Ysabel, esposa caliente 9
Despues de vivir una aventura sexual con los curitas en el pueblo donde vive su prima Romina, Ysabel regresa a su trabajo y se reencuentra con sus tres amantes..........(viene de Ysabel esposa caliente 7)
De regreso al trabajo, me reencontré con mis tres amantes, me extrañaron mucho, y por supuesto tenia que compensarlos, tanto era su arrechura que me visitaron un Martes por la mañana, casi media hora después que se fueron mis jefes entraron como siempre con cajas y bolsas cerré la puerta con llave, entramos a la sala y dejaron caer sus paquetes en los muebles y sin mas reparos me rodearon y comenzaron a manosearme y a besarme donde podían diciéndome:
- Chinita mía ,, te hemos extrañado muchísimo mira como me tienes me dijo Luís enseñándome el bulto que formaba su verga debajo del pantalón
- Y siénteme a mi también chinita,,,añadió Roberto, poniendo mi mano en su bulto,
- Hey china no te olvides de mi grito Walter sobándose la verga por sobre el pantalón
- Ya chicos tranquilícense que los voy a compensar, añadí .
Los cuatro nos fuimos quitando la ropa, hasta quedar completamente desnudos, así pude apreciar las tres vergas erectas y amenazantes, sacaron botellas de vino y lo sirvieron sentados yo entre Luís y Roberto y Walter a mis pies, los tres acariciaban la parte de mi cuerpo que querían, Walter acariciaba mis pies y piernas Luís me besaba el cuello y la boca y Roberto me chupaba una de mis tetas, el vino se caía por momentos y ellos aprovechaban para chuparlo de mi cuerpo.
Luego de un previo calentamiento y conversación Walter me abrió las piernas y empezó a lamerme mi conchita, ayudado por Luís y Roberto que agarraron mis piernas abriéndolas aun mas ellos miraban como Walter lamía angustiadamente mis labios vaginales, dejé mi copa y cogí las vergas de ellos y los comencé a pajear con delicadeza pero apretando poco a poco para hacerlos sentir mas placer, Walter me hizo venir dos veces. Roberto me hizo poner de pie apegándome a él me abrazó y me besó apasionadamente yo, al sentir su verga levanté una pierna y la puse alrededor de su cintura, cogió mi otra pierna y me levantó de las nalgas con mucha facilidad, yo con los brazos alrededor de su cuello me sostenía para poder clavarme con facilidad ayudada por el movimiento de su cintura. Walter y Luís observaban como gemía y gritaba de arrecha por cada embestida de Roberto me vine varias veces, le mojé toda la cintura, pero eso lo alentaba mas. No aguantó mas y se vino dentro de mí, tanta era la leche que brotaba de él que comenzó a salir de mi vagina escurriéndose por sus piernas, agotado se tumbó al sofá y yo encima de él.
Pero ya los otros dos estaban listos para poseerme, Luís y Walter me ayudaron a levantarme me llevaron al otro sofá, donde me senté encima de Luís así toda chorreada del semen de Roberto, Walter no perdió la oportunidad de colocarme su verga en mi culo subiéndose al sofá y sobre mí, me hacían una doble penetración exquisita, las dos vergas se cabeceaban en mi interior, las sentía bien adentro, parecían que estaban en una competencia por entrar cada vez mas adentro, era delicioso sentirlas y moviéndose dentro de mi. Al igual que Roberto estarían tan aguantados que se vinieron dentro de mí, así es recibí la descarga de semen de Luís en mi vagina y la de Walter en mi culo, aferrándose aun mas a mis caderas y mi cintura, dejándome chupetones en las tetas y mi espalda, así nos quedamos por unos minutos tratando de recuperar el aliento. Sudorosos nos servimos mas vino y descansamos, unos sobre el sofá otros en la alfombra.
Al despertarnos, nos bañamos y nos cambiamos para irnos cada uno para su casa. Durante los siguientes días como estaba sola en la casa casi andaba semidesnuda ya que ellos llegaban en cualquier momento, y aprovechábamos el máximo de tiempo para coger, durante la semana me visitaban indistintamente, a veces no podían llegar juntos y venían cuando podían, me traían regalos ropa, perfumes etc., llegaba a casa cargada de bultos, así pasamos largas semanas de intenso placer, hasta que mi esposo me dijo que me había conseguido otro donde me pagarían mas, se pusieron tristes pero acordamos en comunicarnos y encontrarnos para seguir con nuestros juegos.
