. Intenta mantener la boca cerrada pero una ligera presión lo arregla.

Sacas otra cuerda de debajo de la cama y se la enrollas al pecho para sujetarlo. También usas algo de cinta adhesiva para mantener su boca cerrada.

Le preguntas si le gusta tu sabor. No puede contestar pero quieres recordarle lo que se ha perdido por ser un capullo y estar borracho. Aplicas un poco de crema de afeitar y le cubres con ella el vello púbico. Le agarras la verga para hacer de palanca. Mientras le afeitas su vello púbico le dices que lo haces porque si quiere actuar como si tuviera diez años, debería aparentarlos.

Su polla parece tranquila en su situación actual, él se está poniendo a tono por lo que le estás haciendo. Mientras limpias lo último que queda de su pelo con lo que queda de la espuma, le dices que una de las cosas que te puso más furiosa fue que te hubiera puesto tan cachonda y luego no te hubiera satisfecho.

Hay un brillo de ira en tus ojos mientras le acaricias la polla y los huevos y le dices que cuando termines con él, sabrá cómo actuar con una mujer.

Le dejas solo unos 15 minutos y luego vuelves, llevando solamente la parte de arriba, pero con una cámara polaroid en tus manos. Empiezas a hacerle fotos. Como no está erecto cuando empiezas, le acaricias suavemente el miembro hasta que se le pone duro. Le haces otra foto diciéndole que quieres que resulte obvio que está disfrutando.

Sales de la habitación y cuando vuelves le dices que las has enviado a tu propio nombre, a casa de un amigo donde estarán a salvo. Si muestra una actitud apropiada le dejarás ver como las destruyes a mitad de la semana.

Todavía llevas únicamente la parte de arriba del camisón. Tu pelusa se muestra cuando te mueves alrededor, y puedes decir por su mirada que está muy interesado. Haces una exhibición doblándote hacia delante de manera que pueda ver tu culo y los flecos rubios que asoman entre tus muslos.

Sentada en la cama te estiras un momento para que tu montículo se vea al completo, y luego te echas hacia delante y empiezas a jugar con su verga. Puedes oírle gemir a través de tus bragas.

Le preguntas si le gusta tu tipo de sabor. Se retuerce al contacto con tu mano, pero agita la cabeza afirmativamente. Le preguntas si está listo para empezar a pagarte. Tu mano sigue acariciando su polla mientras él asiente de nuevo. Le preguntas si está listo para paladear la auténtica cosa. Asiente vigorosamente. Te levantas, apartándote de él. Él adelanta las caderas hacia tu mano que se va, pero tú te encaminas hacia el vestidor. Vuelves, poniéndote en la mano un poco de crema para las manos.

La extiendes sobre su polla. Arrancando la cinta de su boca, le quitas tus bragas de la boca, luego poniendo una de tus rodillas a cada lado de su cara, bajas tu masa resbaladiza de rizos rubios hasta su boca.

Su boca está bastante seca, pero tú estás tan húmeda que no supone un problema. Agarras el dardo de su verga, con cuidado de no tocar la cabeza (no estás lista para dejar que se libere de ninguna manera) y le acaricias mientras le das instrucciones sobre lamer coños.

Le dices que debe demostrar respeto o será amordazado de nuevo, y las fotografías circularán por todo el campus.

Dave se da cuenta de quién es el ama aquí. Sigue tus instrucciones al pie de la letra mientras tu consigues un orgasmo tras otro.

Después de hacerle parar para poder recuperar el aliento, miras al reloj y ves que son las 11:30 de la mañana del sábado. Tu compañera de habitación no estará de vuelta hasta el domingo por la noche. Su polla ha permanecido dura en tus manos durante casi 40 minutos.

Le dices que ha hecho un buen trabajo en su primer pago y luego buscas bajo la cama. Tu mano encuentra un collar de Rex y su correa. Le pones el collar al cuello y le dices que estás contenta con él y que planeas continuar con su entrenamiento. Luego desatas su pie izquierdo de la cama y lo atas a su pie derecho de forma que pueda dar pasos de aproximadamente un pie (unos 30 cm). Desatando su pie derecho haces que se ponga en pie. Sus manos siguen atadas a su espalda.

Le llevas al baño de la correa y le permites algo de intimidad. Luego le llevas abajo a la cocina y le haces el desayuno, alimentándole de la mano. Le llevas a la sala de estar y atas el extremo de la correa a la parte baja del pasamanos de las escaleras mientras vas a ponerte alguna otra cosa.

