YO SOY DANI... Enzo el Gitano

YO SOY DANI...

Enzo el Gitano

• Tu conoces el parque de las rocas ¿No? --

• Claro tío, el del centro que tiene el estanque de los patos. -

• Pués a altas horas de la noche el parque se convierte en un puterío, se llena de tíos de todas las edades buscando una boca y un culo donde meter la polla en caliente. Tu colega Enzo es uno de ellos, aunque tengo que decir que yo también, a él le gusta que se la chupen y que se la pongan bien a punto para después envergársela al mamón por el culo. Lo sé por que lo he visto varias veces hacer la misma dinámica, primero provoca al tío, después le da la polla para que le la chupe, y por último se la mete por el culo. La verdad es que da gusto ver como folla el colega, muchas veces me escondido para mirarlo y cascarme el cipote hasta correrme con la escena, e imaginandome que el tío traga pollas fuera yo.

• Joder Dani, mirame como tengo otra vez la polla, tieza y super dura. -

• Pues espera primo, que ahora viene lo mejor. -

A mi me da mucho morbo ir de cruising por el Parque, es como ver en una película porno en vivo y en directo. Me pone muy caliente mirar como se arrodillan los chupapolllas, y maman las vergas sin parar, y como los tíos que van de machito con esa cara de chulo se follan los culos de otros tíos, o ponen el suyo a disposición de una buen polllón. Como ya te he dicho primo, había fantaseado mucho con la idea de un buen polvazo con Enzo, sentir el calor de esa tranca atravesando mi garganta y notar como me taladra el culito después.

Para mis lectores os explicaré como es Enzo. Tiene 24 años, un hermoso gitano por parte de madre , alto, de complexión fuerte, y moreno de piel. Más que guapo es atractivo y morboso de cara, los ojos de color miel, los labios gorditos y carnosos, y el pelo corto y negro como el azabache. El culo lo tiene prieto y muy redondeado, de esos que te levantan la polla cuando los ves ceñido y apretaditos en el pantalon. Siempre va marcando paquete, además bien abultado entre las piernas, y no es para menos porque la polla que gasta el colega es grande, larga y gorda. Vamos, que le debe medir unos 26 centímetros o más, y no llevaba un metro para medírsela pero en cuestión de rabos casi nunca me equivoco. Mi primo Alex y Enzo son compañeros de trabajo en una empresa de paquetería, y a raiz de ahí se hicieron muy buenos colegas.

Como ya te he dicho antes, este Martes me pasé por el parque a buscar algún plan y apagar el calentón que llevaba encima. La verdad es que no te voy a mentir, iba buscando expresamente a tu colega Enzo, tenía muchas ganas de llevarme esa polla a la boca, y echar un buen polvo con él de una puta vez. Quería hacer realidad mi fantasía y lo busqué, y lo rebusqué por todo el parque, y no paré hasta que lo encontré. A cada vuelta que daba mientras lo buscaba, iba rezando a todos los santos para que me lo encontrara, y a la tercera vuelta que dí, lo ví de refilón meterse por los arbustos en dirección a las palmeras altas.

Las palmeras altas es un recoveco que tiene el parque con muy poca iluminación, allí es donde se reunen la mayoría de los tíos para follar, pero a mi no me gusta mucho meterme por allí por que ya ha habido varias violaciones de chavales, y muchos robos. Por lo visto hay una pandilla de cuatro o cinco macarras que se dedican a robar los móviles, las joyas y el dineros a los maricas a punta de navaja, y como ya te he dicho, a unos cuantos tíos los han violado entre todos estos macarras a la fuerza.

Localicé a tu colega Enzo apoyado en una de las palmeras, mirando todo cachonco como un tío maduro de unos 40 años se estaba follando por el culo a un niñato bastante joven, y como éste gritaba por el grosor de la polla que le envergaba todo el ano. Indudablente la escena le ponía bastante caliente, por que Enzo ya tenía el rabo a punto, y lo daba a entender con una agarrada de paquetón marcándolo sobre el chandal gris. Me puse justamente al lado de él y contemplar yo también la follada del tío maduro al chaval. Estabamos a escasos centímetros de ellos, casi podía tocarle con la mano el culo agitado y convulso del cuarentón. Comencé a tocarme la bregueta por encima del vaquero restregándome la palma de la mano por todo el tronco de mi polla, mientras tu colega me miraba deseoso el paquetón, y no le quitaba ojo a las dimensones que había adquirido mi pollón marcado en la tela vaquera. Yo también le miraba descaradamente el abultado paquetón, poniéndome más y más caliente por momentos con solo imaginar como tendría el cipote que cubría el chandal, y que extensión y grosor alcanzaría dentro de mi boca.

