YO SOY DANI...Mi Primo Desvirgado (2)

Alex, mi primo me sigue contando como se une otro niñato a la follada y forman un perfecto trio de lujuria y placer...

YO SOY DANI...

Mi Primo Desvirgado (2)

De repente en medio del extasis, del subidón, del gustazo de la corrida, noté como una lengua lemía con frenesí y entusiasmo todo mi ano. Volví la cabeza hacía atrás y... ¡Joder Primo!... Era el cabroncete del Rafa el niñato de la entrada que recibía a la gente que iba a por costo y que se había unido a nosotros sin darme cuenta.

Me cago en la puta primo, aquello era un avispero de maricones, de viciosos y degenerados, y nosotros sin saberlo. El Moi, el negraco un chupa pollas, la hermana, que en realidad es su hermano, un travestorro folla vergas, y el Rafa que parece un chulo putas, y parecía el machote de esa casa, otro come culos, literalmente. Ya te puedes imaginar lo que se me pasaba por mi mente calénturienta y perversa. La de folladas que le habrían dado estos dos a la hermanita con polla, y la de lefa que se habría tragado la negrita putona. Y en realidad así era, por que más tarde me lo contarían con todo lujo de detalles, y no solo ellos dos se la follaban, si no todo aquél que al puto negro le gustaba, le daba la gana, y le calentaba la polla.

Sin darme cuenta el Rafa ya le había robado al Moi de la boca mi verga, y me la limpiaba a conciencia sacándole brillo a lenguetazos. Yo seguía con mi entre pierna encima de la cara del negro y continuaba mamándole el rabo. El niñato mamón me la agarraba con la mano estirándola hacía abajo, acercándola a su boca, y apoyándola en la frente del Moi mientras la lamía con gula. Tengo que decirte que el niñato no chupaba nada mal, al contrarío colega, me la había puesto más gorda y dura si cabe mientras succionaba el glande sin descanso. También tengo que confesar que me calentaba a tope y me daba un morbo increible saber que un chulito como ese, un verdadero machote como yo, me estaba chupando el rabo como una guarra, como un puto maricón. Nunca dejas de sorprenderte con las personas y cuando menos te lo esperas, descubres que a alguién como al Rafa le gustan las pollas aunque no lo aparente.

El Moi se levantó del sofá con toda la polla empalmada apuntando al techo, y se dirigió hacía la mesa. Cogió tres pastillas como la que me dió antes, la que me provocó el inmenso calentón, y nos metió una a cada uno en la boca y la tercera se la tragó él. Si la primera que me tomé me puso como una perra caliente, y me quitó la timidez, la verguenza, y toda la dignidad, ni te imaginas cuando la segunda me hizo efecto en el cuerpo. Un puto cerdo depravado, eso es lo que era en ese momento primo, como una cosa tan pequeña, una puta pastilla, me podía quitar la poca decencia que me quedaba y me abocaba sin remedio a una degradación sin límites, sin pudor, y muy obscena.

  • Ven aquí perra y chúpanos al Rafa y a mi estos deliciosos pollones. Cómetelos los dos juntos mamón, que se que lo estás deseando, y si te comportas como una buena putita complaciente, te daré muchas más golosinas de las que a ti te gustan. -

No tuvo que decírmelo dos veces, me agaché entre los dos y agarré sus pollas con las manos, y las junté hasta que los capullos se tocaron el uno al otro. Las lamí sosegadamente dejándoles una buena cantidad de saliva impregnadas en ellas, hasta que pasé a chupárlas las dos juntas y metérmelas en la boca todo lo que pude. Tengo que decir que el Rafa está muy bien armado, menudo pollón le cuelga al niñato entre las piernas, y que dureza joder, se le veía todas las venas ensaltadas y super marcadas en el tronco. Tanto la del Rafa como la del Moi no eran nada pequeñas, pero con un poco de destraza y empeño conseguí engullir sin problemas los dos capullos. Después de un par de minutos así los dos cabrones cogieron las riendas de la situación y comenzaron a follárme la boca por turnos. Primero me metía la polla el niñato, sin piedad, con firmeza, mientras me agarraba con sus manazas la cabeza y embestía vilmente una y otra vez a una velocidad feroz. Luego le tocaba al negro, que rápidamente cogía el relevo que le daba su colega Rafa y repetía la misma operación.