Le adviertes de que le castigarás si causa problemas. Estás en tu habitación cuando oyes abrir la puerta principal. Corres escaleras abajo llevando solo una camisa bastante larga cuando oyes la risa de tu amiga Lisa.

Lisa te pregunta que está pasando, y un poco sonrojada, la pones al tanto de lo que ha ocurrido. Mira a Dave, desnudo, atado, y con una correa y te pregunta si necesitas ayuda. Sonríes y le dices que sí.

Llevas a Dave al patio trasero. Tú has tomado el sol desnuda aquí antes porque tiene altas paredes de madera, y ahora tienes otra cosa planeada. Tienes a Dave sentado en una de las tumbonas y tú y Lisa revisáis su cuerpo de la forma en que tú imaginas que Jack Nicholson hablaría sobre una bailarina exótica en una película cutre. Las manos de ambas revisan su dardo a conciencia, mientras discutís sus puntos buenos y malos. Lisa te pregunta sobre su afeitado. Te ríes y dices que te apeteció en su momento. Le dices que es bastante bueno con la lengua.

Lisa quiere comprobar como de bueno. Te colocas a Dave en tu regazo como si fuera un niño malo, enganchando su polla entre tus fuertes muslos, mientras Lisa se quita el vaquero y pone su coño bajo su boca. Le dices a Dave que haga un buen trabajo, y empiezas a azotarle ligeramente el culo mientras lame el coño apasionado de Lisa.

Mientras Dave la lame le dices que este es su segundo pago y empiezas a azotarle más fuerte. Con manotazos sólidos y duros, aproximadamente cada segundo, remarcas sus lametones a Lisa.

Cuando sientes que intenta restregar su polla contras tus muslos te detienes y le agarras de los huevos, solo para recordarle quién es el jefe. Dave tiene más problemas para concentrarse esta vez. Le mantienes frustrado agarrándole los huevos cada vez que empieza a marcar un ritmo con su polla entre tus muslos, y azotas su culo enrojecido mientras lame a Lisa. Lisa le agarra la cabeza e intenta metérselo en la raja, pero él no puede ignorar tu castigo.

Finalmente Lisa dice, "Estoy tan cachonda, no puedo más. Dale la vuelta sobre la espalda." Entre las dos le dais la vuelta y Lisa salta sobre su polla, forzándola a entrar en su chocho hambriento, exigiéndole que la folle, aunque ella parece estar haciendo la mayor parte del trabajo. La visión te recuerda que todavía no has tenido su polla dentro de ti, y tus dedos son un pobre sustituto.

Saltando sobre tus rodillas desciendes tu chocho goteante sobre su cara, y le exiges que te coma. Su lengua es ahora más eficiente y empiezas a correrte casi de inmediato. Mientras lo haces, te encuentras apoyándote contra Lisa que primero te abraza (mientras sigue follándose la polla cautiva de Dave) y luego te besa.

Con la lengua de Dave yendo y viniendo sobre tu clítoris, te corres casi todo el tiempo, y tras uno o dos segundos abres la boca y pones tu lengua en la boca de ella. Unos segundos más tarde todo es una neblina orgásmica, su lengua, Dave lamiéndote, sus manos en tus pechos, torturando tus endurecidos pezones.

Oyes a Dave gemir desde debajo de tus muslos y sabes que después de todos los castigos de la mañana ha conseguido finalmente aliviarse. Tus manos buscan los pechos de Lisa, copándolos mientras tu deseo crece. Segundos más tarde los tres estáis tumbados en la hierba cada uno en brazos de los otros.

Miras a Lisa mientras recuperas el control, insegura sobre lo que acaba de ocurrir. Lisa te devuelve la mirada, y te pone la mano en tu coño bien lamido. Empieza a restregártelo atrás y adelante sobre tu clítoris, mientras se quita la camiseta con la otra mano. Cuando está desnuda, te quita la ropa, sin parar ni un momento la acción sobre tu clítoris. Mueve con suavidad su cara hacia abajo hasta él y empieza a lamer, con sus manos pasando suavemente por tus pechos.

Por el rabillo del ojos ves al pobre Dave, todavía atado de pies y manos, incapaz de quitar la vista de vosotras dos. Las lamidas de Lisa te sumergen en una cálida neblina. Se desliza entre tus piernas, mirándote a través del valle de tus pechos. Empieza apartando tus labios amorosos y lamiendo en primer lugar todos tus jugos disponibles, y luego, cuando te ve mirarla, sonríe y mete su lengua profundamente en tu interior.

