Zombiland (1)

En una época donde todos son zombies, una chica tendra que pagar para poder viajar con 4 hombres

Todo parecía una película de terror. Era algo que había salido en tantas películas, que nunca crees que sucederá. Pero sucedió.

Un día un virus se escapo de la incubadora de unos laboratorios, este virus infecto a uno de los trabajadores, que al salir, infecto a otros trabajadores. Que al llegar a casa infecto a toda su familia. Estos a su vez infectaron a todos los vecinos, y a las escuelas, a restaurantes, a oficinas. A camioneros que iban a otras ciudades y también caían infectados. Al poco tiempo, la infección dios sus primeros síntomas, La gente empezaba a tener hambre mucha hambre. Se volvía loca por comer cualquier cosa. Comenzaron a comer a animales vivos, y llegaron a empezar a comerse a cualquier criatura viva. Así es como la ficción de las películas de zombis, se volvió realidad.

Como sea, ahora me siento sola en este país. No sé si la infección afecto a otros países, o a todo el mundo. No se siquiera porque no me afecto a mí. Me llamo Estefanía, tengo 19 años, Soy morena con el pelo corto, delgada, con buenas curvas y grandes pechos, a pesar de mi estatura, 165 cm. Viajo en un coche, sin tener permiso de conducir, por una carretera solitaria. Iba armada con una pistola de un policía muerto, con un solo cargador (no hubo tiempo a por mas), la porra de este. Y una escopeta que había en su coche. Viajaba tranquila, hasta que el motor empezó a dar tirones. Vi, por suerte, un cartel de gasolinera, y rezaba para que el coche llegase hasta el.

Tuve suerte. El coche se paro justamente a la entrada de la gasolinera, allí esperaba encontrar otro coche, y comida, pues llevaba toda la mañana sin comer. Me acerque sigilosamente a la entrada del servicio, cuando un zombi apareció, Desde lejos intente disparar, pero gaste 4 de las balas de la pistola. Por los ruidos, otro zombi se percato de mi presencia y se acerco, Gastando toda la munición de la pistola, cogí la escopeta y mate a esa criatura. Pero no era suficiente, venían mas zombis, criaturas de camioneros que habían estado allí. Gaste todas mis balas de la escopeta pero no era suficiente. Corrí y me subí al capó del coche. Donde las criaturas se acercaban, e intentaban cogerme, por suerte no llegaban. Eran bastante torpes. No sabría cuanto aguantaría en esa situación.

Por suerte, en unos minutos una caravana llego, se paró, y de se bajaron 4 hombres, armados que en pocos tiros mataron a esas criaturas. Como pude baje del coche

  • Gracias – Dije quitando el miedo que tenia.
  • No hay de que – Dijo uno de los hombres, bastante robusto, con una gorra, y un cigarro – ¿Necesitas ayuda?
  • Si, mi coche parece averiado –

Uno de ellos, un negro grande, se acerco al coche, abrió el capó, y le echó una ojeada

  • No tiene remedio Gun- Dijo el negro al hombre de la gorra
  • Vaya señorita no es su dia de suerte, Su coche se rompe, no tiene armas , y no veo por aquí ningún coche que pueda conducir- Dijo Gun
  • Y no podrían llevarme ustedes?- Dije desesperada
  • Bueno claro que podríamos, pero tendrá que pagar un precio –
  • ¿Un precio?
  • Si, para empezar, nos quedamos con sus armas- Dijo Gun mientras hacia un gesto a lso demás para que las recogieran –

A mí no me pareció mala idea, Ya podría conseguir otras armas mientras ellos me llevaran a un pueblo cercano, donde pudiera conseguir un vehículo, y algún arma.

  • ¿ A donde se dirige ? – Me pregunto el más joven, que tendría unos 25 años y más adelante sabria que le llaman Ray
  • Al País vecino, esperando con suerte que no hubiese llegado allí la infección-
  • Nosotros tenemos el mismo plan – Dijo Ray- Puede venir con nosotros si lo desea
  • No quisiera ser una molestia – Dije ingenua
  • No lo será – Dijo el negro, que le llamaban Grad – Es más, seguro que cocinara mejor que nosotros- Dijo con risas

Asi es como comencé mi viaje con estos cuatro hombres:

Gun, el jefe. Corpulento, moreno, ojos verdes. Siempre con un cigarro

Grad, El negro. Grande, imponía bastante.

