Yuli y Javier

El era el hijo incorregible, un zorro astuto con gran nivel de convencimiento, pero un vago sin remedio. Ella, en cambio era la hija modelo, una joven estudiante con un gran futuro al frente. A ambos los unía la sangre y ahora el deseo del uno por el otro.

Javier había dejado su casa a los 19 años por culpa de las normas de su estricto padre. Había nacido en una familia que trato de brindarle lo mejor. Su padre tenía algunas carnicerías que proveían más que bien a su familia. Le pagaron los mejores institutos, los mejores asesores académicos, se le intentó sobornar con dinero, pero Javier nunca cedió. Siempre fue fiel a su vagancia y promiscuidad.

Y cómo no, era el típico “carita” que mal gastaba el dinero de su padre en borracheras y mujeres desde la preparatoria. Su físico imponente le ayudaba a conseguir a la chica que fuera, desde compañeras de clase y hasta 2 jóvenes maestras que no resistieron.

Desde la preparatoria Javier ya destacaba entre sus compañeros por su 1.80 metros de estatura; físico fornido con brazos y piernas musculosas por los entrenamientos del futbol americano que era lo único que parecía interesarle y le podía alejar por momentos de la vagancia, además que era lo único que le permitía seguir estudiando ya que le brindaba ciertos beneficios de maestros para mantener la beca al ser un jugador destacado; abdomen marcado y un culo que resaltaban siempre aquellos pantalones de mezclilla que no abandonaba. Así ninguna chica podía resistirse, y no se supo de alguna que lo rechazara.

Yuli también había heredado buena genética. A sus 18 años gozaba de una fina figura con un vientre plano, al igual que su escaso pecho; su color de piel aceitunado combinaban perfectamente con su color de cabello negro; su boca de un rosa natural era formada por un labio superior delgado, en contraste al inferior que era un tanto hinchado; dientes perfectos que habían dejado unos brackets que apenas hace unas semanas habían retirado; sus ojos cubiertos por sus enormes gafas rosadas de armazón transparente apenas dejaban ver un par de ojos castaños; sus piernas delgadas acorde a su delgada figura le brindaban una silueta muy sensual.

Sin embargo, todas estas características eran desperdiciadas por su poco atrevimiento al momento de elegir su ropa o el estilo de cabello. Siempre vistiendo de manera monótona eligiendo ropa sin importarle su combinación. A veces solía vestir una chaqueta de mezclilla azul, con una blusa marrón, pantalones de pana rayados en vertical y unos tenis Converse o Vans negros o blancos. Su cabello era largo, pero siempre lo acomodaba con un “chongo” apresurado que acomodaba a la altura de su nuca.

Ese estilo al vestir expresaba su poco interés en su imagen y reflejaban una personalidad un tanto tímida, lo que le llego a reducir sus amistades a solo 2 chicas que eran igual de nerds y timoratas que ella.

La relación entre Yuli y Javier fue es más que buena. De pequeños, Javier siempre cumplió con su papel de hermano mayor y le protegió de todo peligro o abuso. Javier intento de todas tratar de integrarla en la sociedad, incluso al grado de buscar amigos para ella, pero a Yuli solo le bastaba la compañía de su hermano. En cambio Yuli, pese a ir en grados inferiores siempre traro de ayudar a su hermano en sus estudios, pero igual nunca funcionó.

Cuando Javier decidió dejar la casa, Yuli lo sufrió. Javier era el único que le consolaba en aquellos malos días y cuando lo necesitaba siempre iba en busca del corpulento cuerpo de su hermano para refugiarse. Si bien no había palabras de aliento, siempre un fuerte abrazo y un beso en la frente le consolaban.

Su hermano fue a dar a la casa de un amigo, si a eso se le puede decir casa. Solo era un refugio de vagos donde hacían fiestas y podrían llevar a la conquista de esa noche. Apenas con agua corriente y luz que un vecino les proporcionaba a cambio de algunos billetes.

Claro que la hermana nunca abandonó a su hermano, a escondidas de su padre solía llevarle algo de dinero y se lo brindaba a manera de contrabando en la escuela. A cambio Javier siempre le compensaba con lo único decente que tenía, el amor a su hermana. La abrazaba, besaba la frente y se iba prometiendo que mejoraría su comportamiento.