El niñato no perdía el tiempo y mientras era el turno de mamar la polla de su jefe, él me tocaba el culo introduciéndome por el ano un par de dedos, y se agachaba sin arrodillarse para darme unas cuantas chupaditas en la polla. ¿Qué vendría detrás de los dedos?... Me preguntaba mientras gozaba de aquellos dedacos y me encontraba en pleno éxtasis de vicio. Me importaba una mierda, ¿Sabes? Me daba igual todo, como si querían follarme el culo los dos y al mismo tiempo envergarme sus pollas. Yo seguía a lo mio, cabeza a la derecha, chupa polla, cabeza a la izquierda, chupa otra polla, y sin dejar de agarrarlas bien con cada mano, sintiéndolas duras como rocas. Tras una intensa y profunda mamada a dos bandas, fue mi enorme pollón el que atrajo la atención de esas dos cabecitas. Arrodillados ante mi se disputaban entre lamidas y chupeteos mi duro rabo, mientras se comían a besos entre ellos con él en medio de protagonista.

  • Te gusta como te come la polla el Rafa, ¿Eh chaval?... Es un maquina chupando el colega. -

  • ¡Que boca tiene el mamón!… ¡Joder, que gustazo!… Así, chupa cabrón... ¡Aaahhh!… Estoy flipando colega, de verle esa boca y esa carita de macho tragándose toda mi polla... Me tiemblan hasta las piernas del gusto. -

  • Pués verás cuando te meta la polla por el culo, y te lo parta en dos, eso si que es un gustazo chaval... Ahí no vas a temblar cabrón, te a revolcar y retorcer de puro placer. -

  • ¿Me lo follo ya, jefe? -

  • No cabrón, ese culito lo pruebo yo primero, que llevo mucho tiempo deseando tirármelo y poder abrirlo en canal con mi pollón... ¡Uffff, colega!... Desde que me fijé en ese culito tan redondito, tan prieto, tan morboso, y que me calienta tanto, supe que te lo follaría más tarde o más temprano, niñato de mierda, drogata vicioso… Ven para acá y siéntate encima de mi rabo putón, que te voy hacer gozar. -

Me inclinó sobre la mesa apoyándome el pecho sobre ella, y me empezó a abrir el culo ayudándose de sus dedos como pollas. Yo sabía que mi culito era muy estrecho y cerrado, pero fue notar los dedazos del negrazo en el agujero y comenzó a abrirse a ellos por completo. Mientras él ya me había metido tres dedos en el trasero, y escuchaba muy excitado los jadeos de placer que me provocaba, yo me zarándeaba la polla intensamente pensando que eso es lo que buscaba el negro, un agujero estrecho y virgen, el mio, por el que insertar y hacer que disfrutase cada centímetro de su larga polla.

Algo duro y gordo como nunca antes había tenido en mi ojete, comenzó a meterse en mi interor con mucho cuidado y suavidad, haciéndome perder el puto sentido. Su polla era como una taladradora rompiéndome poco a poco las paredes del ano, la sentía toda gorda apretando con fuerza hacía adentro, ensanchándome el recto y devorándomelo a cada paso. Me la empotró hasta la mitad, ya no me entraba más por el ano, pero por su insistencia y sus reiterados empujones el negrazo quería envergármela entera, y solo quería tener fuera del culo los huevos, así que con cada empujón que me daba lo intentaba un poco más, un poquito más cada vez hasta casi conseguirlo. Pronto el pollón me entra como la seda y resbalaba de lujo por todo mi interior, y la follada se intensificó con buenos pollazos. Yo chuillaba, gritaba, berreaba del dolor sin consuelo, pero al mismo tiempo estaba flipando de gusto, nunca, jamás, me habían follado el culo, y te juro por lo que tú más quieras primo, que estaba disfrutando como un loco.