Ray, El mas joven, pero mas atractivo. Siempre se encargaba de hacer el trabajo sucio, por ser el pequeño

Fill, Era el mas callado, Y siempre era el que conducía.

El primer día fue tranquilo, el segundo también, dormíamos en la caravana, yo me encargaba de la cocina, y de la limpieza. Mientras que ellos, se encargaban de buscar la comida. No querían que yo corriera el riesgo de enfrentarme a esos zombis. Pero al llegado del tercer dia:

  • Buenos días Estefi – Me dijo Gun
  • Buenos días Gun – Dije – Preparo el desayuno?
  • Mmmm aun no Estefi – Dijo serio – Hoy tienes que pagar tu alquiler
  • ¿mi alquiler? –
  • Si, no recuerdas que el primer dia tuviste que pagar tus armas? Pues ya ha vencido el plazo que te dimos, y ahora tienes que pagar.
  • ¿Pero con qué? No tengo nada
  • ¿No tienes nada de valor? Ningún anillo, ningún colgante?
  • No nada
  • Bueno pues entonces solo veo una manera – En esos momentos los otros chicos se acercaron a mí, me sacaron fuera de la caravana.

Sacaron unas sillas, y se sentaron

  • Baila para nosotros- Yo me quede helada cuando Gun me dijo eso. Pero no lo decían en broma.
  • ¿Y si no quiero?-
  • No entras en la caravana preciosa – Dijo Grad provocando la risas de los otros amigos.

Por miedo a quedarme sola en la nada, empecé a bailar sin música. Los gritos de esos 4 hombres era lo único que oía, Pronto uno de ellos grito que empezara a quitarme ropa, y los otros apoyaban la moción. Ese día llevaba una camiseta corta negra, y unos pantalones cortos vaqueros. Lentamente me, fui quitándome la camiseta, dejando ver mi sostén. Después mi pantalón, quedándome en tanga y sostén. Creyendo que era suficiente, los hombres querían más. Asustada, me quite el sujetador mostrando mis grandes y firmes pechos, y finalmente mis bragas, mostrando mi raja velluda, por varios meses sin depilarme.

Los hombres excitadísimos, se acercaron y empezaron a manosearme, yo les pedía que me dejaran, pero no querían. Al final mis gritos se escucharon y pararon.

  • Ok nena, esto es lo que haremos – Dijo Gun – Nos vas a chupar la polla a los 4, hasta que nos corramos en toda tu cara, boca y cuerpo. Solo eso
  • ¿y podre seguir con ustedes?
  • Si claro – dijeron los 4

Me arrodille delante suya, mientras que ellos sacaban sus pollas, Ninguna se quedaba corta de mira, todas eran grandes y gordas. La de Grad, el negro, era la más grande. Cogí la de Gun y me la metí en la boca. Mientras chupaba su verga pajeaba la de Grad y la de Ray, mientras que Fill me acariciaba con su miembro toda mi cara. Cada cierto tiempo, cambiaba de polla, y me metía la de otro de los chicos. Al cabo de unos minutos, Cuando empecé a succionar el pene de Ray (unos 19 cm) Me agarro la cabeza y empezó a follarme la boca, me metía todo su pene hasta la garganta, provocándome unas arcadas, pero a él no le preocupaba eso, quería correrse en mi boca y así hizo. Un chorro de su líquido atravesó toda mi boca y llego a la garganta, aunque parte de esa leche, salió de la boca. Se notaba que hacía tiempo que no follaba. Al ver el espectáculo sus amigos lo imitaron, y todos empezaron a mover mi cabeza obligándome a meterme todas sus vergas hasta la garganta. La más difícil, por no decir imposible, fue la de Grad, que su miembro superaría los 25 centímetros, con un grosor que apenas entraba en la boca. Pero el insistía, aunque tuviera que partirme la mandíbula.

Al final termine con la lefa de esos 4 hombres, entre mi boca, mi cara y mis pechos. Terminando esa locura, quede feliz.

  • Muy bien guapa- Dijo Gun – Con esto podrás seguir con nosotros un día mas
  • ¿Un día más? – Dije sorprendida, escupiendo la leche que aun tenia en la boca
  • Si claro, no creerás que esto es suficiente – Dijo – mañana habrá más, y esfuérzate mas, no solo queremos mamadas.

CONTINUARA