Pones suavemente tus manos en los lados de la cabeza de Lisa, animándola con movimientos sutiles. Sus manos se deslizan hacia arriba por tu cuerpo, deteniéndose en tus pezones. Durante varios minutos juega con tus duros pezones y limpia tu chocho siempre húmedo. O bien ha hecho esto antes o tiene una maravillosa habilidad para ello.

Dave, tumbado sobre su espalda ha vuelto a su erección, pero tiene problemas para levantarse. Te das cuenta de que has encontrado una nueva forma de tortura; ver a dos mujeres desnudas practicando sexo a menos de dos pies (unos 60 cm) de él sin poder hacer nada al respecto.

Una de las manos de Lisa deja tus pechos, y va a tu agujero boquiabierto, sondeándolo firmemente. Gimes mientras empieza otro orgasmo. Antes de que hayas terminado de correrte la mano deja tu chocho y se dirige a tus regiones inferiores. Normalmente te hubieras opuesto, pero entrando como estás haciendo tú en los lances del orgasmo, te limitas a gemir más fuerte cuando la sensación se intensifica.

Lisa sigue lamiéndote mientras su otra mano adopta un movimiento de folleteo. Sientes como si te estuvieran haciendo el amor y comiéndote al mismo tiempo. Tus manos presionan hacia abajo la cabeza de Lisa con urgencia aún mayor.

Lisa sigue actuando en tu entrepierna, pero balancea su coño sobre tu cara. Lo baja lentamente y empiezas a lamérselo, imitando sus actuaciones. Te sientes gratificada cuando la oyes gemir reaccionando a tu lengua.

Paladeas no solo los jugos de Lisa, sino que te das cuenta que también los de Dave. Los dos juntos hacen que parezca aún más prohibido, haciéndote sentir un poco más perversa. "Por favor, desatadme. No puedo seguir así mucho tiempo más." Suplica Dave cerca de ti. Lisa levanta la cabeza de tu raja y dice, "No podemos hacer eso, ¿verdad gatita?" Lisa deja su dedo en tu culo, pero pone su pulgar en tu otro agujero, continuando lentamente el movimiento. Su otra mano va al empalme de Dave. Desiste de agarrarlo y en su lugar recorre sus dedos a lo largo de su longitud, limitándose al contacto más ligero en su cabeza.

Dave le suplica que le desate, o haga algo por su polla. Está tan cachondo que apenas puede hablar. Lisa pone su boca cerca de la cabeza y sopla sobre ella. Lisa se ríe, un sonido divertido que puede ser perfectamente adecuado en una oficina, pero que resulta doblemente obsceno en este contexto.

Decides que no has acabado con Lisa y la coges de las caderas. La vuelves de espaldas, gimiendo un segundo mientras sus manos se escurren de tu entrepierna empapada. Te limitas a disfrutar de la sensación. Lamiendo todo lo que eres capaz, intentas llevarla al orgasmo lo más rápidamente posible. Los lamentos angustiados de Dave suenan a tu izquierda. Le ignoras. Cuando las manos de Lisa empiezan a empujar tu cara hacia abajo en su entrepierna, sabes que la has conseguido. Usas toda la longitud de tu lengua sobre su clítoris, presionando con fuerza en cada pasada. Sus muslos se unen a sus manos, atrapando tu cara en su cálida y almizclada humedad. Sus movimientos convulsivos amenazan con descoyuntarte, así que rodeas sus muslos con tus brazos juntándolos en la parte alta de su vello púbico, y continúas lamiendo, intentando controlar su locura, haciéndola pagar por ello interrumpiendo vuestro jueguecito.

Haces una pausa hasta que ella cae en un orgasmo particularmente violento, y luego muerdes su clítoris para intensificar la sensación. Ella cae de espaldas, casi inconsciente por la intensidad del orgasmo.

La haces que se dé la vuelta, cogiéndola por las manos y las rodillas. Accede sin darse cuenta de lo que ocurre. Consigues tenerla en tu regazo mientras te sientas en una de las tumbonas. Se siente aliviada de poder tumbarse un momento.

Tu primer azote en su culo le devuelve la consciencia. Los cuatro siguientes solo intensifican el calor en su culo. "¡La próxima vez, Lisa, llama antes de entrar!" Tienes atrapadas sus piernas azotadas con una de las tuyas. Plas, plas, plas. "¿Y quién te dijo que podías meter nada en mi culo?" Tienes su clítoris cubierto con tu otra mano, que pasa alrededor de su cintura, reteniendo en su sitio su culo oscilante.