Tengo que decirte que me oriné del gusto, literalmente colega, no pude controlar la vejiga y sin darme cuenta comencé a soltar una buena meada que caía a chorros en el suelo. El Rafa, y esto es totalmente cierto, puso la cara debajo del caño amarillo y se duchó el careto. Pero es más, el cerdo abría la boca atrapándo mi polla y se llenaba el hocico de meado y se lo bebía incluso. ¡Joder!... Aquello fué lo más alucinante, cachondo, lascivo, y super depravado que me habían hecho nunca, pero tío, fué lo más y gocé como una perra. Durante un buen rato mientras me follaba el culo el negro, deseaba correrme, por mi cuerpo sintía ese cosquilleo que siempre me entraba antes de soltar el semen por la polla, pero aquello era diferente y muy distinto. Notaba esa misma sensación todo el tiempo pero no llegaba a correrme, era como estar todo el rato en esa nube previa a reventar el rabo que lo retardaba y me hacía poner los ojos en blanco.

La verdad es que el Moi fue muy considerado y delicado conmigo. Perfectamente, ahora que me tenía el pollón ensartado, podía haberme metido una batida bestial y haberme destrozado el culo para darse placer a sí mismo, en cambio fue consciente de lo que me acababa de meter por mi culito virgen y dejo que me acostumbrase poco a poco al tamaño y a la sensación de angustia que me nublaba la mente. Gracias a eso, yo pude tomar el control de la situación y decidir cuánto trozo de polla me metía y a qué ritmo. En apenas unos minutos, aquel cipote ya parecía formar parte de mi, y se había amoldado perfectamente a la gran circunferencia de mi agujero, así que le dejé follárme el culo hasta el fondo, dejándome llevar por la circustancia.

Menuda envergada me estaba metiendo el puto negro por detrás, te prometo primo, y créeme que es verdad, que en ese momento de excitación, de colocón, y de vicio descontrolado por mi parte, deseé que tú pudiéras haber visto la escena. ¿Era real aquello?... ¿De verdad me estaban follando el ojete?... Yo mismo me lo preguntaba y no me lo creía colega. Tenía que meter la mano por debajo y agarrarle los huevazos y la polla al tío cabronazo que me estaba penetrando para comprobar que estaba ahí, que aquello era verdad primo y estaba ocurriendo en ese mismo momento.

  • Que gustazo de culo tienes chaval... ¡Mmmm!... ¡Siiiii!... Que bueno y que rico estás brother. -

  • Que polla tienes cabrón, y como me taladras el ojete... ¡Me cago en la puta,joder!... Nunca imaginé colega, que esto me pudiéra dar tanto placer... ¡Siiiii!... ¡Sigueeee!... Dame más fuerte cabrón. -

  • Rafa... Ya sabes lo que tienes que hacer cabrón. -

El niñato se colocó detrás del negro y le sacó el consolador que todavía ocupaba su ano por completo, y lo sustituyó por su enorme polla. Le metió una clavada bestial por el culo a aquel cabrón, que la sentí hasta yo, fue tal la presión y el empuje que ejerció al envergársela. que por poco nos caémos los dos. El Rafa no fué tan considerado con el Moi como él lo fué conmigo, el chulito no se andaba con tonterías y le cabalgaba el culazo como un potro desbocado, galopando duro, con malicia, y sin pausa alguna. Al niñato se le notaba mogollón que le molaba destrozar ojetes con su larga y gorda polla, y al negro que fuera el suyo, por supuesto, el que se follara y se lo rompiéra a pollazos. A esas alturas del trío vicioso y de la frenética follada, ninguno de los dos se andaban con tiento, metiendo las trancas de principio a fin, desde la punta de la polla hasta aplastarle los huevos contra la raja, el chaval al negro, y el negro a mi.