Pero para sorpresa, quien ya no tenía sentimientos muy puros era la propia Yuli. En cuanto su naturaleza le hizo voltear a ver hombres, su único objetivo fue su hermano. Más de una vez su mente le mostraba imágenes del robusto cuerpo de su hermano follando si piedad su delgado cuerpo mientras sus dedos se bañaban entre los jugos de su vagina. Podían llegar uno, dos o tres orgasmos y su deseo siempre era su consanguíneo.

Había pasado un mes desde que Javier se fue llevándose apenas un poco de ropa la cual ya se le había terminado. Además no pasaba una buena racha ni económica ni sexual. Por esto, Javier decidió regresar a su casa a escondidas sabiendo donde ocultaban la llave de emergencias e imaginando que papá y mamá estarían en la carnicería recibiendo mercancía y su hermanita en el colegio estudiando.

Javier se acercó a la casa y revisando su reloj se dio cuenta que eran las 10 am, por lo que podría jurar que nadie estaría. Llevaba consiguió una maleta donde resguardaba algo de ropa sucia que aprovecharía para meterla a lavar en un ciclo rápido y secarla a su vez. También tenía pensado en tomar algo más de ropa de su closet y si se podía algo de dinero o algo que pudiera empeñar.

Busco la llave en la maceta en forma de rana cantora y vualá!! Ahí se encontraba aún. Sin dificultad entro a su antigua casa y de inmediato metió la ropa a lavar, tenía 45 minutos en lo que la lavadora terminaba su trabajo y 30 más en lo que se secaba. Lo razonó mejor y decidió quitarse lo que traía encima para lavarlo y solo se quedó en unos bóxer ajustados en color negros con azul. Así es, aquel bóxer resaltaba aún más ese culo de deportista y una verga dormida que formaba un gran bulto.

Su habitación estaba casi frente a la de su hermana, por lo que al subir al segundo piso y querer entrar a su cuarto, se dio cuenta que la puerta de la habitación de su hermana esta entre abierta y se veía una luz encendida.

Sin hacer ruido se acercó a la puerta y lo que descubrió ahí fue una vista asombrosa. El delgado cuerpos de su hermana estaba tirado en la cama boca abajo mientras sostenía un libro y un marcatextos rosado que utilizaba para marcar algunas hojas.

Su hermana portaba un vestido azul con flores blancas y detalles en negro sostenido por dos delgados tirantes que reposaban en sus hombros dejando a la vista la parte superior de su espalda y que apenas cubría sus nalgas, una prenda poco común en su nerd hermana. La prenda dejaba al descubierto sus largas y delgadas  piernas y sus pies descalzos; aquel cabello recogido y dividido en 2 pequeñas coletas que recargaba en su nuca; sus infaltables gafas rosadas y translucidas que no abandonaba.

Yuli parecía perdida en aquel libro sin dejarle ver su alrededor. Por esto Javier se acercó sin hacer ruido para jugarle una broma y sorprenderla, sin embargo un movimiento de caderas de Yuli hizo subir ese vestido dejando desnudas la mitad de unas redondas y firmes nalgas descoloridas por la falta de sol y una tanga rosada fosforescente. La cara de Javier se descompuso de manera inmediata por aquella agradable sorpresa, en un acto inmediato y natural mordió su labio inferior mientas devoraba con sus ojos aquel trasero pequeño y firme mientras su mano izquierda presionaba una verga que dio un respingo por aquel paisaje.

Cuando volvió en sí, Javier dirigido su mano hacia el libro que Yuli leía y se lo arrebato para seguir con la sorpresa. Yuli de inmediato respingo un tanto asustada y de un brinco se dio la vuelta levantándose y poniéndose de rodillas en la cama. Respiro aliviada y encantada al darse cuenta que era su deseado hermano, y entre una mezcla de molestia y tranquilidad le reclamo por aquel susto.

-Rayos Javier, casi me provocas un infarto.

-lo siento Yuli- dijo su hermano sin poder dejar de reír.

-¿pero qué haces aquí?- dijo mientras abrazaba a su hermano.

-Vine por algo de ropa y a lavar la poca que me lleve.