Empecé a trabajar como administradora de ventas en un Mega plaza donde hay grandes tiendas de diversos artículos. El primer día me presentaron a todos los trabajadores y trabajadoras que laboran en las diferentes secciones de la tienda.
Los días pasan y el trabajo absorbente como siempre obliga a las personas a tomarse un tiempo para desestresarse, así que los chicos y chicas acuerdan salir a almorzar el último día de trabajo, que es el sábado, al cual me invitan.
Sandy de la sección ropa interior de damas, Rogelio de la sección maquinas para Gym, Rocío de calzado, Tito de ropa para caballeros y otros mas, nos fuimos a un lugar cerca, donde comimos y nos fuimos conociendo aún mas, lo curioso de esta reunión que todos se bromeaban y habían muchas preguntas pero no la que yo esperaba que me hicieran, si era casada o no?. Pero bueno, nos hicimos más amigos y en especial con Sandy que tenía unos 25 años, que aún siendo mi menor era compatible en muchas cosas conmigo.
Siguieron pasando los días de trabajo armonioso, y ya con la confianza establecida entre todos, bromas van bromas vienen, salidas a tomar un refresco en los momentos de descanso, etc., Sandy me comentó que Rogelio nos había hecho una invitación para una fiesta en casa de un amigo que había llegado de los EEUU, a lo cual yo dudé pero ante la insistencia de Sandy accedí a ir con ella.
Era para el Sábado después del trabajo, para esto tuve que decirle a mi esposito que haríamos arqueo de caja y me quedaría hasta tarde en el trabajo.
Sábado por la tarde a eso de las 4.00 de la tarde salimos un grupo de 8 personas, como era muy temprano acordamos irnos a beber unos tragos a un Púb., ya en el local bebíamos y conversábamos en un fuego cruzado de diálogos, fue entonces que Rogelio me tomó por sorpresa y me dijo que yo le caía muy bien y que desde el primer día yo le gusté, me dejo un poco fría ya que el tenía solo 26 años y yo le llevaba por 4, yo le agradecí por lo que me dijo pero no le respondí directamente dejando pasar el momento.
Ya siendo las 7.00 de la noche nos fuimos a la casa de su amigo el americano, nos presentó, y comenzamos a bailar y seguir bebiendo, para esto Rogelio me sacaba a bailar casi constantemente, y no dejaba de mirarme todo embobado, me seguía diciendo cosas como que yo le gustaba y que si necesitaba algo se lo pidiera sin reparos, yo no daba pie para nada pero cada vez que bailaba con él y lo miraba me excitaba verlo como me desnudaba con la miraba cosa que me gustaba tremendamente, también sentía como ponía su rodilla entre mis piernas provocando que me mojara en cada baile.
Durante la fiesta se me acercó Peter su amigo el americano, que apenas hablaba castellano, y me dijo que porque no aceptaba estar con su amigo Rogelio, que no sea mala, yo me reía porque lo decía con un sentimiento como si sufriera por su amigo, en una de esas ocasiones que me repetía lo mismo yo le respondí:
- No se, quizás, no estoy segura.
- Pero el es bueno, insistió Peter
Seguimos bailando, luego conversando con Sandy me dijo directamente:
- Oye Ysabel, tu le gustas a Rogelio,
- No me digas, contesté sarcásticamente
- No te burles, te lo digo en serio, a ti te gusta?
- Si me gusta, pero no quiero dar pie a nada que pueda mal interpretar
- Como es eso?
- Es simpático pero yo tengo un compromiso
- Entiendo, dijo Sandy quedándose pensativa, pero te gusta?