Yo tenía muy claro que el Moi deseaba más que nada probar mi pollón en su ojete, pero antes yo quería enchufárme la polla del mamón del Rafa, y gozar de los 24 centímetros que le colgaba entre pierna y pierna. Era una obsesión viciosa que me martilleaba la mente continuamente, con el ciego y el colocón que tenía encima solo pensaba en eso, y quería sentir la polla de ese chulito dentro de mi como fuera. Sin pensármelo dos veces, me liberé del negazo y me tendí de espaldas en el sofá agarrandome las piernas bien hacía arriba, dejando a la vista mi hermoso trasero y su dilatado boquetito. Evidentemente sabía que el niñato no iba a desaprovechar tan rica y deliciosa invitación que otro chulito, otro machito macarra como él le estaba regalando, y no tardó ni tres segundos en deslizar su cuerpo por el mio, colocar su polla a la entrada de mi ojete y hundirme la estaca dentro del culo.

El Rafa tenía la vergota tres veces más gorda que la del negro, eso si, un poco más corta, pero super dura y capullona. El cabrón me estaba reventando por dentro con cada embestida que me daba en el ano, abriéndomelo más y más, agrandándolo todo lo su polla quería, ampliándome el boquete mientras él seguía dándome, y dándome, metiéndomela dentro, fuera, dentro, fuera, sin pausa y sin un puto descanso. Entre gemidos y jadeos de placer le pasé las manos por detrás del cuello, y me quedé mirándolo fijamente sin decir nada, disfrutando de ese momento tan caliente y lujurioso. Estaba super contento, gozoso, y muy satisfecho por haber decidido que ese chavalito tan guapo estuviéra en ese mismo momento tirándoselo por el culo.

Como ya había imaginado, el Moi no se estaría quieto y no tardaría mucho en apresar mi polla y darse gusto en el culazo. Se subió en el sofá poniendo los pies pegados a mis caderas, con el trasero en lo alto de mi abdomen y dándole la espalda al Rafa. El negro formó una improvisada silla invisible, e hizo una sentadilla apoyando la espalda en el pecho del chaval, y cogiendo mi polla con la mano la apuntó en el centro del agujero y se sentó encima de ella. ¡Me cago en la puta, que gustazo! Para describírtelo, es necesario metérsela al puto negro y cabalgar ese ano, y por supuesto, sentir el placer de poseer ese culazo. Ese apretadito y acogedor ojete era perfecto para cobijar pollas, todo un disfrute para los sentidos, y ahora después de probarlo, no me extrañaba nada que el niñato quisiera tan insistentemente follárselo por detrás. Entre el niñato cabrón jodiéndome el culo a saco, taladrándolo a toda hostia, y el negrazo montándome el pollón lentamente, notándolo tan apretadito ahí dentro, me estaba volviendo loco de gusto colega, hasta un sudor frío me recorrió todo el cuerpo de los pies a la cabeza y sentí como un poco de pre-cum se me había salido del capullo. Bueno, pensé, más lubricante para la cabalgada, pero cuidado, ahora debo concentrarme, no quiero correrme todavía y dejar preñado el culo del Moi.

Toda la polla a pelo se la traga calentita y Rafa aprovecha ese momento de excitación entre los dos para coger denuevo el enorme consolador y humedecerlo en la boca con su saliva. Más cachondo que un perro en celo lo veía, en la cara se le adivinaba las intenciones perversas y los pensamientos sucios que pasaban por su mente. Con mi pollón insertado ya dentro del negro, el niñato acerca el dildo por detrás y lo hace resbalar por el mio hasta que los dos comparten hueco. Aquello fue ya lo más de lo más, fue flipante colega, viendo como ese negro, ese hombre, ese macho, gritaba a todo pulmón mientras gozaba retorciéndose de gusto, y saltaba intensamente sobre mi con las dos pollas dentro del ano. Desde luego el negro tenía técnica, sabía muy bien como follárle la polla a un chaval como yo con ese culazo, y hacerle disfrutar hasta el límite. Nunca me habían hecho eso, ninguna tía de las que me he follado y le he desvirgado el coño, jamás me había hecho sentir este placer. Ya no existía la marcha lenta, todo era follar a toda hostia, a una velocidad bestial e inhumana, y cuando quise darme cuenta, el Moi tenía su culazo entero abierto de par en par, completamente a disposición de mi pollón y el de goma dura.

