Zoofotgrafo (6)
Aquí estoy de nuevo para contarles una nueva historia de mis andanzas por la zoofotografia.
ZOOFOTOGRAFO 6
Hola a tod@s.
Aquí estoy de nuevo para contarles una nueva historia de mis andanzas por la zoofotografia. Este relato es a medias, lo explico, los protagonistas y en especial la protagonista, que se llama Marina, participa en su redacción.
Marina es una señora de mediana edad, alta, llenita en carnes pero sin estar gorda, unos pechos que caen un poco por ser grandes pero que se adivinan duros y queriendo desafiar a la gravedad, con unos pezones grandes que te piden ser acariciados, su cara es preciosa, con grandes ojos negros y un boca con labios carnosos que invitan a ser penetrados, su pelo largo y negro siempre esta recogido en una gran cola y su cuerpo es muy atractivo, cuando anda es tan sensual que solo de verla caminar, hasta las mujeres se quedan mirándola. En resumen cuando yo la veo se me cae la baba, de la boca y de más abajo, casi siempre termino con una erección, por su culpa.
Ella siempre llega con dos señores a la finca, (dicen que uno es su marido y el otro su propio hijo, a mí, esto me pone más cachondo), se van a su bungaló, y pasan el fin de semana prácticamente a solas, tienen dos perros y un caballo que están cuidados por el personal de la finca. A veces veía a Marina pasear a caballo por los alrededores, me daba ganas de abordarla, para comprobar si podía calmar el calor que me daba, cada vez que me encontraba con ella.
Hace unos meses, estaba yo por el campo sacando fotos de la naturaleza, me encontraba agachado intentando fotografiar a una colonia de hormigas, la verdad es que estaba muy concentrado y solo atendía a mi cámara, de repente me llego un olor muy extraño que me volvió a la realidad, olía a perfume, pero no uno cualquiera, ese olor me hacia estremecer, era tan agradable que lo aspire tan profundamente y todo mi cuerpo se lleno de él, cuando levante la cabeza con los ojos cerrados para disfrutar de aquel aroma, sentí como algo rozaba mis labios y me besaba. Era un beso cálido, aquellos labios estaban suavemente pegados a los míos, todo mi cuerpo temblaba con ese beso, abrí los ojos y no daba crédito a lo que estaba viendo. Tenía a Marina agachada frente a mí, eran sus labios los que me besaban, yo pensé "esto muerto o soñando", estaba vivo y despierto, uno de mis sueños se estaba haciendo realidad.
- Te ha molestado. Me dijo con una suave voz y un tono tan sexy que si no fuera porque ya la tenía tiesa se hubiera puesto de golpe.
- No. Conteste de forma temerosa y la verdad con aquel beso, mi boca estaba como después de un orgasmo, no podía decir casi nada.
- Perdona si te he impresionado, te vi sacando las fotos y sentí curiosidad.
- Al contrario, me ha gustado muchísimo que me impresiones y más de la forma tan peculiar que tienes para hacerlo.
- Desde el día que te presentaron me fije en tu boca con ese gran bigote y siempre he tenido el deseo de besarte.
- ¿Y por qué te has reprimido tanto tiempo?, yo estoy aquí casi todas las semanas.
- Ya lo sé, me he fijado en que todo el mundo quiere que les saque fotos.
- ¿Y tú no? Pregunte mientras le indicaba que fuera hacia la sombra de un gran árbol cercano a nosotros.
- Si vamos a sentarnos a la sombra que me gustaría pedirte un favor.
En ese momento tuve que sujetarme el pene y hacer todo el esfuerzo que pude, para no eyacular allí mismo. Marina se adelanto y pude verla mejor, llevaba un traje de verano, la tela era fina y estampada en colores azulados, marcaba perfectamente su cuerpo y sus nalgas (que no había visto bien anteriormente), grandes voluptuosas y con las caderas a su justa medida, se marcaba un pequeño triangulo el final de la espalda que daba a entender que su tanga no era muy grande. Cuando se quiso sentar, me dio la mano y al llegar al suelo su traje se remango, dejando sus muslos totalmente a la vista, al final una pequeña tela de color azul confirmaba lo del tanga.
- Bonita vista verdad. Me dijo
- Si es preciosa. Dije mirando para todos lados. Todo está a su justa medida, un colorido perfecto y el aroma es el ideal. Agregue de forma despreocupada.
