Zachary VS La Tutoría
(Primer capitulo sin sexo) Zachary no espera tener que estar a solas con su profesor.
En esa época era un chico muy despistado el cual pasaba bastante de apuntar cualquier cosa en su agenda. No hacia los deberes ni estudiaba para los exámenes porque la gran mayoría de veces me enteraba el mismo día de ambas cosas. No era un gamberro que se metiera con los otros compañeros de clase ni tampoco con los profesores, simplemente estaba ahí haciendo bulto mientras el tiempo pasaba. Mi único entretenimiento era coger mi agenda o un folio en blanco y liarme a llenar de tinta el papel con pequeños dibujos sin sentido, algún que otro escrito sobre lo triste que era la vida y en general malgastar mi tiempo.
Yo sabia que los profesores a esto les daba igual, algunos intentaban motivarme, otros me regañaban, pero de nada servia, pues seguía en la misma tónica, así que la gran mayoría decidió pasar de mi.
Pero había un profesor, en concreto el de matemáticas, que a la vez hacia la función de tutor individual con el cual me llevaba especialmente bien pese que en su clase no daba palo al agua, pues nunca se me han dado bien.
Y así fue como la primera tutora individual llegó. No es que tuviéramos un profesor por alumno, sino que tres o cuatro profesores tenían divididas las diferentes clases en grupos y a mi por apellidos o algo por el estilo me había tocado con él. Y así fue como la tutoría empezó después de las clases.
Entre en la clase que nos habían asignado y allí lo vi, sentado en una de las mesas de alumno mirando hacía la puerta. La verdad es que era un tipo curioso, su nombre era Juan y a sus 30 años se conservaba muy bien, yo sabía que hacía bastante gimnasia además de karate, lo que resultaba en que marcará sus músculos en aquella camiseta de manga corta marrón con el logotipo de La Cosa (The Thing) de los 4 fantásticos. Llevaba el pelo corto castaño oscuro y engominado de punta, una barba de candado y en general con un aire al actor Andrew Justice pero con más volumen. Y es precisamente la camiseta de La Cosa lo que lo hacia especial, de notando lo friki que era, ya que le gustaban los videojuegos, los cómics, series, películas etc. Y puedo decir sin miedo a equivocarme que acaparaba toda mi atención cada vez que lo veía por los pasillos o lo tenia en clase dándome la oportunidad de fijarme en detalles como en esa sonrisa radiante que dedicaba, en el pelo del abdomen que se le veía al quitarse la sudadera cuando se le subía la camiseta. O incluso en ese bulto que marcaba en los vaqueros. En resumen, él y yo nos llevábamos muy bien.
- Vale, ya estamos todos - Dijo Juan mientras estaba inclinado hacia atrás con las piernas estiradas y cruzadas, con los brazos tras la nuca. -Id pasando por la mesa, coger este papel que me ha dado vuestra tutora de grupo, lo rellenáis y me lo dejáis aquí.
Me acerqué como todos y le sonreí cordial cogiendo uno de los papeles y lo rellené, no recuerdo con exactitud que ponía en el papel, pero algo como poner tu nombre, si has tenido algún problema con algún alumno o profesor, ese tipo de cosas. Y cuando lo tuve relleno fui a entregarlo.
- Esto ya está – Le dije a lo que el me miró con esa sonrisa y me dijo.
- Tú espérate a que acaben todos - Continuando con los otros compañeros que iban acabando y dejaban a piñón los papeles. Una vez se fueron todos nos miramos por un momento y me acerqué.
- ¿Pasa algo? - Le dije preocupado por si al final me habían puesto algún parte o algo por el estilo.
- No, no, solo quiero hablar contigo -Me dijo conciliador- No te preocupes, pero soy tu tutor y estoy aquí para escucharte ¿No? -
- Si - Dije escueto con algo de nerviosismo- P ero no me pasa nada... Bueno, ya sabes que me peleado con Kevin y compañía... - Y la verdad es que ese tal Kevin me había gustado, me había encaprichado y había cometido el error que cometemos más de uno cuando somos jóvenes e inexpertos de confesar lo que sentimos y fastidiarla porque el es heterosexual. Pero no le quería contar todo esto, no quería que supera que me gustan los hombres, así que intente improvisar algo.
Bueno, pero... - Y antes de que acabara me interrumpió.
- Sí, algo me había enterado, que pediste a la tutora que te cambiara de sitio ¿No? Tu tienes que estar tranquilo que no muerdo -Y soltó una breve risa.
- Vale - Dije mirando al suelo provocando que este me cogiera de la barbilla y me subiera la cabeza para que mis ojos quedaran mirando los suyos, haciendo que me pusiera rojo como un tomate. Juan solo sonrió y empezó a hablar.
- No bajes la mirada anda, estas cosas pasan, uno se pelea y se reconcilia, anda siéntate y sigamos hablando - Dicho esto, el se sentó encima una de las mesa con una pierna a cada lado y apoyado en la pared. Yo me senté en la silla que quedaba justo enfrente suyo.
- Bueno... -Dije nervioso evitando la mirada con él- Se enfadó porque sin querer le di un golpe con una pelota y no supe pedir perdón a tiempo – Me inventé, Juan me estaba escuchando pero por el gesto de su cara algo le molestaba, lo que hizo que buscara en su bolsillo de atrás de sus vaqueros hasta sacar unas llaves y las puso delante suyo, este gesto hizo que mi mirada se fijara en las llaves y a la vez en el bulto que marcaba el profesor justo delante de mi, que no es que estuviera empalmado, simplemente es que es lo que el hombre tenía de por si pero que ahora que estaba espatarrado se notaba aun más.
- ¿Te gusta? -Dijo sacándome de mi asombro y haciendo que le mirara confuso a lo que repitió- Que si te gusta el llavero que me regaló Laura – Que era otra compañera de clase. Yo me quede mirando el llavero y la verdad que era bonito, de Naruto, un manga.
- Sí, esta bien la verdad, no sabía que también seguías esa serie. - Le dije intentando mantener una conversación decente.
- Es entretenida chaval, ya sabes que me gustan ese tipo de series – Empezó a hablar en un tono mas de amigos que de alumno profesor.
- ¿Y tu que? ¿Has seguido viendo Chuck? - Una de las series que teníamos en común.
- Sí, ya voy por la cuarta temporada, está muy interesante - Y así seguimos hablando tranquilamente de cosas mas triviales y a la vez que mezclábamos conversaciones más frikis durante un par de horas.
Salí de allí bastante contento, había podido conocer mejor a Juan con lo bien que me caía y a la vez compartir un tiempo con él. No sé si el lo hizo por cumplir con su trabajo o si realmente lo estaba pasando bien, porque el tiempo se nos pasó volando.