• ¿Cual te gusta más de los dos? (Me preguntó) -

• La verdad, es que los dos. El niñato tiene un culo genial de esos culos que gustan follárselos durante horas y correrte dentro sin contemplaciones. Y el cuarentón está bastante bueno, y tiene mucho morbo jodiéndo el tío... ¿Y a ti, cual te gusta? -

• Me da igual, a los dos me los follaba y les envergaba mi polla por la boca y por el culo que tienen... ¿Quieres comérmela? -

• ¡Uffff!... Pués claro colega. -

Enzo tiró del elastico del chandal hacía abajo y se sacó la polla fuera del pantalón. Fué una presentación de órdago, toda una delicia ver aquella tranca en todo su explendor, grande, larga, gorda y muy venosa, al tiempo que la zarámdeaba de arriba abajo como un bate de beisbol.

• ¿Te gusta?... Pués ya tardas colega, en agacharte y comenzar a chupar. -

Clavé mis rodillas en el cesped poniendo mi cara a la altura de su polla, la agarré con la mano y la pajeé muy suavente deslizando la piel hacía abajo y hacía arriba. Podía sentir en mi mano toda su corpulencia y obesidad, y como se le marcaban a fuego todas las venitas, mientras le latía como si tuviera el corazón entre las piernas. Abrí la boca todo lo que pude y la engullí más de la mitad. Que sabor y que gustillo más rico para mi paladar, por fin podía degustar aquella polla, la polla de mis deseos. Con cada chupada y meneo de cabeza que le daba, iba comprobando que el cabezón y la polla de Enzo se iban poniendo más y más gordos y duros. Yo solo pensaba mientras mamaba, ese tiarrón, ese chulo cabronazo tiene el cipote tan grande, que se acopla a la forma de mi boca a la perfección y se me queda pequeña para tragarlo entero. Aun así lo intenta y lo que no puede abarcar con la boca lo pajea con una mano, porque sentía la necesidad de disfrutar de cada centímetro de esa super polla.

Al rededor de nosotros se habían concentrado varios tíos, que nos miraban mientras se pajeaban las pollas o se tocaban el paquete todo calentones. A mi no me importaba si estaban observando, en ese momento mi mundo era aquella polla y lo demás me traía sin cuidado. Incluso un par de ellos intentaron unirse acercándose un poco más a nosotros, pero Enzo los apartó con un gesto de su mano y abvirtiéndoles que no se arrimaran. De pronto se separó de mi sacándome la polla de la boca y se la guardó dentro del chandal.

• Joder con estos putos maricones de mierda, es que me cortan todo el royo colega, le estoy diciendo que no con la mano y ellos siguen insistiendo y molestando. Hoy no tengo puta gana de orgias ni de mierdas raras. Mira colega, tengo la furgoneta ahí aparcada, en la otra calle, si te sigue apeteciendo echar un polvo conmigo sigueme, y si no te quedas... como tu veas pero yo me voy. -

Echó a andar y yo por supuesto le seguí como un perrito faldero. Ya que hoy había conseguido comerle la verga, no iba a ser tan estupido de dejar la cuestión a medias. Fuimos hasta la furgoneta, nos montamos y salimos quemando rueda. Mientras conducía y me llevaba al descampado que hay cerca de la casa de la tía Lucía, por detrás de la barriada del consul, le iba sobando el paquete y magreándole la polla por encima del pantalón. Cuando llegamos al descampado aparcó la furgo, apagó el motor y se abrió de piernas reclinándose en el asiento. Era una evidente invitación para que continuara con la mamada que empecé en el parque y no le pude terminar. Me agaché deslizando mi cabeza hasta poner mi boca encima del paquete de Enzo. Restregué los labios por todo aquél hinchado fardo, oliendo y recogiendo con mi olfato el aroma que despedía su pollón trás la tela del chandal. Después saqué la lengua y lamí por encima muy suavemente toda la superficie, la amplitud y el grosor de aquél vergajo, dejándo la tela gris todita mojada de babas.

Después de un par de minutos de lameteos, liberé aquél pollón grotesco y super duro y se lo regalé a mi boca. Comencé a chuparlo como un loco, como un poseído por el placer, lo mismo le agarraba el pollón con fuerza con los labios, como me ponía a acariciar y dar un repaso al tronco y los huevos con esa lengua de experto que poseo. De vez en cuando le miraba a la cara y veía como el tío gozaba como un bellaco con la mamada, se retorcía en el asiento, se revolcaba de gusto mientras me presionaba el duro cipote con fuerza dentro, y me punteaba toda la puta boca. Con cada chupada y meneo de cabeza que le daba, iba comprobando como el cabezón y la polla de Enzo se iban poniendo más y más grandes, y entonces me dí cuenta que ya no me entraba toda la polla en la boca, apenas podía merendarme la mitad del rabo, y que mi boca se quedaba pequeña para envergar lo que el tiarrón tenía entre las piernas. Aun así lo intentaba primo, y lo que no podía abarcar con la boca lo pajea con una mano, porque sentá la necesidad de disfrutar de cada centímetro de esa mega polla.