- Te refieres al paisaje o a mí.
- A los dos.
- Que te parezco. Añadió ella
- Me parece que como sigas así esto puede terminal en revolcón aquí mismo. Le conteste.
- Venga Joe, que ye se que eres un hombre muy serio.
- Serio sí, pero no de piedra y estoy aguantando lo que tú no sabes.
- Bueno, quiero que me saque fotos.
- Donde, cuando y como tú quieras, además te las regalo.
- Para, para, espera y te explico.
- Ya estoy preparado. Le dije después de agarrar mi cámara y apuntar hacia su preciosa cara.
- Quiero que me saque fotos con mis amantes, quiero fotos de ellos fallándome y siendo follados, quiero fotos de todo tipo y en varios lugares y situaciones.
- Ok. Pero dime ellos están de acuerdo.
- Lo estarán.
- Te importa que haga unas pruebas para ver que tal quedas.
Quería fotos de ella como fuera y no podía esperar, así que apunte y sin esperar respuesta empecé a disparar, al principio se tapo un poco de forma despreocupada, luego según iba disparando se fue colocando haciendo incluso algunas poses. Se levantaba el traje y se abría el escote para salir más sexi me decía, entonces le propuse que se lo quitara, ella al principio se negó, luego miro para todos lados y dándome la espalda se quito el traje y el sujetador. Me temblaban las manos, (las fotos estaban saliendo movidas, así que aumente la velocidad de disparo), estaba sudando, tenía delante de mí una espalda maravillosa, sus piernas parecían que se la habían moldeado un escultor y su culo era perfecto, dos grandes nalgas redondas, altas desafiantes, tostaditas por el sol como todo su cuerpo y solo un diminuto triangulo azul, rompía aquel paisaje perfecto. Sobre decir que antes de darse la vuelta yo dispare lo menos cien fotos (hasta la cámara estaba muy caliente). Cuan se giro hacia mí, casi me da un mareo, la vi, no era lo más perfecto del mundo, pero tenía un sexapil increíble, estaba buenísima, estupenda, exuberante, impresionante y todos los sinónimos que se les ocurra, mi polla quería salir con la intención de atracarla, a polla-arma, ese cuerpo escultural. Demás esta decir que yo no podía aguantar más, así que solté la cámara fui hasta donde estaba ella y sin mediar palabra me desabroche el pantalón dejando en libertad al delincuente que tenia encerrado. Ella como buena policía lo detuvo con sus manos y lo encerró de nuevo en la prisión de su boca. Era cálida, jugosa y poco mas, no me dio tiempo a más sensaciones, me corrí como un adolescente, no pude aguantar la presión y termine llenando su boca de abundante leche que, se trago con un poco de apuro, pero sin dejar salir ni una gota. Continuo chupando y limpiando mi polla de una forma increíble, estaba casi empezando a ponerse dura de nuevo cuando sentí muchas ganas de mear, hice por sacarla pero ella me agarro por mis caderas y no lo permitió, le comente de mis ganas y con un gesto de afirmación se preparo pare recibir me gran chorro. Nunca había meado en la boca de nadie, era mi primera vez, pero para Marina no, según mi polla soltaba liquido ella lo tragaba y mas se la metía. Me pareció que estaba meando directamente en su garganta. Al terminar, se limpio la boca y sin mediar palabra, como si nada hubiera pasado me hizo una pose muy sexi y dijo.
- ¿Ya está más tranquilo? ¿puedes empezar a hacerme fotos?
- ¿Y tú? ¿no me dejas que te haga correr?
- Ya me corrí, tu polla ha sido fantástica, pero no me la vas a meter en mi coñito hasta que yo quiera.
- Ok, como quieras pero yo quería mas.
- Ahora has tu trabajo que ya te daré más en otro sitio mejor que este.
Me quede alucinando," ya me dará mas", esas palabras hicieron que mi polla se pusiera firme de nuevo. Le saque un montón de fotos, en todas las posiciones, de sus tetas, primerísimos planos de su vagina y ano, (que por cierto, su coño se notaba muy mojado), en resumen no me quedo un milímetro de su cuerpo al que no le hiciera por lo menos tres o cuatro fotografías. Luego para mi desilusión (y de mi polla) se vistió y me dijo
- ¿Quieres venir a cenas esta noche a mi casa?, así conocerás a mis machos.
