Yurena 13

Misteriosa transformacion

YURENA – 13

Era el último día en la finca, al bajar a desayunar, acordamos que después del desayuno y tras un chapuzón en la piscina, no pararíamos hasta el almuerzo. Laura y yo nos pusimos a cuatro patas, los chicos empezaron por metérnosla por el culo hacían una rueda alrededor nuestra, culo-culo-mamada-mamada-culo y así sucesivamente, yo me metía mis dedos a Laura en el coño y ella me hacia una paja, por casualidad o por coordinación todos nos corrimos al mismo tiempo, tras la corrida chapuzón y vuelta a empezar, yo me tumbe de espaldas, Laura se clavo mi polla en su coño, dejando su culo a disposición del que quisiese, mi culo también estaba libre, ya no recuerdo quien fue el que me la metió, yo tenía las manos libres, aproveche para cascársela a alguno de los chicos, Laura me sobaba las tetas con una mano y con la otra se la cascaba a uno y su boca recibía otra polla. Todo el día fue una bacanal, fue un fin de semana lleno de sexo, lo disfrute a tope.

Después del almuerzo abandonamos la finca, al llegar a casa le puse un mensaje a Maurice indicándole que me iba unos días a Alemania, tenía que contarle a mi padre mi actual situación, no sé cómo lo tomaría, pero considere que era mi obligación. Me contesto sin poner impedimento alguno, indicándome que revisase mi cuenta bancaria, me habían ingresado 6.000 euros por mi estancia en la finca.

A los dos días estaba saliendo para Alemania. Al llegar a su casa, el no estaba, me abrió Helga, en un principio no me conoció. Me hice pasar por una amiga de Pierre.

-          Hola buenas tardes, soy Yurena, amiga de Pierre, estoy de paso y me pidió que les viniese a visitar.

-          Pasa, hija eres bien venida, las amigas de Pierre siempre son bien venidas, como está el.

-          Bien, les manda muchos saludos, y me dijo que le diera un beso a su hermana Marlene, debe estar muy crecida.

-          Si ya tiene casi dos años se parece mucho a Pierre, herencia del padre, ahora está en la guardería.

Yo estaba muy nerviosa, no me había reconocido, no sabía si decírselo a Helga o esperar a que llegase mi padre, las manos me sudaban, se me hacia un nudo en la garganta, me pregunto qué me pasaba, le dije que me había atragantado y si me podía darme un poco de agua, en eso llego mi padre, Helga me presento a mi padre como Yurena, amiga de Pierre, charlamos un rato hasta que no pude aguantar más y les dije.

-          Bueno yo exactamente no he venido de parte de Pierre, yo soy Pierre, papá.

-          Si he descubierto mi verdadera identidad, cuando marchaste me dijiste que preguntase si tenía alguna duda, que la felicidad se encuentra donde menos la esperas. Yo crecí sin el amor de una madre, tú me has dado el amor de padre, pero las dudas y el cariño no lo sentí, conocí a una serie de personas, me hice amigo de ellas me abrieron los ojos y me demostraron sin obligarme a que probase su manera de vivir, ya conocía la vida del hombre, probé la vida de la mujer, me gusto. Cuando vine para el nacimiento de Marlene, ya estaba en tratamiento, me siento realmente realizada, me siento mujer y disfruto en todas las facetas, se que te parecerá una monstruosidad el que sea un transexual pero yo encontré la felicidad así como soy, no tengo novio, tengo muchos amigos y amigas que me aceptan y disfrutamos todos de todos. Helga, te doy las gracias por haber hecho feliz a mi padre y por enseñarme atreves de tu hija el cariño de una madre, pero yo quiero ser así. Papá perdóname por el disgusto que te doy pero yo soy feliz.

La habitación se quedo en silencio, yo me levante con la intención de marcharme, en eso Helga me dijo:

-          Yurena, por favor siéntate, has tenido mucho valor en venir y decirnos toda la verdad, te hubiese sido más fácil desaparecer ante nosotros, decir que te habías marchado del país y que un día recibiésemos una carta firmada por Yurena, anunciándonos el fallecimiento de Pierre en el extranjero, haciéndote pasar por su esposa, esa acción de venir te honra como persona, yo en un principio tenía un hijo, después he tenido la suerte de poder parir una niña. Hoy tengo dos hijas y te puedo decir que no se a cuál de las dos quiero más.

Luego mi padre tomo la palabra y me dijo.

-          Hijo, quiero pedirte perdón, por no haber sido el padre que todo chico desea tener, tal vez la muerte de tu madre nos cogió un poco de sorpresa a los dos, pero el que más la sufrió fuiste tú, te faltaba el cariño de ella, mi boda con Helga, nos separo mas en el sentido de ser amigos, compañeros de hacer cosas que a los dos nos hubiese gustado compartir, no te reprocho la decisión que tomaste, yo te dije que la felicidad puede aparecer de cualquier manera y en cualquier momento, tú la encontraste así, yo la acepto, porque si tu eres feliz, yo soy feliz, no te voy a preguntar nada sobre tu vida, si en algún momento quieres contar algo lo haces, te escucharemos y aceptaremos tus decisiones, vive tu vida y se feliz.

