Yo, y mis fantasías...

Un pequeño relato sobre algunas de las fantasías o fetiches que tengo...

Hola, soy Roxana, tengo 21 años, mi estatura está cerca de los 1,60, soy delgada (Tengo poco busto y caderas no muy anchas), pelo rojizo y de tez blanca aunque un poquitín pálida. Las cosas que escribiré aquí serán por lo general fantasías que tengo ocultas en lo más profundo dentro de mí o quizá alguna que otra historia dentro del ámbito sexual que me haya ocurrido, de todas maneras, estoy abierta a críticas, recomendaciones, preguntas, consejos, etc... así que, siéntanse en confianza de comentarme.

(Como digo, lo que escribiré aquí, son cosas que no le he contado a nadie dentro de mi círculo cercano... por lo tanto, mis relatos en cierta forma serán... nuestro pequeño secreto virtual).

Hoy sentí ganas de comentar mis fetiches, esos deseos sexuales ocultos y latentes que guardo desde hace mucho tiempo y que por las noches, me masturbo de manera alocada y desenfrenada teniéndolos en mente... Al tocarme, me imagino estar desnuda y arrodillada en el suelo, con un collar para mascotas en mi cuello y una correa sujetada por un hombre mucho más mayor que yo, parado frente a mí, mirándome fijamente, con ganas de darme mi merecido por ser una pequeña zorrita traviesa, sucia y maleducada. Empiezo a gatear de forma lenta y tímida hacia mi dueño mientras él jala de mi correa hasta ponerme de frente ante su gran pene erecto, duro y majestuoso, listo para castigarme. Me pone su mano para acariciarme con delicadeza en mi mejilla, observándome detenidamente por unos pocos segundos, y sin decir nada me da un buen golpe en la cara... Al recibir ese golpe, me pongo muy húmeda pensando en todo lo que me hará aquel señor, yo, sin decir nada, me vuelvo a colocar de rodillas frente a su pene mirándolo a los ojos con cara provocativa. El señor pone su gran pene encima de mi cara y comienza a restregármelo por cada centrímetro de piel que tengo en todo mi rostro, poniéndome aun más húmeda, deseosa de acabar con mi sufrimiento y sentir de una buena vez su duro pene dándome fuertes embestidas por mi pequeño culito. como por acto de magia, aquel señor me avienta contra la cama y me empieza a utilizar como su juguete, como una herramienta, como sí fuera una putita que sólo sirve para recibir penes por todos mis agujeros...

Yo, estando de perrito en la cama, con él detrás de mí, tomándome de mis caderas mientras me copula fuertemente sin descanso, repozo mi cabeza en las suaves sábanas, mojándolas con mi saliba y con la mi mirada completamente perdida, del inimaginable placer que estoy sintiendo al ser la pequeña perra fácil y manipulable de mi dueño. Mientras eso ocurre, estoy gimiendo de manera escandalosa y viniéndome incontable cantidad de veces durante ese rato, mi dueño sin dejar de darme duro, dice: "¿Quieres que tu papi te de tu dosis diaria de leche, perra?" Yo,haciendo muchos esfuerzos para poder dejar de gemir y modular algo con sentido, digo: "Si papi!! esta pequeña puta necesita su leche!!". Al oir eso, El señor, saca su pene y se levanta de la cama masturbándose apresuradamente y me jala de mi collar, yo, sabiendo lo que me espera, obedientemente me arrodillo otra vez en frente de él y abro mi boquita. De pronto, de su pene, salen unos inmensos chorros de semen. cubriéndome toda mi cara y llenándome la boca de su líquido blanco y espeso,al terminar decorrerse, cierro mi boca con una leve sonrisa, moviendo mi lengua de lado a lado probando la rica leche de mi dueño hasta que finalmente me la trago.

Hasta aquí dejaré el relato de hoy, me la pasé bien escribiendo esta pequeña fantasía, así que lo más probable es que vuelva aescribir mas cosas como estas. Sí quieren mas relatos como estos o historias, sólo díganme :) Saludos!