Yo soy la jefa 7

La chica se tumbó apoyando la espalda sobre el director y el chico sacó entonces la polla del culo de él para metérsela a ella en el mismo coño ya insertado. Les costó bastante trabajo que entraran las dos pollas en el mismo coño, pero en unos minutos los dos se lo estaban reventando a la vez

A los pocos días de nuestro acuerdo, retomamos la costumbre de desayunar juntos. Fué entonces cuando empezó a comertarme ciertas inconcruencias en el estado de cuentas del área en el que trabajaba. De esos temas normalmente se encarga administración pero personalmente no me interesaba que hubiese la más mínima mancha. La crisis nos tenía a todos con un pié en la calle y cualquiera es bueno para ser despedido con la más mínima excusa. Sin embargo, a la vez había que ser de lo más cautos cualquier paso en falso sí que nos costaría el finiquito. Sometí a Carlos a prácticamente a un tercer grado y después de jurarme que no estaba de broma ni nada, le pedí que me fuese informando utilizando nuestro teléfono secreto y yo mientras tanto empecé a realizar mis propias investigaciones.

Tuve que craquear un par de contraseñas pero cuando comprobé con mis propios ojos que el dinero que teóricamente nos correspondía era cinco veces mayor a lo que realmente teniamos acceso, supe que había merecido la pena. Sin embargo no sabía que hacer con el asunto ni sabía hasta dónde llegaba, podría ser un simple error contable acumulado o podría ser algo muy gordo. Cuando la empresa no es tuya y cuando sabes de la mezquindad de tus superiores, opté por pasar del tema y hacer como la que no sabe nada, aunque me guardé una copia de seguridad en un pendrive y lo escondí. Lo que no podía esconder era la rabia de saber que había alguien robando mientras a mí me bajaban el sueldo. Saber nombres y apellidos de los más que posibles responsables, sin poder escupirles lo que pensaba me fastidiaba aún más.

Pocos días después supe que se iba a hacer una aditoría externa y me quedé bastante más tranquila pensando que rápidamente se darían cuenta del error y pondrían las cartas sobre la mesa. Me limité a repasar que no había dejado ningún rastro de mis investigaciones y ya en casa, decidí hacer una copia del pendrive para darsela a Carlos.

Ese mismo día por la noche Carlos me llamó para preguntarme si me había dado cuenta del archivo oculto que había copiado, me lo pasó restaurado diréctamente al teléfono, era un video porno de uno de los directores en la oficina con otro hombre. Me repugnaba un poco el asunto y no por enterarme de golpe las tendencias homosexuales a pesar de estar casado, sino porque era un superior directo y no me apetecía ver desnudo su nauseabundo cuerpo. Carlos me aconsejó que me tomase mi tiempo y me dijo que era importante que lo viese porque él veia todo el asunto un poco extraño y además había sorpresas. Al final, terminé viéndolo.

La sesión porno tenía lugar en la sala de juntas en la que yo misma había estado la semana anterior haciendo la presentación. Me costó un poco determinar dónde habían colocado la cámara, yo ni tan siquiera sabía que allí había una cámara y no una sino varias, una colocada en el mismo proyector, de modo que capturaban diréctamente a quien estuviese haciendo la presentación y otra en la pantalla donde se proyectaba de manera que quien fuese podría ver a los asistentes…. Y además con la opción de zoom por lo que pude ver más tarde.

El video estaba cortado y directamente podía ver al director comiéndole el rabo a un chico alto muy alto, rubio y al que no conocí. Aún estaban los dos con el traje porlo que supuse o que habían cortado muy poco del inicio o que iban directamente al grano. El chico estaba sentado en la mesa y el director estaba encorvado delante suya mientras le engullía entera aquella polla enorme, se la metía tanto en la boca que incluso algunas veces le daba arcadas. Le pasaba la lengua a todo lo largo mientras le estrujaba los huevos con las manos. Desde luego que parecía que tenía hambre.

