Yo y mis Tias (II)

Nos quedamos en una situación algo embarazosa en la que yo de enano y metido en un brete muy deseado no sabia como responder...

YO Y MIS TIAS (II)

Y ahora que! Me dijo mi encantadora tía sin dejar de esbozar una sonrisa de oreja a oreja. Ahí estaba yo con las piernas hechas un flan y una erección de caballo, debió de darse cuenta de mi estado por que a continuación solo se dejo caer sobre la mesa dejando su hermoso y redondeado culo a mi disposición.

Aparte las sillas de alrededor mientras ella contoneaba sus nalgas frente a mí. Coloco las manos sobre su cintura y empezó a subirse la breve falda blanca con pliegues fue entonces cuando me di cuenta que lo mejor era dejarme llevar, me arrodille y hundí mi nariz entre sus bragas ya húmedas por la excitación tome con ambas manos sus glúteos y mientras los acariciaba fui enrollando sus blancas bragas hasta que empecé a ver el nacimiento de su tan preciado culo.

Con ayuda de la barbilla termine por bajar sus braguitas y empecé lentamente a lamer y a mordisquear suavemente su sexo mientras gemía y respiraba acompasadamente, abrí sus nalgas y ahí estaba grandes y ensortijados vellos negros rodeaban un minúsculo sexo prieto los labios vaginales de color marrón oscuro y la entrada de su agujerito totalmente sonrosado, deje pasear mi lengua de abajo a arriba procurando de dejar escapar nada de los jugos que rezumaba el sexo de Dina.

Un poco mas fuerte... por favor! Me decía ella mientas que con la otra mano intentaba tirar del cinturón de mis vaqueros, pude ver como la piel de su culito se ponía como piel de gallina y me puse en pie, tenia la polla a punto de reventar y antes de penetrarla pude verla en todo su esplendor, tenia las manos alrededor de su cuello, el cabello revuelto por la excitación la falta ya remangada sobre su cintura y abierta ligeramente de piernas me pedía que la penetrara.

Cogí mi polla con la punta totalmente roja y la apunte hacia ella, sentí como mi glande entraba lentamente en su coñito que estaba ardiendo, sentí un calor que jamás abría imaginado, cuando al fin pude introducirlo mi glande empezó a moverse lenta y acompasadamente al fin mis huevos tocaron sus nalguitas y empezó el bombeo brutal , se quejo un poco pero al ver que no decía nada continué empujando con firmeza y suavidad dentro de ella.

Casi no podía respirar, tenia fuego por todas partes me ardía el pecho, la nuca, la espalda y derrenpente sentí como aprisionaba mi polla dentro de su hermoso culito mientras jadea cada vez con mas insistencia mientras yo sentía endurecer mis cojones y una presión aun mayor en la punta de mi sexo.

Caí sobre ella y la abrace, bese sus manos, olí su cabello mientras ambos respirábamos con dificultad, estaba completamente embrujado

Continuara....

Si os ha gustado mi relato me gustaría que lo dijeseis chill_590@hotmail.com

gracias