Ninguno de los dos se había percatado, pero Javier iba solo en unos boxers ajustados. Yuli de pronto se dio cuenta que abrazaba el rígido y desnudo torso de su hermano y recargaba el costado de su rostro en su tórax. Quiso despegarse, pero el perfume y esencia de su hermano le inundaron su nariz y le impidieron soltarlo. Por su parte Javier la rodeo con sus brazos dando un fuerte apretón. La naturaleza promiscua y falta de sexo empezaron a controlar a Javier quien lo único que quería era seguir aspirando el dulce aroma que el cabello de su hermana despedía y sentir el calor del cuerpo de su hermana.

La polla de Javier empezaba a endurecerse por la involuntariedad de su dueño. Por la posición en la que estaban, el falo de Javier empezó a presionar el vientre de su hermana. Esto hizo que la poca conciencia que quedaba en Yuli le hiciera reaccionar y de inmediato se despegó avergonzada. Sin voltear a ver a su hermano arrebato el libro hurtado, se volvió a colocar boca abajo y dirigió su vista hacia el libro, pero ya no leía, solo deseaba ocultar su vergüenza.

-En… en seguida bajo, so… solo termino este tema y comemos algo- dijo nerviosa.

Si, Javier le amaba, y si, su amor era real y puro, pero era un follador nato. Se cogió a la mitad de su clase, a maestras y un par de primas. Su naturaleza promiscua le había dominado, y a diferencia de su hermana él contaba con nula vergüenza y nulo razonamiento así que en ese momento no había que lo contuviera.

La mirada de Javier perdida se dirigió hacia las nalgas de su hermana que apenas se cubrían. Yuli aún recostada de boca abajo, doblo sus piernas dejando sus pies al aire e interceptaron la mirada de Javier. Javier se quedó unos segundos mirando las plantas blanquecinas de los pies de Yuli con un poco de suciedad señas que caminó descalza. Ahora cualquier célula de ese cuerpo era mezcla de admiración y deseo para Javier. Yuli estiro sus piernas haciendo que sus pies quedaran a la altura de la pelvis de su hermano.

Javier totalmente dominado, bajo su bóxer dejando su gruesa polla, que aún semiflácida empezó hacer masajeada por las manos de su dueño y restregada en las plantas de los pies de su hermana. Javier sintió de inmediato el calor y suavidad de aquellos pies.

-Javier, deja de jugar- dijo ignorando lo que sucedía.

Su hermano no obedecido y siguió restregando la punta y el tronco de su polla en esos pies. Su hermana dio un manotazo riendo pensando que Javier seguía jugando. Yuli giro un poco la cabeza y alcanzó a ver aquella verga restregando sus pies y dio un brinco por la sorpresa. Quedó nuevamente de rodillas sobre la cama pero recargándose en la cabecera de su cama desconcertada.

La mirada de Yuli se quedó fija aquel miembro ya erecto, grueso y con un glande brillante. Tan pérdida estaba en aquel falo que no se dio cuenta como su hermano se acercaba hacia ella. Lo único que le hizo despertar fue cuando su hermano le tomo la mano. En ese instante Yuli volteo a ver los ojos de su hermano con una expresión de total sorpresa.

Javier dirigió la mano temblorosa de su hermana hacia su polla quien instintivamente la rodeó con sus dedos capturando ese miembro. Tímidamente empezó a hacer lentos movimientos mientras su hermano la soltaba y le dejaba hacer. Su hermano se pegó aún más a ella quien aún sentada sobre sus piernas y clavando su vista de nuevo a esa polla masturbaba a Javier.

Javier la tomo de la nuca de manera sutil para acariciarle y se dio cuenta que estaba un tanto erguida y tensa. Con su mano izquierda, Javier empezó a subir aquel vestido por sus muslos hasta dejar a la vista aquella prenda fosforescente. No dudo en llevar su mano e introducirla para tocar esa calidad vagina que ya despedía líquidos. Javier saco la mano y la observo mientras resbalaba sus dedos en la viscosidad de los jugos de su hermana. Yuli se dio cuenta y con una sonrisa tímida le miro a los ojos y Javier le respondió con otra sonrisa a manera de cómplice.

Javier hizo a su hermana estirar sus piernas en la cama y recostarse en el montón de almohadas que estaban ahí. Yuli se dejó guiar y recibió gustosa la mano de su hermano en su vagina. Javier le abrió de piernas y haciendo a un lado la prenda recorrió con sus gruesos dedos aquella húmeda raja que permanecía aun cerrada. Yuli mordía su labio sintiendo el placer que le daba su familiar y no dejaba de masturbarle de manera suave y lenta.