- No me importa pero me gustaría más sin tus machos. Respondí un poco brabucón.
- Así quedamos de acuerdo en lo de las fotos que quiero nos saques.
- Ok, Marina, a la 20:00 es buena hora.
- Cuando tú quieras, si se te hace tarde te puedes quedar a dormir. Esto lo dijo con un aire tan insinuante, que yo me vi ya cenado con el pijama puesto.
La acompañe hasta su casa, me beso y nos despedimos hasta la noche. Este fue el principio de lo que ha sido, unas grandes folladas que les contare en otro momento.
Cuando llegue a casa de Marina ya era de noche y la casa estaba toda iluminada, parecía como si la hubieran decorado con luces para una fiesta. Me abrió la puerta el supuesto hijo, (Emilio), saludándome de forma muy seria pero cortésmente, me invito a entran al salón. La casa estaba decorada con muy buen gusto, las paredes estaban forradas con madera y tenia cuadros enormes con pinturas de mujeres en distintas posiciones, la iluminación era perfecta para fotografiar, la anfitriona lucia un pantalón corto que le marcaba completamente su sexo, y una blusa que dejaba entrever sus grandes pechos. Me presento a su "marido" (Jorge) y seguidamente, sin ningún miramiento acerco su boca a la mía y me beso, yo le conteste ignorando por completo el hecho que no estábamos solos, me dio igual, después de esto, que me maten, pensé. Ellos no dijeron nada, se limitaron a decir vaguedades sobre la cena y a dirigirse al comedor.
Después de cenar, un café, unas copas y conversamos.
- Muy bien Joe, en que habías pensado para complacer a la señora. Dijo Jorge con un tono ya distendido y amable
- Yo había pensado que las hiciéramos aquí. Dijo Emilio antes que yo hablara.
- No yo quiero hacerlas en el campo. Dijo Marina con cara de desacuerdo con Emilio, y poniendo cara de mimosa me acaricio la pierna casi hasta mi bragueta donde mi polla hacía tiempo que quería participar en la fiesta.
Yo claro esta después de eso dije, con voz rotunda.
- Un momento, las fotos son de la señora y por supuesto se harán donde ella indique.
Ellos me miraron con cara de perros y ella me volvió a besar el mis labios. Marina me pregunto si tenía mi equipo, le dije que sí.
- Entonces esta noche te quedas a dormir aquí, así por la mañana salimos temprano,
- Me parece buena idea así tendremos la mejor luz que hay. Dije, pero pensando que esa noche iba a ser muy especial.
Por la mañana me desperté muy temprano, empezaba a amanecer, salí del cuarto de invitados y baje hasta la cocina, (por cierto durante la noche no paso nada de nada, dormí como un bebe), allí estaba ya Jorge preparando café, me dio una taza y me pregunto si no me importaba llevársela a Marina y así la despertaba, por supuesto que no me importaba, me iba a oír, me dejo toda la noche esperando y no apareció. Cuando entre en su dormitorio estaba acostada boca abajo con una pierna doblada, así que dejaba todo su sexo a la vista, y que sexo, era enorme, casi no tenis pelos, eran unos labios bestiales, grandes, carnosos y preciosos de un color rosadito pálido que parecía decir "cómeme, fállame, cómeme, fállame", no lo dude rápidamente solté la taza que tenía en las manos, abrí el bolsillo de mis pantalones y saque una pequeña cámara compacta que tengo especialmente para estas ocasiones. Empecé a sacar fotos, acercándome tanto a su coño que podía olerlo, era sublime, embriagador, ya no aguantaba más estaba a tope, guardé la cámara el bolsillo me empecé a desabrochar el pantalón y justo en ese momento oigo detrás de mí.
- Bonita vista. Era Emilio. (el muy )
- Si preciosa, ni las dunas de Namibia ni en gran cañón son tan espectaculares como el cuerpo de una mujer.
- Bueno tampoco es para tanto. Me contesto, ignorando cuanto le odiaba por aparecer en ese momento.
Le mire con cara de perro, ¿no es para tanto?, me había cortado la follada que estaba a punto de hacer. Me tranquilice y le ofrecí cariñosamente la taza a Marina, ella la acepto con una gran sonrisa y me dijo.