Enzo me tocaba por todos lados, la cabeza, la espalda, y el culo y el paquete por encima del vaquero. Aquella situación me tenía todo palote, la polla super empalmada y resumando pre-cum sin parar por el capullo. Me puse de rodillas en el asiento del copiloto para dar rabo al machote a riesgo de que no lo quisiera, pero para mi sorpresa y regocijo el colega se animó y me agarró la polla con la mano. Antes de metersela en la boca se queda embobado mirándola, balanceando la polla un poquito para admirar su dureza, viendo cómo la babilla preseminal moja y hace brilla mi capullo. Más dura no podía tenerla, llegué a pensar que me correría en cuanlquier momento soltando la descarga de leche contra su cara, que la tenía a un palmo de distancia, porque solo ver esa cara tan guapa de chulo y sentir esa manaza magreándome el rabo, era super caliente y excitante.

Cuando se la metió en la boca y empezó a mamar, me percaté que era todo un experto comiendo pollas, se notaba que no era la primera que se había comido, y a decir verdad, menuda mamada me estaba dando el chulazo y lo bien que le daba a la lengua el cabrón. El tío vocioso chupaba sin parar y yo me derretía de gusto, me metió una agarrada bestial por los huevazos y tragó, tragó, y tragó como un puto cerdo. En ese momento se me vino una deliciosa fantasía a la mente... Enzo, tú primo, y yo, los tres follando en mi dormitorío como locos... ¡Mmmm!

Su boca era rápida, su lengua ágil, y sus chupadas aceleradas y veloces. Se metía mi polla para adentro a boca llena y miraba hacia arriba con ojos de cachorrito suplicando comida. Pues ahí la tenía el mamón, toda la comida para él, un buen bufé rico y sabroso. Yo le agarraba con las manos por detrás de la cabeza disfrutando como un enano, al mismo tiempo que Enzo usaba las suyas para cogerme el trasero, e introducirme un par de dedos en el ano. El tío se había hecho con el control de mi culito, metiendo y sacando los dedos a su antojo.

• (Sacándole mi polla de la boca) Para colega... ¡Ufff!... Que me corrro tío. -

• Me culito tienes chaval, quiero follártelo y abrírtelo en canal con mi rabo. -

Salimos de la furgoneta y me apoyó el pecho contra el capó, dejándome el culo totalmente en pompa. Me abrió las piernas con las suyas separando mis fornidas nalgas, se agachó situando su cara a la altura del boquete anal y me lanzó varios escupitajos que hicieron diana en todo el centro. ¿Será verdad que me va a comer el culo ese pedazo de chulazo? Lo pensé relamiéndome el labio de gusto, y si, siii, siiiii, me lo comió enterito. Que lengua joder, era tremenda, larga y gruesa taponando mi ano con cada envestida. Era una lengua golosa que buscaba degustar el saborcito mientras perforaba todo mi agujero y me lo iba preparando para lo que vendría a continuación. El mamonazo se adueñó de mi culo metiéndome la sin hueso hasta el fondo, y se recreaba con más fuerza cuando me escuchaba gemir.

Estaba tan sumido en el placer, que no se decirte en que momento dejó de chuparme el ano para encontrarme con su cipotón clavado y hundido en el recto. Menudo pedazo de pollón abre culos tiene el cabrón, es tan gordo, y tan grande que lo siento en las entrañas, dándome por todas partes, y haciéndome realmente feliz. Me estaba destrozando, tenía fuerzas para follar como un perro partiéndome el ano con cada embestida, pero me daba igual por que el placer y el gozo era mucho mayor, y es casi una obligación poner el culo para un tío así y que te lo zumbe como un animal rabioso.

• Ya me viene cabrón... ¡Ooohhh!... Me corro tío. -

• Dámela colega, acaba en mi boca... Dámela cabrón. -

A borbotones me llenaba la boca con su manguera, escupitajo tras escupitajo fué inundando de blanco y espeso semen toda mi boquita. Yo me atragantaba con toda la boca llena de leche, así que me la bebí muy gustosamente sin desperdiciar ni una sola gota, toda para adentro, mientras le apretaba el cabezón de la polla con los labios para que no se escapara hasta que hubiéra saciado mi sed.

• ¿Como te llamas chaval? -

• Dani, ¿Y tú? -

• Enzo. A estado bien ¿Verdad? ¿Te ha gustado? -

• Mucho tío.

• ¿Nos damos los teléfonos y nos vemos otro día para follar? -

• Ok. Apunta 629.......

De vuelta con mi primo.

• ¡Uffff, Dani!... Ha sido super caliente, mira como tengo la polla otra vez.... ¡Joder!... Nunca lo hubiéra imagido de Enzo colega. Así que te folló bien el culito ¿No mamón? -

• Bien, es quedarse corto primo... Fué bestial colega, una gozada y un ustazo inmenso para mi pobre culito. -

• Se me está ocurriendo una cerdada bestial Dani, y creo que te va a encantar. -

Continuará....