Sigues azotándola, hasta que tus ojos descansan en la mesa del jardín.

Sigues acariciando su clítoris mientras azotas su culo, haciendo que sus orgasmos sean increíblemente intensos. Te detienes un momento para coger el silbato del perro de encima de la mesa. Soplas y segundos más tarde Rex está en el patio. Fuerzas a Lisa a separar las piernas mediante una combinación de fuerza y de un incremento de las caricias en su clítoris.

Llamas a Rex y le dices a Lisa que vas a dejar a Rex que la lama. "¿Y tú me vas a sujetar y obligarme a ello?"

Tu única respuesta es azotar su culo unas cuantas veces más. Indicas a Dave que se ponga de rodillas delante de su chocho ampliamente abierto y le haces saber que quieres que la lama. Dave obedece ansiosamente, usando solo su lengua. "¡Oh no! ¡No puedo creer que me estés obligando a esto!" Grita Lisa, "Oh ... oh, me estoy corriendo, me estoy corriendo por culpa de tu maldito perro." Dave no puede soportarlo más y empuja su cara contra su coño chorreante, lamiendo todas sus esencias.

La exclamación de sorpresa de Lisa te demuestra que tu truco funcionó. Decides que es tu turno de divertirte y consideras cuál de ellos debería aplacar tu apasionado coño. Decides que deberán trabajar los dos juntos. Le dices a ella que lama tu chocho y sabes que obedecerá.

Segundos más tarde su cara está enterrada en tu matorral mientras intenta darte placer. Agarras a Dave y empujas su cara contra la tuya mientras tu lengua le busca. La sensación de tener tu coño comido mientras tu lengua besa a alguien es extrañamente agradable.

Estás sentada al sol de mediodía, sobre una tumbona acolchada, tus pies meneándose en el césped mientras tu mejor amiga te lame el chocho y Dave intenta luchar lengua a lengua contra ti. Las ataduras de Dave son la única cosa que lleva puesto alguno de vosotros.

Tras un momento fuerzas a la boca de Dave a desplazarse a tus erectos pezones, sin pedirle que haga lo que quieres, simplemente exigiéndoselo con gestos. La sensación de poder que esto te da intensifica todas las sensaciones que obtienes de ambos.

Mientras alcanzas tu primer orgasmo, tus muslos agarran los lados de la cabeza de Lisa. Dave muerde suavemente tus pezones para aumentar tu placer, sin atreverse a morder con la fuerza suficiente para resultar molesto.

Decides que ya tienes bastante de lamidas y quieres sentir algo dentro de ti. Tus manos alcanzan la parte de atrás de Dave y en unos segundos sus manos están libres.

Ordenas a Lisa, "¡Sube y chúpame los pezones!" y de nuevo eres obedecida.

La amplia separación de tus piernas es la única invitación que necesitaría Dave, pero espera tu señal para montarte. Está dentro de ti en una sola embestida.

Mientras la polla de Dave llena tu chocho, eres consciente de lo cachonda que has llegado a ponerte mientras forzabas a Lisa y Dave a trabajar. Saber que Lisa es la que está trabajando tus pechos hace la situación más dulce, mientras mueves la pelvis atrás y adelante sobre su polla.

Lisa sube las manos a tus pechos donde empiezan a acariciarte las partes de abajo y traslada su boca a tu oreja derecha. Su lengua entra y continua hasta volverte loca.

Dave lleva en tu interior menos de un minuto, pero sientes que te estás corriendo y chillas tan escandalosamente que Lisa empieza a preguntarse cómo serán realmente de tolerantes los vecinos.

Te tapa la boca con la suya y su lengua se precipita en su interior. Sus manos vagabundas están sobre tus pechos, tocando por casi todas partes excepto los pezones. Eres vagamente consciente de esto y giras tu torso intentando forzar el contacto, pero ella sigue atormentándote.

Lisa corta su profundo beso, "Dale la vuelta!", y cuando Dave no obedece inmediatamente, azota su culo tres veces y dice, "Te dije que le dieras la vuelta!"

Dave se desliza fuera de tu hambriento coño, y agarrando tus caderas, te da la vuelta dejándote sobre las manos y las rodillas. Lisa le dice que vuelva al trabajo y empieza a colocártela de nuevo dentro de ti, por detrás esta vez.