- Si es muy simpático y tiene buen cuerpo espero que todo lo tenga así,, le dije riéndome, y ella también ya que entendió el mensaje que le dí
- Pero no le digas nada todavía, le recalqué
- Esta bien, contestó ella
Ya a la hora de retirarnos, nos fuimos juntos Tito, Sandy, Rogelio y yo, tomamos un taxi Sandy se sentó adelante junto al chofer, Rogelio, Tito y yo atrás, yo en medio de los dos, conversando y riéndonos Rogelio puso su brazo alrededor mío, el estaba a mi izquierda, y yo me apoyé en el un poco cansada, paramos en un grifo y mientras le tocaba el turno al taxi, Tito bajó a comprar algo de comer y Sandy lo acompañó, así que nos quedamos solos los dos, entonces Rogelio me atrajo hacia él yo lo miré a los ojos tocándole el pecho, y me dio un beso en la boca muy delicadamente, como si fuéramos enamorados, lo cual hizo volar mi imaginación en ese momento, seguimos besándonos apasionadamente e instintivamente y sin darme cuenta apoyé suavemente mi mano entre sus piernas tocándole el bulto que se le formaba entre las piernas.
Eso no impidió que siguiéramos besándonos, pero tuvimos que parar ya que todos regresaron al taxi, dejamos a Sandy y a Tito en sus casas y a mi me acompañó hasta una avenida cerca a mi casa, bajamos del taxi y seguimos besándonos tiernamente sin decirnos nada solo sonriendo el uno al otro.
Luego de varios minutos el me dijo.
- Ysabel tu me gustas muchísimo,
- Tu también me gustas mucho Rogelio... pero me gustaría que nadie se enterara de esto, podrán suponer pero nunca afirmar que tenemos algo está bien?
- No te preocupes, ya se que tienes un compromiso, y lo que menos quiero es causarte algún tipo de problema,, OK?
- Esta bien, ahora bésame de nuevo ...
Así continuamos besándonos, por unos minutos más, hasta que me despedí de él, hasta el día lunes.
Llegué a mi casita donde me esperaba mi esposito arrecho como siempre, con unos tragos encima, aproveche para decirle que después del trabajo fuimos a comer y a tomar algo con los chicos y chicas de la tienda, a él no le molestó en nada y por el contrario estaba viendo una película porno, cogiéndome de la cintura me besó, me tumbó en la cama y me quitó el pantalón y el calzón que por cierto estaba bien mojado y empezó a besarme la conchita, yo que mas quería, metió su verga y empezó a moverse como perro, mientras me la metía de esa manera yo contenta cerraba mis ojos y me imaginaba que era Rogelio el que cogía, tenía que morderme los labios para no pronunciar su nombre.
Después de chorrearse en mi interior mi esposo y yo quedamos profundamente dormidos. Luego de un fin de semana relajante mi mente maquinaba como, donde y cuando iba a ser el momento oportuno para poder salir discretamente con Rogelio sin que nadie evidencia nada. Pero eso ya lo había resuelto.
Llegando el día Lunes de trabajo, las labores se desarrollaron normalmente, yo estaba caliente y me imagino que Rogelio lo estaría aún mas, entonces nos pusimos de acuerdo para salir el mismo Lunes por la tarde, lo envié con un supuesto encargo, fuera de la tienda, esperé media hora desde que el salió y muy discretamente me fui por la salida posterior de la tienda, nos encontramos a dos cuadras de allí, y rápidamente tomamos un taxi. Mientras íbamos besándonos y acariciándonos, agachándonos para que nadie nos vea de afuera.
Llegamos a un hotel, donde entramos con el taxi al estacionamiento así nadie nos podría ver a la hora que bajáramos, así lo hicimos, subimos por el ascensor al 4to piso, un empleado nos llevó las llaves y una botella de vino y un par de copas. Entramos y al cerrar la puerta nos sentimos aliviados de la tensión, nos besamos y manoseamos mucho, abrió la botella de vino y bebimos casi las tres cuartas partes. Ya bastantes calientes nos fuimos quitando la ropa el uno al otro, desnudos ya aprecié lo bien formado que tenia el cuerpo y su verga era proporcional a sus músculos larga y cabezona, venosa y afeitada, ya que el practicaba pesas era su costumbre afeitarse, para mi fue la gloria se me hacía agua la concha, nos echamos en la cama, sin ningún obstáculo nos besamos y acariciamos todo el cuerpo.
Me chupó las tetas y el ombligo arrancándome grititos de placer, luego llegó a mi afeitada vagina, que por cierto siempre me la afeito para esta ocasiones, besándola y chupándola, durante largo rato gozó de ella y yo goce de su lengua, en todo momento trataba de abrir bien mis piernas para que Rogelio pudiera saborear cada parte de mis labios vaginales así como de mi clítoris.