Javier se inclinó un poco hacía su hermana y con la mano que tenía en su cuello hizo que Yuli levantara su rostro. Yuli intuyendo abrió la boca para recibir la de su hermano. Javier de inmediato penetro con su lengua la dulce e inexplorada boca de Yuli y esta respondió enredando su lengua con la de su hermano. El beso fue tan intenso que ambas pajas se detuvieron sin soltarse los sexos.

Una vez que las bocas se dejaron, Javier estiró a su hermana de las piernas y le hizo recostarse completamente de espaldas cerca de la orilla de la cama. Javier se arrodillo y abrió de par en par las piernas de Yuli exponiendo esa fragante vagina. Sin pensarlo Javier bajó si rostro y sin mediar palabra dio un lengüetazo a esa raja desde abajo hacia arriba haciendo que Yuli se arqueara y soltara un delicioso gemido. Sin dar tregua continuó dando lamidas en los muslos que terminaban con largas lengüetadas en la raja de su hermana.

-Aaaah, si…

Al parecer estaba siendo demasiado placer para Yuli ya que sus piernas le temblaban y los gemidos no dejaban de salir. Soltando los tirantes de su vestido lo bajo un poco para dejar su pequeño pecho expuesto. De inmediato, ella misma lo empezó a masajear con sus manos pellizcando sus pezones ya endurecidos, se veía que no era la primera vez que Yuli jugaba con ellos.

-Yaaa-Alcanzó a gemir Yuli mientras se retorcía en la cama.

Javier al fin dejo de lamer la vagina de su hermana mientras retiraba por completo su bóxer. Yuli se seguía retorciendo un poco y esto lo aprovechó Javier para acercar su miembro erecto a la cara de Yuli. Apenas abría los ojos después de ese pequeño orgasmo, cuando una verga ya se acercaba a su boca. Sin dudarlo abrió la boca para recibir ese miembro. Javier sintió de inmediato la humedad y calor de la boca de su hermana y que sorpresa se llevaría. Como toda una experta, Yuli oculto sus dientes con sus labios para no lastimar el irresistible falo de Javier. Yuli acomodo su lengua sin abrir la boca para restregarla con el venudo miembro de su hermano. Succionaba y lamia, Javier no podía creerlo, su hermana lo hacía como toda una experta. La tímida hermana de momento no existía más y con movimientos rítmicos movía su cabeza para brindar placer que casi le hace, pero Javier era un experto y se retiró a tiempo. Sabía qué aún no era tiempo de terminar.

Javier se subió a la cama y recostándose sobre su hermana empezó a comerle la boca. De nuevo las lenguas de los hermanos se enredaban mientras el robusto cuerpo de Javier aplastaba el petite cuerpo de Yuli. Ella llevó sus manos a la cabeza de su hermano para acariciarle el cabello mientras el restregaba su torso en el de ella. El sudor empezaba a salir de sus cuerpos y brindaban un rose muy cálido e irresistible.

Javier soltó la boca de su hermana y con sus manos en la cama a los costados de Yuli empezó a levantar su torso para admirar el exquisito cuerpo de su hermana. Yuli le miraba con lujuria implorando dar el siguiente paso. Con tan solo un movimiento de cadera, Javier apunto su polla a vagina de su hermana. Con esos mismos movimientos de cadera el glande de Javier se restregaba en la raja de Yuli. Con una de sus manos Javier tomo su miembro y fue abriendo los labios vaginales de su hermana con la punta. Javier dejó de sostener su peso con la mano que quedaba de apoyo y prefirió hacerlo con su codo haciendo que su pelvis se acercara y se pusiera en posición. Aquella vagina estaba demasiado húmeda, por lo que aquel glande, aunque grueso, no fue batallando para entrar.

-aay… -Un pequeño gemido de dolor fue expulsado por Yuli cuando aquel glande entró.

-Aguanta pequeña – le dijo su hermano de boca a boca.

Yuli quien tenía una mueca de dolor solo asintió con su cabeza confirmando que estaba bien. Una vez que el glande estuvo dentro, Javier acerco su cara a la de Yuli para demostrarle que él estaba ahí para cuidarla. El aliento de su hermana inundo su nariz y el empezó a dejar que su peso fuera haciendo el trabajo y lentamente aquellos 20 cm de carne iban penetrando la vagina de Yuli. Su hermana solo respiraba de manera entrecortada y gemía silenciosamente comprobando que aquel recorrido le estaba afectando. Pero Javier sabía que era parte del ritual y que aquel dolor pronto se iría. Quedando un poco de verga aun afuera, Javier decidió acabar y de un empujón colocó todo su miembro dentro de Yuli. Esto hizo que su hermana respingara y se arqueara en la cama, Yuli quiso empujarlo con sus manos colocándolas en el vientre de Javier, pero este no retrocedía.