Lisa suelta uno de tus pechos para jugar con tu clítoris con la mano, acompasando sus caricias con Dave. Los dos juntos te llevan a un poderoso orgasmo.

Quieres tumbarte, pero Lisa te fuerza a seguir empalada en la polla de Dave. Lisa sigue forzándote a seguir erguida sobre tus manos y rodillas casi sujetándote de tu clítoris.

Dave todavía la tiene dura, de rodillas tras de ti, su polla hinchada rodeada por tu chocho. Lleva las manos a tus pechos y empieza a acariciarlos mientras su polla sigue tranquila.

Lisa sigue estimulándote el clítoris. Tras un corto periodo sientes que tus caderas empiezan a bombear para sacar más de la polla de Dave. Lisa se vuelve a Dave y le dice de una forma que no admite discusión, "¡Ahora retírala! Quiero que se la metas por el culo."

Los dos te sujetan mientras sientes su polla deslizarse de tu coño hambriento. Ni por un momento disminuye Lisa la acción de sus dedos sobre tu clítoris. Echas las caderas hacia atrás para retener la posesión de su polla. De todo ello lo que más te fastidia es que ella le haya dicho que se salga de ti, ¡Y ÉL LO ESTÉ HACIENDO!

Las manos de Dave están en tus caderas. Mantienes atrás tus caderas como si buscaras lo que has perdido. Lisa retira la otra mano y guía su polla. Te sientes agradecida por un segundo, hasta que te das cuenta de que no la está poniendo bien.

¡Entonces percibes lo que dijo ella! Intentas retirar hacia delante tus caderas, pero Dave las tiene agarradas y Lisa todavía tiene una mano en tu clítoris, presionándote.

La sensación de Lisa restregando tu clítoris mientras Dave pone en tu culo su erección es increíblemente intensa. Lisa sigue estimulándote con gran desenfreno hasta que Dave completa su recorrido. Luego Dave empieza a empujar dentro de tu culo, follándote con golpes largos y lentos.

La mano de Dave reemplaza la de Lisa mientras ella se desliza fuera de ti. Desciende frente a tu cara su chocho chorreante y agarrándote del pelo con las dos manos exige, "¡Cómeme!"

La polla de Dave sigue deslizándose dentro y fuera de tu culo. Su sujeción en tus caderas (y en tu clítoris) te mantiene en tu sitio. La exigencia de Lisa de que la comas sigue en el aire.

Estás en la tesitura de un continuo orgasmo y apenas eres consciente de que ella ha hablado. Permaneces sobre tus manos y rodillas mientras Dave aporrea en tu interior. Lisa se cansa de esperar tu respuesta y agarra los lados de tu cabeza empujando tu boca jadeante hacia abajo, a su sexo. De nuevo ordena, "¡Cómeme!" Esta vez obedeces.

Tu lengua se desliza en su raja chorreante. Reaccionas a su sabor concentrándote en la labor de darle placer en lugar de en la intensa sensación que Dave te está dando.

Habla casi todo el tiempo, alabándote o menospreciándote según le guste o no tu técnica. Cuando siente que no estás lamiendo con suficiente entusiasmo, fuerza tu cara contra ella con sus manos.

Lisa se ha hecho cargo de su propio placer, usándote como podría usar un vibrador o cualquier otro dispositivo inanimado de placer. Este sentimiento fortalece tu sensación con respecto al erotismo de la situación. Te das cuenta de que no tienes elección en cualquier caso.

Lisa y Dave se corren con pocos segundos de diferencia, permitiéndote caer sobre la tumbona donde o bien te desmayas o te quedas dormida exhausta.

Mientras duermes, eres vagamente consciente de los sonidos de una pareja haciendo el amor cerca de ti, pero estás demasiado cansada para despertar. Tu siguiente sensación es la de un extraño masaje en tu entrepierna. Intentas levantarte, pero encuentras que tus manos están atadas a la parte de arriba de la tumbona. Intentas sentarte pero no puedes conseguirlo.

"No te muevas, gatita." La voz de Dave llega hasta ti.

"¡Queremos ser cuidadosos, gatita!" Chilla la voz de Lisa.

Miras y ves que hay un montoncito de crema de afeitar en tu vello púbico y Lisa empuña tu maquinilla de afeitar. "Después de todo, gatita, el juego es el juego." Sigue la voz de Lisa mientras ella y Dave terminan de afeitarte.

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