El Rafa liberó su polla de mi culito y se subió de pie encima del sofá. Agachó las piernas hasta poner su rabo a la altura de mi cara, y le dió al negro todo su culo abierto para que le regalara una cuantas lametadas. El puto cabrón se pajeó la polla varias veces sobre mi cara, y cuando escuché el primer gemido que anunciaba la lechada, acequé más el rostro abriendo bien la boca. Como agua de Mayo, recibí un primer chorrazo que le salió volando del capullo e impactó sobre mi frente, otro lefazo en el bigote, y el resto acertó en plena boca. Yo le sonrreí todo malote guiñándole un ojo, y como un puto gamberro con todo el semen en la boca, se lo escupí en la cara al negro vicioso.

No te puedes ni imaginar como aquello puso al Moi de calentón, juntó su boca a la mia y me pegó un morreo al mismo tiempo que compartíamos el esperma del Rafa. Después apresamos juntos el pollón del niñato y comenzamos a mamárselo, a limpiárselo entero como animales. Me corría, ya no podía contenerme más, era demasiado todo aquello, entre la mamada limpiadora al Rafa y las envergadas frenéticas del culazo del negro en la polla, ya no era dueño de mis acciones y me corrí. ¡Joder!...

  • ¡Ahhhh!… ¡Me corrooooooooo!... ¡Siiiiiiiii, que gustooooooooo!… Te voy a llenar de lefa todo el boquete del culo, negro de mierda… Toma leche cabrón... ¡Ooohhh! -

  • ¡Que bueno estás chaval!... Fóllame... Dame bien fuerte por el culo, y regaleme esa lechesita brother… ¡Mmmm!... ¡Dámela todaaaa!... Me encanta que los niñatos como tú me inúnden el boquete del culo con su lefa... Si, así, cabronazo. -

  • Pero, que cabrones y que cerdos sois los dos coño, es que da gusto follaros. -

Era difícil no escupir y descargar toda la leche con tal escenita, y con esos dos tíos diciéndote guarradas. Tanto el negro, como el niñato, sabían cómo trabajarse a los tios a los que se follaban, y manejarlos en todo tipo de situaciones para darse un buen gustazo, como a mi en ese momento. Los hijos de puta eran folladores natos, con mucha práctica  y con gran experiencia.

De vuelta con mi primo en mi habitación.

  • Joder primo... ¡Ufffff!... ¿Todo lo que me acabas de contar es verdad, o te lo has inventado con el subidón del colocón que tienes en lo alto? -

  • Pues claro que todo es verdad Dani. Vamos a ver primo, y escuchame bien, acabo de contarte que dos tíos con las pollas como bates de beisbol de grandes, me han follado el culo a lo bestia, que les he chupado el rabo entero, y se han corrido en mi boca... ¿Tú te crees que me voy a inventar eso colega? Tú eres gilipollas. -

  • ¿Y has follados más veces con ellos? ¿O solo con el Moi? ¿Y esa pastilla que has mencionado antes, cual es? ¿Tienes alguna aquí? -

  • Si... A lo segundo si también... La pastilla es flipante y super buena... Y si también, antes te eché una en la cerveza mientras te contaba la follada con el negro y su colega Rafa. -

  • ¿Y entonces ahora, que? -

  • Pues ahora te dará un subidón de cojones, te pondrás muy caliente y super cerdo, y querrás comerte todas las pollas del mundo. Por lo pronto, la empalmada de polla que llevas no es normal, y mira como se te escapa las gotitas de pre-cum por el capullo de lo excitado que estás, así que preparate para cuando llegue mi compañero Enzo que hoy se va a llevar la follada de su vida. Le vamos a dar placer a él y a nuestras pollas, por que te voy a confesar algo primo... Tú no te puedes ni imaginar las ganas que tengo de follármelo por el culo y que el cabrón me meta en el mio su pollón y me lo reviente. Y quiero ver como tú también te lo tiras por detrás y que nos trates a los dos como unas putas perras... ¡Uffff, que cachondo estoy tío! -

Sonó el timbre de la puerta....

Continuará....