- Hola cariño, hoy es nuestro día. Sé que me vas a hacer muy feliz y buenas fotos. Así que agarra tu maquina y no me dejes sola en ningún momento.
- Desacuerdo cielo estaré a tu lado, lo malo es que no se si podre aguantar. Con la hermosa vista, me olvide del enfado por dejarme solo la noche anterior.
- No te preocupes, te vaciare cada vez que quieras.
- En ese caso, soy todo tuyo.
- Pues empecemos en la piscina.
- ¿En la piscina? Le pregunte acordándome de mi aventura con los cefalópodos.
- Si mi amor vamos a la piscina.
Ella ni se vistió, salió al jardín y sin pensárselo se metió en el agua. Yo empecé a sacar foto y fotos. Así pasamos el día, sacamos fotos en el campo, el coche, con un granjero y su esposa, con unos niños que venían del colegio y muchas más. Yo estaba extrañado, las fotos eran de ella y sus amantes, pero ¿cuando y donde entrarían sus amantes?, aviamos pasado el día solos, incluso comimos en un restaurante cercano, los dos solos.
Al caer la tarde regresamos a la finca, en la casa no había nadie así que fuimos a la parte de atrás donde estaba la cuadra, al entrar quede encandilado, estaba totalmente iluminado con grandes focos que colgaban del techo, parecía que estábamos a plena luz del día.
- Mis amores ya han preparado tu estudio fotográfico. ¿Qué te parece?
- Es grandioso, pero no hacía falta tanta luz, tengo luces portátiles de gran potencia que serian suficiente.
- Por si acaso esto es mejor. ¿no crees?
- Ok
- Jorge, Jorge, ¿está todo preparado? Llamo ella.
- Si, esta todo dispuesto como pediste.
- ¿Rudolf, Bairon y Lord Craum están preparados? Pregunto ella.
- Están listos y ansiosos, hace tres días que no te ven.
Contesto Emilio que en ese momento llegaba con un impresionante caballo negro. Era precioso, muy alto con una gran melena, caminaba hacia nosotros y parece que cuando vio a Marina su gran polla empezó a desplegarse. La tenia grandísima, (mayor que la de Anselmo creo) y tremendamente gorda.
- No me digas que te vas a meter esa tranca.
- No solo me la voy a meter, se va a correr dentro de mí y tú lo vas a fotografiar. Pero antes me tienen que preparar. ¿Donde están mis amores?
En ese momento salieron dos grandes perros que vinieron corriendo hasta donde estábamos, yo al principio me quise retirar pero ella me agarro de la mano y dijo.
- Quédate a mi lado, deja que te huelan que se acostumbren a ti, sino, no podrás acercarte para las fotos.
- Solo me alejaba para sacar un plano más grande. Dije disimulando mis temores.
- No ahora este a mi lado todo el rato.
- Donde están los nenes que se van a folla a mama. Dijo en tono alegre.
Los perros ladraban como para contestar a su pregunta. Ella se quito la ropa, se tumbo en una manta que le pusieron en el suelo y Rudolf un pastor alemán bastante grande, fue directo al sexo de Marina para lamérselo con una ansiedad increíble, mientras Bairon, un doberman negro, se fue hacia su boca y la empezó a besar, su legua se perdía dentro de la de Marina, lo hacía con tanta ansiedad, que ella de vez en cuando, se retiraba para tomar aire, mientras por abajo, Rudolf estada dando buena cuenta del sexo que tenía delante, le lamia todo el coño, los labios se separaban de la fuerza con que lo hacía y él le introducía la lengua hasta que sus diente tocaban con la entrada, en una foto pude ver como parte del morro del perro desaparecía dentro del sexo de ella. Cada vez que me acercaba mucho los perros me enseñaban los dientes y una de esas veces me dijo Marina.
- Joe, chúpame las tetas y olvídate de los perros y las fotos.
Yo la obedecí sin rechistar. Los perros me miraron ella le dijo algo que no entendí y cada uno seguimos a lo nuestro. Para desconsuelo mío al rato me dijo que siguiera con las fotos. Ahora los amantes, me dejaban acercarme mucho mas, tanto que en un momento uno me lamio la cara a mi también.