-No, por favor-Dijo Yuli asustada y adolorida mientras empujaba.

-Tranquila Yuli- Dijo Javier dando pequeños besos en la boca de su hermana.

-Perdón, perdóname- Solo atinó a decir Yuli.

Su hermano estaba recostado casi sobre ella brindándole seguridad, por lo que Javier podía sentir el respirar de su hermana bajo su vientre y poco a poco ese respirar agitado se fue calmando. El cuerpo de Yuli se fue acostumbrando y relajando y Javier lo notó, por lo que con movimientos suaves de cadera fue dando placer al sexo de su hermana con el propio. El pene de Javier apenas se movía de la cavidad, pero conforme pasaban los segundos iba sacando un poco más hasta que Javier ya la follaba a un ritmo semilento. Yuli solo movía si cabeza de lado a lado sintiendo aquel placer deseado por años. En cada estocada de Javier, Yuli arqueaba su cuerpo elevando un poco su torso, pero era detenido por el cuerpo de su hermano que estaba sobre ella.

Una vez tomado el ritmo, Javier levanto su torso y sostuvo su peso con sus manos sin sacar su pene de la vagina de su hermana. Hizo abrir aún más las piernas a Yuli quedando totalmente abierta y sin piedad Javier empezó a dar unas estocadas más sonoras, pero a un ritmo lento. En cada una de ellas solo se escuchaba el gemido de Yuli. Javier fue acelerando el ritmo y su hermana se dio cuenta, nuevamente Yuli quiso detenerlo colocando sus manos en su cadera, pero fueron detenidas por las manos de Javier quien aprisiono las manos de su hermana en la cama a la altura de su cabeza.

-Javier, por favor- suplico Yuli.

Ya sin nada que le detuviera más que las suplicas de su hermana, volvió a acelerar el movimiento de caderas provocando que de nuevo Yuli se arqueara implorando por piedad. El endeble cuerpo de Yuli se movia de arriba abajo en cada frenética envestida que le daba su hermano, Javier había perdido totalmente el control y le penetraba sin misericordia. El ruido do los cuerpos chocando y los gemidos de Yuli inundaban la habitación. Yuli no suplicaba por dolor, suplicaba por el placer que le estaban dando y que nunca había sentido.

-Javier, por favooor- suspiraba Yuli.

Las pelvis de aquellos hermanos chocaban ruidosamente. Javier le estaba follando como una bestia, pero el cuerpo de Yuli reaccionaba favorablemente a tan salvajes envestidas. Las gotas de sudor de Javier caían como lluvia sobre el rostro de Yuli quien nunca abrió los ojos, el placer no se lo permitió.

-Javiiii… javiii- demandaba Yuli.

Javier parecía incansable, pero él sabía que estaba cerca y no podía aguantar más su venida y cuando creía que estaba a punto de eyacular, fue su hermana que después de un grito enorme se convulsionaba debajo de su hermano. Javier no aguanto más e inundo la recién desvirgada cavidad de Yuli.

-Argghh –gruño Javier.

Yuli sintió como aquel líquido hirviente inundaba su ser, por lo que una nueva convulsión se presentó, pero los espasmos de su cuerpo fueron controlados por el peso del cuerpo de su hermano.

-Ay, dioos- sollozaba temblorosa Yuli.

Ya saciado y sin fuerza Javier se desplomó sobre el cuerpo de su hermana colocando su rostro en el cuello de Yuli. Pese a la eyaculación, Javier aún tenía la polla dura dentro de su hermana y daba las últimas estocadas hasta que la última gota de semen salió. Los hermanos quedaron desfallecidos el uno arriba del otro.

Aquella escena era fantástica. El cuerpo sudoroso y exhausto de Javier sobre el cuerpo sudoroso y moribundo de su hermana y la vagina de Yuli chorreante de la leche de su hermano. Al final un olor a sexo que arrulló a lo amantes hermanos hasta quedarse dormidos.