Los tres nos abrazamos, lloramos y nos sentimos felices por habernos explayado en nuestros sentimientos, permanecí con ellos una semana, salía con Helga de compras, y me presentaba como la hija de su marido, Yurena.

Cuando me marche me dijeron.

-          Hija, esta es tu casa vuelve cuando quieras.

Nunca me preguntaron si mi transformación había sido total, si me habían operado de mi sexo, yo no les dije nada.

Cuando regrese, me puse en contacto con Maurice, quedamos para cenar, quería contarle lo sucedido durante mi estancia en la finca y después mi viaje a Alemania, vino a mi casa, le había preparado una cena fría, después de la cena comencé a contarle sobre los tres días de estancia en la finca, mi nueva experiencia con el perro, y que en momentos había tenido envidia de Laura, ya que ella disfrutaba más al poder ser penetrada por tres sitios, no obstante el disfrute que había tenido me había llenado completamente, me encantaban aquellas reuniones de varios chicos metiéndome sus pollas en mi culo y en mi boca, incluso que alguno me había tirado los tejos, pero yo no le hice caso.

Con respecto a mi viaje a Alemania, mi padre había aceptado mi decisión, le conté toda nuestra conversación, y que podía hacer lo que quisiese, que él siempre me apoyaría.

Tras la conversación le invite a que se quedase esa noche conmigo, necesitaba una polla en mi culo, pero una polla que me llenase, quería la polla de Maurice. Me lo lleve a la cama, fue una noche de pasión total, yo sin saberlo, me había enamorado de Maurice, aunque no sabía nada de él. Me penetro varias veces, descargándose continuamente en mi culo, sinceramente aquella noche me dejo agotada, nos quedamos dormidos abrazados.

Cuando me desperté, como siempre él se había marchado, me había dejado una nota diciéndome que dentro de una semana, fuese a una dirección y que preguntase por Madeimoselle Ivonne, que no faltase a la cita, pasase lo que pasase.

Durante el resto de la semana fue normal, mi trabajo de informática lo puse al día, hice nuevos contactos y nuevos clientes, había conseguido que mis clientes antiguos, me recomendasen a varias empresas, por lo que mi trabajo se había duplicado, y por lo tanto mis ingresos.

Dos días antes de acudir a la nueva cita, al despertarme, me sentí rara, me daba la sensación de que no era yo, al ir al baño me encontré con una gran sorpresa, al desnudarme para meterme en la ducha y al verme en el espejo casi me desmayo.

No tenia pene ni testículos y en su lugar tenía una vulva como una mujer normal, me explore como pude, me toque y pude comprobar que tenía un clítoris y que al acariciarlo sentía un placer especial, una sensación de satisfacción sexual inmensa, que me había pasado, me había convertido en una autentica mujer, tenía un coño por donde me podían penetrar, busque un calendario para ver qué día era, la fecha coincidía con el día posterior al que me había acostado, tuve miedo de que alguien por la noche, hubiese entrado en la casa, me hubiese drogado y llevado a una clínica donde me hubiesen hecho una reafirmación de sexo, pero no tenia cicatriz ninguna, trate de ponerme en contacto con Maurice, pero no cogía el teléfono, en si tenía miedo, mi vida si ya había cambiado con lo que me había sucedido cambiaria mucho mas.

Durante todo el día no salí de casa, no quería ver a nadie, estaba nerviosa, ni siquiera me atreví a llamar a Erika, ella era mi confidente, mi amiga, pero si le decía lo que me había pasado, podría rechazarme al no ser ya como una transexual sino como una mujer, competencia para ella, me faltaba un día para acudir a la cita que me había indicado Maurice, no sabía si tenía que ir aunque él me dijo que no faltase por ningún motivo, eso me obligo que el día anterior me decidiese a salir de casa para hacer unas pequeñas compras.

Al salir me daba la sensación de que todo el mundo me miraba, que al pasar a mi lado volvían la cabeza para verme, entre en un supermercado, compre un poco de fruta y alguna cosa más que ya no recuerdo, lo que si es que instintivamente cogí un paquete de compresas y un gel para higiene intima, pero en realidad no sé porque lo metí en el carro de la compra, algo me impulso a hacerlo.

Cuando salí del súper, estaba más relajada, me encontraba más tranquila, entre en una cafetería y pedí un café con leche y la prensa, me pase en la cafetería casi dos horas. Tras leer la prensa con calma, pague la consumición y me fui, nadie se fijaba en mi. Yo había sentido la misma sensación que sienten las mujeres cuando se enteran por primera vez de que están embarazadas, una sensación de que todo el mundo por la calle las ve y que con la mirada las felicitan por su nuevo estado sabiendo que solo ella lo sabe. Que me pasaba? No lo sabía, creo que la única persona que me podía decir lo que me había pasado era Maurice y no había podido contactar con él, tendría que esperar a que él se pusiese en contacto con migo.

El día de la cita, acudí a la hora que me había indicado Maurice.