Pasaron los minutos y solo se oía los gemidos de Marina, estaba teniendo unos orgasmos tremendos. De pronto se levanto y se puso a cuatro patas, los dos perros cambiaron sus posiciones, Bairon se monto encima de ella y de dos o tres empujones le metió la polla en el culo, fue un "animal", ella grito del dolor que estaba sintiendo al entrar ese pedazo de tranca hasta dentro de sus entrañas, pero el grito no duro mucho ya que Rudolf que ahora estaba por la cabeza, le puso su polla muy cerca de la boca, ella se limito a abrirla y él empezó a fallársela dando los empujones de rigor. Se la metía casi entera, ella tragaba aquellas grandes pollas, en su culo y en la boca, los perros no paraban, empujaban con fuerza, al unísono, le entraban las dos a la vez, a cada segundo la llenaban de polla, de repente Rudolf se paro le había metido la bola y estaba enganchado a ella que en ese momento junto sus piernas y levanto el culo, dejando al perro en volandas con las patas colgando. Marina gemía de placer, el perro se estaba corriendo en su culo y a cada latido le llenaba mas y mas su intestino, en ese momento, Jorge que hasta ahora avía sido un mero espectador, agarro a Bairon y lo puso culo con culo al de Marina, tomo la polla por detrás del perro y se metió sin ningún miramiento en el coño. Ella volvió gritar pero ahora de placer. Tenía dos grandes pollas de perro en su interior, Jorge seguía empujando la polla del perro hasta que también le metió la bola de Bairon, que por supuesto también se trabo a Marina. Yo no paraba de sacar fotos, ella me llamaba.
- Joe cariño deja las fotos y méteme tu polla en la boca. Me decía.
- En seguida, enseguida. Le conteste.
- Vamos que no aguanto más, voy a reventar, estos dos se están corriendo dentro de mí, me están llenando de leche y quiero tener la tuya también.
- Enseguida, enseguida voy. Le conteste mientras seguía sacando fotos.
Como yo no lo hacía, Emilio que estaba también por allí, se acerco y agarrando la cabeza de su supuesta madre, y le metió su polla completamente en la boca de un solo empujón. Ella quiso protestar puro tenia la boca llena. Estuvieron así unos minutos. Los perros se corrieron y Emilio también, cuando sacaron sus pollas de los agujeros de ella, cayó al suelo extenuada, muy cansada, yo me acerque hasta su culo, vi como una cantidad muy grande de leche perruna salía por los dos agujeros, estaba llena, poco a poco se estaba formando un pequeño charco donde se reunía las corridas de tres. Yo pensé que todo había terminado, pero cuál fue mi sorpresa cuando el doberman ya con su polla guardada, se acerca a la cabeza de ella, levanta la pata, y se empieza a mear en su cara, ella abra la boca y recibe la meada con muchísimo placer, luego sitio Rudolf y Emilio, que también se mearon en su boca, ella tragaba lo que podía, cuando ya tubo la boca libre me dijo.
- Y tú ¿no tienes ganas de correrte y de mear?
- Bueno tengo ganas de mear.
- ¿Y a qué esperas?
Yo creo que junto con la meada me corrí en su boca, porque fue la meada más a gusto que he echado en mi vida. Cuando ya Marina se recupero, agarro una manguera y se baño allí misma, se la metía por sus agujeros y salía toda la leche que tenia dentro, yo empecé a guardar mi equipo y en ese momento me dice Jorge.
- ¿Qué haces?
- Guardar el equipo
- ¿Por qué?
- Ya terminamos ¿no? Conteste un poco extrañado.
- Y que hacemos con Lord Craum, el pobre no pude quedarse así, mira su polla le va a reventar. Me dijo Marina, mientras seguía metiéndose la manguera con agua por el culo y el sexo.
- ¿Te vas a follar al caballo ahora? Pregunte sin salir de mi asombro.
- Noooo, espero que él me folle a mí, y además espero que por lo menos lo haga dos veces, mis agujeros ya esta preparados para él.
Sin decir nada mas, saque de nuevo mi equipo, prepare la maquina y me senté a la espera que la segunda parte comenzara, o ¿esta sería la tercera?....
Pero esa será otro relato.
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En este relato como ven no hay fotos, el motivo es que mucha personas valoran el relato no por el texto sino por las fotos. Pido disculpas a quien se pueda molestar y les recuerdo que todas las fotos que he puesto han sido sacadas de internet, de manera libre y al alcance de cualquier usuario. Con cualquier programa P2P pueden descargarlas.
Un saludo NEMESY.
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