Después de la mamada se desnudaron aunque cada uno se desnudó así mismo. El director se tumbó en la mesa casi por completo y ahora el chaval el que le comía la polla a él. La verdad es que la tenía pequeña pero no tanto como me habría gustado descubrir. El chaval sí que se podía meter entera en la boca y hasta le daba para pasarle la punta de la lengua por los huevos. Luego le empezó a lamer el culo, le metía la lengua en el agujero para dilatar, al poco le empezó a trabajar con un dedo hasta que consiguió meterselo entero, con la otra mano le pajeaba la polla y de vez en cuando le chupaba y le lamía los huevos como si fueran caramelos.

El chaval se incorporó entonces, paró lo que estaba haciendo, abrió la puerta, volvío se escupió en la mano aplicó la saliva en la polla para lubircarla y se la metió en el ano haciendo que el director diera un respingo y gritara un poco. Se la metió varias veces hasta que porfín cogió ritmo. En ese momento apareció una chica morena ya completamente desnuda que creo que sí que era de la empresa porque me sonaba su cara aunque no sabía exactamente de quién se trataba. Se subió en la mesa y directamente le puso el coño al director en la cara para que se lo comiese colocándose de cuclillas mirando al chico joven.

Mientras el director le recoría la lengua por cada rincón de su coño, el chaval el magreaba las tetas y le chupaba los pezones, en un momento dado la chica se insertó la polla del director que y fue cogiendo ritmo hasta que se adaptó a la velocidad del chaval que se la seguía metiendo en el culo. En un momento dado la chica se tumbó apoyando la espalda sobre el director y el chico sacó entonces la polla del culo para metérsela a ella en el mismo coño ya insertado. Les costó bastante trabajo que entraran las dos pollas en el mismo coño, pero en unos minutos los dos se lo estaban reventando a la vez mientras la chica gritaba de placer, aunque a decir verdad el único que realmente se movía era el chico joven.La chica gemía de placer y dolor y era tan escandalosa que supuse que la aventura había tenido lugar fuera del horario normal de trabajo. El chico le sacó la polla para correrse justo encima del coño, y de los huevos del director que era lo único con que parecía que no la habían penetrado. Al minuto de seguir metiéndosela empezó a correrse en sus piernas ayudado por el chico que más que terminarle con una paja se la estaba ordeñando.

Cuando terminaron, la chavala sacó del bolso una toallita con la que limpió los dos nabos y a ella misma, primero salió el director como si nada, los dos chicos hablaron un minuto entre ellos, a penas si era legible, pero supe que no era ni castellano, ni ingles, ni frances, ni prácticamente ningún idioma europeo. Antes de salir, se comieron la boca y la chica se quedó mirando la cámara fijamente. La muy puta sabía perfectamente que la habían estado grabando.

El video, había durado unos 20 minutos. Me sorprendió mi propia actitud, al principio pensé que iba a vomitar casi y luego pensé que me iba a poner cachonda, porque la verdad sea dicha habían estado follando que ni para youporn vamos!!. Supongo que por instinto mi cabeza había empezado a trabajar sistemáticamente como cuando estoy trabajando, analizando al detalle cada punto para intentar desacer con prontitud y eficacia cada nudo que me plantease por el camino. Claro que contar con la polla de Carlos y nuestra propia sesión privada hacía menos de 24h ayudó bastante. Me había quedado intrigada por las cámaras y me preguntaba desde dónde y quien las controlaban y sobre todo me preguntaba si grababan también en los despachos. Me alegré de mi discrección con Carlos, pero a la vez me preocupaba que hubiesen registrado de alguna forma que yo no supiese, el pirateo con el que conseguí la incidencia de contabilidad y el video.

Llamé a Carlos y quedamos con que actuaríamos con normalidad, él se encargaría de intentar hacer un rastreo a mi pc, para asegurarse de que no había nada y yo, intentaría averiguar si había más cámaras.