Luego se nos pusimos de pie, el se sentó en el borde de la cama y me dijo que me sentara sobre él dándole frente de tal manera que mis piernas rodeen su cintura, así lo hice me senté frente sobre su vergota agarrándome de su cuello él me ayudó sosteniéndome de la cintura y poco a poco me clavé hasta el fondo, sintiéndome empalada y con el éxtasis que me provocaba cerré mis ojos y me dispuse a gozar de esa verga y de ese cuerpo.
Rogelio me dijo:
- agárrate bien de mi cuello, y con tus piernas de mi cintura OK?
- ya papito,,
Cogiéndome de las nalgas se puso de pie levantándome como si no pesara, comenzando a mover su cintura de adelante para atrás hasta que agarró un ritmo con el cual me clavaba toda su verga, haciéndome gritar desesperadamente, el placer que sentía era indescriptible me parecía estar sobre un columpio, cada golpeteo de su pelvis con mi concha era acompañado de un grito de placer. Nos mirábamos los rostros, el de él dominante y arrecho y el mío sumiso y desesperado, por momentos nos comíamos los labios como marido y mujer, entregándonos todo, sin ocultar nada.
Así estuvimos largo rato, ya me había venido varias veces, pero aún faltaba mas, Rogelio haciendo gala de su fortaleza física, me tumbó en la cama me pidió que me colocara en cuatro, pensé que me cogería estilo perrito, pero se subió a la cama colocó su verga en la entrada de mi vagina y apoyando sus manos en mi espalda se colocó en una pose estilo jinete, empezando nuevamente a embestirme moviendo su cintura de arriba hacia abajo parecía la aguja de una maquina de coser que da puntada rápidas y sincronizadas, yo seguí gritando y mojando la cama con chorros que salían de mi interior.
Sudados y calientes seguimos en esa pose por largo rato. Luego se incorporó y me percaté que palpaba mi ano que ya se había dilatado bastante como esperando su momento de comer esa verga. Le dije que se echara en la cama para yo sentarme sobre él obediente así lo hizo, tenía que estar encima de él ya que si el dominaba me sacaría fuego del culo. Me senté despacio sobre él y comencé a galopar su cintura mientras me observaba se levantó cogiendome de la cintura como al principio y me echó en la cama boca arriba quedando con las piernas al hombro, mala idea pensé, puso mis pies a la altura de mi cabeza dejando libre de todo obstáculo mi ano,, comenzando a bombear como si fuera un taladro en busca de petróleo, me arrancó chillidos de placer, después de un rato el ano me quemaba le dije que parara que necesitaba refrescarme el culo, se salió por un momento, fue al frió bar. y saco una jarra de agua helada y la echo sobre mi ano y sobre su verga, me dijo que me cogiera las piernas y volvió a meter su verga en mi ano ya refrescado, durante el segundo ataque terminó de echar el agua sobre nosotros, estaba frenético, entonces sintió que se venía le puse los pies en el pecho y me safé, rápidamente, metí su verga en mi boca y chupe chupé hasta que sentí como derramaba su semen en mi boca, caliente y viscoso, y en grandes cantidades, parecía un surtidor de gasolina, al parecer se había guardado bastante tiempo para mi. Semen que engullí deliciosamente, fue el único momento que lo sentí vulnerable después de ser un León cogiéndome, al absorverle hasta la última gota de lechita quedó como un manso gatito.
Tuve que despertarlo para ducharnos ya que teníamos poco tiempo para regresar al trabajo, cada uno por su lado.
Cuando llegué al trabajo todos estaban haciendo sus labores, y no se percataron mi llegada. La única que me miraba de lejos muy picadamente era Sandy que al parecer conocía de los planes de Rogelio.
Los días en el trabajo transcurrieron normalmente, Rogelio y yo ya teníamos bien afianzada nuestra relación, siempre nos dábamos nuestras escapadas por las mañanas o por las tardes, pero después de varias salidas empiezo a sentir que quiero mas sexo, como era lógico después de haber mantenido una relación con tres hombres al mismo tiempo ustedes se imaginaran que empecé a quedarme con ganas de coger mas, buscaba salir siempre de la rutina y eso provocó otras situaciones que les contaré próximamente.